Mitos Sobre Las Relaciones Internacionales

MITOS SOBRE LAS RELACIONES INTERNACIONALES. Por Pablo Lucio
Paredes.

Guayaquil. 20.06.91. Las relaciones internacionales
constituyen sin duda, uno de los campos más prosperos para la
creación y el desarrollo de ciertos mitos que perduran durante
mucho tiempo y que son muy difíciles de eliminar. Un
interesante estudio publicado por la Fundación Heritage
muestra la falacia de algunos de estos planteamientos con
respecto al posible pacto de libre comercio entre los Estados
Unidos, Canadá y México.

Estos llamados mitos analizados desde el punto de vista de los
Estados Unidos, pueden agruparse en cinco puntos básicos.

1. Millones de trabajadores norteamericanos perderían sus
empleos porque no pueden competir con bienes mexicanos
baratos.

Este es el argumento de sectores muy protegidos en los Estados
Unidos, como el acero y el textil. En realidad, la mayor parte
de empleos en Norteamérica son creados en sectores de alta
tecnología, de ahí que la compra del exterior de bienes más
baratos intensivos en trabajo le permite a los Estados Unidos
liberar recursos par invertirlos en industrias de alta
tecnología y crear más empleos. Naturalmente, ciertos sectores
se ven afectados, pero son los que menos aportan al proceso de
creación de riqueza y de empleo nacional.

2. Las empresas americanas que invertirán en México como
resultado del acuerdo de libre comercio están disminuyendo los
recursos disponibles para expandir la industria de los Estados
Unidos y tornarla más competitiva.

Como ejemplo de este problema se pone en general a las
empresas maquiladoras. Ese argumento parte del concepto errado
de que existe un stock de capital fijo que al invertirse en
México disminuye automáticamente las disponibilidades en los
EEUU (un error similar se plantea en general con la
redistribución de la riqueza y con la creación de empleos: es
fácil olvidar el carácter dinámico de las economías).. En
realidad, la disponibilidad de capital es variable en función
de las posibilidades de inversión competitivas que existen en
el mercado, sea dentro o fuera del país. Si las empresas
americanas invierten en México es porque pueden producir
bienes más competitivos a través de una combinación adecuada
de alta tecnología norteamericana y salarios más bajos en
México.

Esta ventaja competitiva les permitirá aumentar sus
operaciones en los Estados Unidos también y en consecuencia
mantener o crear empleos.

3. México no es un gran mercado para los productos
norteamericanos por el bajo poder adquisitivo de la población.

En la práctica, tal como se ha observado en los últimos cinco
años, una economía como la mexicana va a adquirir bienes
norteamericanos en cantidades atractivas, a pesar de tener un
nivel de ingreso per-capita relativamente bajo, y esto a
partir de una sola premisa: que haya un mínimo de crecimiento
económico. Es más, el acuerdo de libre comercio va a dar un
mayor empuje a la economía mexicana, lo que incrementará, sin
duda, sus requerimientos externos ( se estima que
exportaciones por 1 mil millones de dólares permitan aumentar
el empleo en 22.800 unidades).

4. Empresas americanas se trasladarán a México para evitar
regulaciones estrictas sobre control del medio ambiente y
calidad, lo que disminuirá el empleo en los Estados Unidos.

Evidentemente, las regulaciones respecto al control del medio
ambiente tienen un costo para las empresas, lo que puede
disminuir su competitividad frente a empresas simlares
instaladas en México. Sin embargo, se observa que las
regulaciones en este campo en México son muy similares a los
Estados unidos y que está avanzando a un ritmo muy rápido en
la capacidad de aplicación y control de dichas regulaciones,
de ahí que la diferencia de costos va a ir desapareciendo
rápidamente.

5. Aumentará el flujo de inmigrantes ilegales hacia los
Estados Unidos.

Se considera que con el acuerdo de libre comercio va a
aumentar el número de empresas situadas en la zona fronteriza,
lo que va a atraer más mexicanos del interior, aumentando por
la proximidad sus probabilidades de emigración hacia los
Estados Unidos. Asimismo, se cree que con el aumento de la
renta per-capita en México habrá más gente que pueda pagar el
costo del traslado hacia el norte (en efecto, no son los más
pobres lo que cruzan la frontera, sino los que pueden pagar la
costosa emigración).

En realidad, la recuperación de la economía mexicana y la
mejora del ingreso, especialmente en zonas rurales, va a ir
eliminando el incentivo (principalmente económico) para la
emigración (A-2).