Tensión entre Caracas y Bogotá
Caracas. El vicepresidente de
Venezuela, Ramón Carrizales, aseguró que los nueve ciudadanos colombianos encontrados muertos la semana pasada, en el estado Táchira (sur), eran "paramilitares" que preparaban un plan desestabilizador contra Caracas.
Carrizales negó que los hombres hayan sido simples vendedores de maní, como afirman ciertas autoridades colombianas, "porque llevaban una vida que no se corresponde con los ingresos de un manicero".
El segundo mandatario explicó que su presencia en territorio venezolano obedece a un plan de infiltración paramilitar auspiciado por Bogotá y Washignton para causar problemas al Gobierno de
Hugo Chávez.
Según el funcionario, "la violencia que impusieron" las víctimas durante el tiempo que estuvieron en Venezuela y la preocupación que demostró el Gobierno
colombiano sobre el hecho sustentarían la versión del paramilitarismo.
Acusaciones de espionaje
Las autoridades colombianas anunciaron que deportaron al sargento del Ejército venezolano José Gamardo Barreto, quien fue detenido en la localidad fronteriza de Paraguachón, el sábado pasado.
Según el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS), tras el interrogatorio realizado a Gamardo Barreto, se determinó que poseía información sensible para la seguridad de Colombia. (AFP)