Quito. 8 may 98. Freddy Ehlers es -según el horóscopo chino-
un gallo: nació el 30 de noviembre de 1945. Una de sus
colaboradoras que dio este dato tiene presente que "la
característica de este animal es el de treparse en un poste y
revolotear las alas para que todos lo vean".

Al candidato de Nuevo País esta descripción, para muchos, le
va como anillo al dedo. De ahí que cuando aún conducía sus
programa se escuchaba más de un comentario que decía que no es
que La TV estaba en Africa o en algún lugar del planeta, sino
que Ehlers estaba allí. En realidad para nadie podía pasar
desapercibida su generosa presencia en la pantalla que opacaba
-más como un defecto que como una virtud- a los rinocerontes o
a la misma majestuosa muralla china.

Claro que más tarde esto le rindió frutos, pues el índice de
popularidad fue uno de los elementos fundamentales para que se
concrete su primera candidatura presidencial en 1996.

Esta suerte de egocentrismo no ha sido pasada por alto por sus
propios colaboradores. Lo de vanidoso, al decir de uno de sus
asistentes, es propio de los periodistas, pero en él eso
refleja una cierta dosis de "yoísmo" (es decir, es hincha de
sí mismo).

Cuando alguien del entorno habla de Freddy Ehlers, se refiere
a un ser complejo: personalidad fuerte, con gran capacidad de
liderazgo, profesional, obsesivo por el trabajo, buen
organizador y con gran sentido del humor...

Porque al candidato presidencial de Nuevo País, aunque no le
guste compartir mucho la pantalla, sí le gusta hacerlo con sus
conocimientos. Los brinda como si fuera un libro abierto. Le
gusta formar equipos y personas. Por ello quienes compartían
el trabajo de televisión son generalmente jóvenes
comunicadores que empiezan y consideran una gran oportunidad
trabajar con él. Al decir de una de sus colaboradoras, su
frase predilecta ha sido "el que quiere aprender, aprende".

Sobre ellos desarrolla un gran poder de convocatoria y
sentimientos de fidelidad extrema hacia su persona. Incluso se
llegan a sacrificar y dejan de lado lo que pueden considerar
un salario mediocre ante tanto trabajo. De ahí nace,
aparentemente, su fama de "negrero".

Sin embargo, esta lealtad puede cambiar de un día para otro.
De esto se cuenta más de un caso. Entonces, sus idólatras
fácilmente se transforman en detractores.

Y en Ehlers esto se expresa en un ejercicio similar: "se
ilusiona con la misma facilidad con la que se desilusiona de
una persona". Por lo demás, tiene dos raseros básicos para
juzgar a alguien: "es inteligente y me cae bien" son
sinónimos, como en el otro extremo lo son "es torpe y me cae
mal". Esta distinción la demuestra en el momento de elegir a
alguien para un viaje o una asignación especial de trabajo.

Pero Ehlers traduce esta manera de ser en autosuficiencia o en
su resistencia a depender de alguien. Confiesa que esto es una
herencia dejada por "El lobo estepario" de Herman Hesse. Por
eso siempre trata de mantener las riendas, incluso, cuando
está fuera del país. Se conoce que buena parte de las
negociaciones para concretar las candidaturas para la Asamblea
Nacional las manejó desde China, donde se encontraba de viaje.


Igual cosa hacía en su programa televisivo. No tiene problemas
en delegar, pero siempre "está encima", comentan sus
allegados. "Hasta el final quería tener el control total del
producto". Y su ausencia se notaba: cuando viajaba, dice uno
de los realizadores, "no era un alivio, sino que se sentía una
especie de vacío".

Todo esto es una expresión de su pasión por el trabajo.
Entrega que le ha significado más de un sacrificio para su
familia.

No obstante, los que le conocen afirman que sí necesita de
colaboradores, ya que estar rodeado de gente parecería que le
da cierta seguridad. Necesita siempre de alguien que le ayude
con las mil y un cosas que está haciendo y las que está
pensando hacer.

