La manifestación fue por el comentario del dueño de un restaurante tras una violación
Cientos de personas protestaron en minifaldas ayer, frente a un conocido restaurante de Bogotá para denunciar los comentarios realizados por el dueño del local, quien responsabilizó a una cliente violada en su establecimiento por su forma de vestir.
“Me parece increíble la forma de pensar de mucha gente”, dijo Angélica Zarul, de 23 años, quien protestó vestida con una minifalda afuera de una sucursal del establecimiento donde, a principios de mes, una joven denunció haber sido violada en el estacionamiento.
Tras conocerse los hechos, la semana pasada el dueño del establecimiento dijo a un medio local que la ropa que vestía la joven motivó la agresión. “Una niña que llega con un sobretodo y debajo una minifalda, ¿a qué está jugando?, y después, para exculpar pecados, diga que la violaron”, expresó el empresario.
Estas declaraciones provocaron indignación en muchos sectores sociales. “Lo que más me duele es que muchas mujeres también crean eso”, dijo Mar Candela, una de las manifestantes. “Creo que la reacción de Andrés tiene que ver con defender lo que piensan muchas personas”, señaló la congresista Ángela Robledo, representante de Bogotá, quien estuvo presente en la manifestación.
La protesta fue convocada a través de las redes sociales. El miércoles pasado, desde la cuenta de Twitter @Eldivanrojo, Alejandra Quintero difundió la información sobre un plantón en las afueras del restaurante en Bogotá, para manifestarse de forma respetuosa y pacífica, vistiendo minifaldas y/o sobretodos.
Después, los organizadores crearon un evento en Facebook denominado Plantón en minifalda, al cual se invitaron a cerca de 6 000 personas. En la descripción del evento reza: “Es una manifestación respetuosa y pacífica en el andén y en contra de la reproducción de estereotipos muy arraigados en nuestra cultura que les hacen daño a las mujeres día a día en sus casas, en las Comisarías de Familia, e incluso por los jueces”.
La protesta reunió a unas 100 personas, según la Policía, y 200, según los organizadores.
Los manifestantes gritaron consignas como “La minifalda no es una invitación” o “Cuando decimos no es no”. Muchos hombres también vistieron faldas en señal de protesta.
“Tiene que haber un cambio cultural desde la masculinidad”, dijo Pablo Bustos, perteneciente a la organización ciudadana Red de Veedurías. En este sentido, la Alta Consejería para la Equidad de la Mujer señaló en un comunicado que estas las declaraciones del dueño del restaurante conllevan un mensaje de justificación de la violencia sexual hacia la mujer, en el que se responsabiliza a la joven de la posible agresión a causa de la ropa que vestía.
Según este Instituto, la agresión sexual en Colombia es un fenómeno extendido. Hay dificultad para registrar los casos. En 2010 la tasa superaba los 44 casos por 100 mil habitantes.(AFP)