El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, pidió ayer más esfuerzo a la Policía para prevenir nuevas matanzas en e país.
Lo hizo tras la tragedia sucedida el viernes en un bar de Cali, en la que nueve personas murieron.
En un acto público en la localidad de Málaga, Santos dijo: "La Policía tiene que ponerse las pilas, como dicen. Lamentamos la muerte de nueve personas, esta masacre que sucedió en Cali". Para él es irrelevante si eso ocurre por ajustes de cuentas o ataques entre bandas de delincuentes, como presumen las autoridades, pues considera que eso no justifica la muerte de nadie.
Por ello, instó a redoblar esfuerzos para proteger la integridad y la vida de la gente.
El ataque ocurrió la noche del viernes en el bar La Barra, cuando un individuo irrumpió y comenzó a disparar contra una decena de personas que se encontraba en el lugar. Tres de ellos murieron en el acto.
Los otros seis fallecieron en los hospitales a los que habían sido trasladados tras el ataque. Los nueve eran hombres de entre 18 y 43 años. La Policía detuvo a un hombre de 18 años identificado como Johan Alexander Mosquera quien llevaba una pistola con un cargador adaptado para 35 cartuchos que estaba descargada. Otras cinco personas resultaron heridas. En una rueda de prensa ofrecida por las autoridades locales, el comandante de la Policía Metropolitana de Cali, Hoover Penilla, puntualizó que fue un ataque perpetrado por sicarios "focalizado y puntual", producto de un enfrentamiento de dos bandas delictivas de la zona. La Fiscalía se encuentra procesando la escena del crimen en el marco de la investigación de este ataque. Además, un equipo de la Policía Judicial (Dijin) viajó a Cali para ayudar al esclarecimiento de los hechos.
Según versiones de la prensa local, la masacre ocurrida el viernes es un problema recurrente y obedece a enfrentamientos liderados por bandas que se disputan el control del microtráfico de drogas y otros negocios ilícitos en esa región del país. (EFE/AFP)