¿Esto lo vuelve desordenado? No. Una de sus características
importantes es ser un buen organizador, según sus actuales
compañeros de campaña y sus ex colaboradores del programa La
Televisión. Tal vez su mayor prueba fue cuando trabajó
coordinando el trabajo de hasta 400 personas, cuando hizo la
serie de reportajes "Nuestra América", para la Junta del
Acuerdo de Cartagena, entre 1980 y 1989.

Su esposa, Malu Morelli, señala que "tiene como siete niveles
de pensamiento. "Mientras te está hablando de algo está
creando por otro lado".

En su juventud, la autosuficiencia llegó a rozar los linderos
de la rebeldía. Una de sus anécdotas preferidas es la que le
aconteció mientras estudiaba en el Colegio Americano de Quito.
Allí le molestaba la diferenciación social que se hacía entre
dos paralelos: uno de "plásticos" y otro de "sureños". Aunque
se contaba dentro del primero, le molestaba lo que consideraba
una injusticia. En la ceremonia de graduación criticó a su
colegio y se ganó el rechazo de autoridades.

Desde su época colegial comenzó a ganar notoriedad y sus
facultades de liderazgo y de periodista empezaron a florecer.
Fue director del periódico del Colegio Americano de Guayaquil
y de la revista "The Watcher" del Centro
Ecuatoriano-Americano. En 1973 ganó un concurso de oratoria
con el tema de la muerte de John F. Kennedy.

Para Ehlers, las cualidades de su carácter autosuficiente se
expresaron con nitidez en lo que el llama su "primer grito de
independencia". Este fue lanzado contra su padre. Sucedió que
la familia había decidido cambiar su domicilio de Guayaquil a
Quito.

Para él esto significaba abandonar sus amigos y un mundo que
conocía muy bien y en el que se sentía mejor. Entonces, huyó
de su casa en Quito, y vivió en la casa de la familia
Sarracín, amigos de sus padres en Guayaquil, hasta que "se me
acabaron los doscientos sucres que tenía. Esta fue una de mis
primeras derrotas pero regresé donde mi padre, pese al
resentimiento". Así lo admite con una ligera sonrisa.

Aunque se reconoce como un buen perdedor, quienes han
compartido momentos difíciles con él señalan que eso no es tan
cierto. Desde que empezó a preocuparse más por la política
activa y se transformó en un personaje público influyente, las
críticas le resultaron mucho más difíciles de aceptar. Así lo
dicen las personas que lo han conocido antes y después de su
primera candidatura presidencial.

"Empezó a sentir que quienes hacían las críticas querían
causarle daño". Antes -en el campo televisivo- estaba más
abierto a la crítica, aunque no siempre la aceptaba o le
servía para tomar decisiones. "Al final él tenía la última
palabra".

Esto se puede convertir en un problema para el Ehlers
político, puesto que tiene la propensión a mezclar sus
sentimientos personales con el trabajo. Quienes recuerdan el
episodio del anónimo en la revista Vistazo criticando al
programa La Televisión, creen que fue su más clara señal de
intolerancia: una silla vacía durante dos programas a la
espera del autor de la crítica preocuparon a varios de sus
colaboradores que, incluso, le habrían sugerido que no lo
haga. Lo que pasa -dice una persona que lo conoce- es que "le
gusta llevar la contra".

Ehlers tiene otra interpretación del episodio: era la
oportunidad para que esta persona diga la verdad. "La mentira
realmente lo descompone", dijo uno de sus amigos.Y el
candidato confiesa con orgullo que la mayoría de veces que se
ha metido en problemas ha sido por decir la verdad. Para él,
esto es una herencia martiana por aquello de "yo soy un hombre
sincero...".

La sinceridad de la que dice ser poseedor le obliga a exigir
reciprocidad por parte del resto del mundo. Pero hay más de
uno que piensa que la verdad y la justicia que defiende el ex
periodista son su verdad y su justicia, "por lo que en algunos
casos sus juicios no son muy objetivos".

Pese a esto, quienes lo quieren y quienes podrían ser sus
detractores reconocen, al igual que él lo hace, que no odia a
nadie y que sus rencores le duran poco.

Al parecer, los problemas que no le tocan a él directamente,
pero sí a los objetivos de su trabajo, los trata con menos
pasión pero con igual frontalidad. Así, cuando se han
presentado problemas o diferencias entre los integrantes de su
grupo de realizadores o productores, él interviene a modo de
mediador o de árbitro.

Por lo general, cita a las partes en conflicto por separado y
les habla de sus virtudes y de lo importantes que son. El
efecto positivo es que, a pesar de que entre ellos la
situación no se solucione, continúan trabajando.

Propenso a meterse en problemas, tiende a bajar la tensión
intentando encestar en un pequeño tablero que tiene en su
oficina.

Otro remedio es la música. Siempre le acompaña Julio
Jaramillo, aunque, como un niño con juguete nuevo, le gusta
alardear ante sus cercanos con sus nuevos descubrimientos. Sus
colaboradores se acostumbraron a que les convoque a la
madrugada a su oficina, cuando terminaban alguna edición del
programa. Entonces, a todo volumen, escuchaban música por un
momento, hasta sentirse nuevamente frescos para seguir
trabajando.

También algunos lo recuerdan por su buen humor, el que le
brota en cualquier momento del día. Por lo general le gustan
los cachos con doble sentido. Los contaba a extranjeros en sus
viajes, apoyándose en sus dificultades idiomáticas. Su afición
por los viajes proviene de su vena de comunicador. Cuenta que
los medios de comunicación han quitado la novedad de regresar
de un viaje: reunir a los amigos y describir lo conocido. Por
ello, prefiere ser él quien cuente a través de la Tv. los
viajes a la gente.

Dentro de estos viajes está Internet. Entra en él con la misma
curiosidad que le lleva de paseo: descubrir y contar. Toda
esta información es conocimiento y para él eso es para todos.
Su aspiración: que el Ecuador ingrese a la sociedad de la
información con la misma intensidad que él lo hizo. Malu
Morelli, su esposa, está convencida de que es un optimista
incorregible. "Es un luchador y no se deja aterrorizar por los
problemas". Morelli es sincera cuando dice que vivir con
Ehlers tiene sus complicaciones, pero en todo caso no le
resulta aburrido.

EN PASTILLAS...

Las fortalezas

Organización * Le ha permitido coordinar el trabajo de hasta
400 personas con éxito.

Optimismo * Esta característica hace que pueda ver los lados
buenos de cualquier problema y enfrentarlo.

Liderazgo y creatividad * Lo ejerce naturalmente y posee una
gran capacidad de convocatoria. Siempre está pensando en una
nueva idea.

Las debilidades

Egocentrismo * Le llevaría a centrar la atención de los otros
alrededor de sus necesidades.

Intolerancia * En política, las criticas que le hacen no
siempre son bien recibidas y siente que provienen de gente que
le quiere perjudicar.

Subjetividad * Las relaciones de trabajo se confunden con las
personales. Por ello sus juicios podrían no ser objetivos.

La hoja de vida

Tiene 53 años * Nació en Quito el 30 de noviembre de 1945.
Está casado con Malú Morelli hace 22 años. Con ella tiene dos
hijos, Fernando de 19 y Carolina de 20 años. Su hijo mayor,
Raúl, es de su primer matrimonio.

Sus estudios * Cuatro años de jurisprudencia en la Universidad
Central del Ecuador. Becario de la Comisión Fullbright en
Davidson College, Carolina del Norte, Estados Unidos. Curso
especializado para dirección de televisión en Radio
Netherland, Holanda.

Su trabajo * Director de Producción de Canal 8 en Quito.
Director de Relaciones Públicas de la Organización
Latinoamericana de Energía. Consultor de comunicación y
cultura de la Unesco, Junta del Acuerdo de Cartagena.
Productor independiente de Tv. (Texto tomado de El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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