LA DECLARACIÃN de "urgencia" para comprar tuberÃa en Petroproducción sirvió poco: entre junio y noviembre de 2004 se declararon desiertos tres concursos y finalmente se compró a una empresa que demoró las entregas del material.
UN DESCUIDO CASI FRENA ACTIVIDAD PETROLERA DEL PAÃS
LA ESCASEZ de tuberÃa para la perforación de pozos se inició en 2000 y todavÃa no se soluciona.
Desde hace cinco años, la empresa Petroproducción, filial del sistema Petroecuador, arrastra un problema de escasez de tubos de perforación.
La situación se tornó crÃtica a mediados de 2004, cuando fue necesaria una declaratoria de emergencia para acelerar los procesos de adquisición de tuberÃa para lÃneas de flujo, necesarias para el normal desarrollo de las actividades petroleras.
Era tan grave el problema que, en más de una ocasión, el personal del Distrito Amazónico se vio obligado a utilizar tuberÃa del sistema termoeléctrico que alimenta de energÃa a los campamentos de Petroecuador, según comentan empleados de la filial. De esta forma se evitaba que se paralizara la producción.
Un miembro que actuó en el Consejo de Administración de Petroecuador (CAD) el año anterior, quien pidió mantener su nombre en reserva, lo confirma. Dice que muchos tubos que debieron haber sido dados de baja tuvieron que ser reutilizados.
Es que una paralización de los pozos petroleros que opera Petroproducción le hubiera costado al paÃs $10 mil diarios, además del lucro cesante por no perforar: $150 millones anuales más las multas, explica el actual vicepresidente de esa filial, Kléver Peláez GarcÃa.
La escasez se arrastraba desde 2000, cuando el Distrito Amazónico empezó a requerir la tuberÃa. Desde entonces, hubo siete procesos de compra cancelados, según consta en un documento de la ContralorÃa General del Estado al que tuvo acceso BLANCO Y NEGRO.
Eso llevó al entonces presidente ejecutivo de Petroecuador, Luis Camacho, a declarar la emergencia y, con ese marco, el 12 de junio de 2004, Petroproducción invitó a las empresas nacionales y extranjeras, fabricantes y/o distribuidores autorizados a presentar propuestas para la adquisición de tuberÃas de revestimiento, producción y lÃneas de flujo, bajo la modalidad de contratación directa.
Esto evita la demora en los procesos porque se eluden varios pasos preliminares como el informe previo de la ContralorÃa, entre otros requisitos legales que se aplican a las licitaciones públicas. (AA)
LAS ESPECIFICACIONES TÃCNICAS
La tuberÃa requerida para la perforación de los pozos petroleros consistÃa en conjuntos (sartas) compuestos por tres elementos: el tubo casing de 7 pulgadas de diámetro, que va desde la superficie hasta la profundidad total del pozo (10 mil pies en promedio); un tubo interior, de producción, que tiene 3 1/2 pulgadas; y un tubo de revestimiento de 10 3/4 pulgadas.
La declaratoria de emergencia buscaba adquirir 250 mil pies de tubo casing de 7 pulgadas; 750 mil pies de tubo de producción de 3 1/2 pulgadas; y 75 mil pies de tuberÃa de 10,3/4. También 350 mil pies de tuberÃa para lÃneas de flujo de 4 1/2 pulgadas, entre otros materiales. Todo por $11 329 528 CFR (costo y flete) Esmeraldas.
El reglamento sustitutivo de Petroproducción, al referirse a la contratación directa, dispone que se adoptará esta modalidad exclusivamente en situaciones de emergencia, fuerza mayor o caso fortuito, calificadas previamente por el presidente de Petroecuador
Procesos demoran pese a "emergencia"
EL CONSEJO DE Administración declaró desiertos tres concursos de ofertas entre junio y octubre de 2004.
El CAD declaró desiertos tres concursos para la adquisición de tuberÃa y los accesorios, válvulas y fittings para la instalación de lÃneas de flujo, pese a que Petroecuador habÃa declarado la emergencia.
Al primero (ver nota anterior), con un precio referencial de $11 329 528, se presentaron 30 ofertas, de las cuales únicamente las compañÃas Tenaris, Sinopec y Tubocaribe calificaron para la fase de adjudicación.
Esto lo hizo una comisión conformada para evaluar las propuestas, que incluso recomendó contratar con Tenaris. El concurso fue declarado desierto.
Las ofertas del segundo proceso debÃan llegar a Petroproducción entre el 14 y el 18 de octubre de 2004.
En esta ocasión, Petroproducción habÃa dividido los contratos: una invitación era para la adquisición de tuberÃas; y otra para compar válvulas, accesorios y fittings. Ambos fueron declarados desiertos. Según la ContralorÃa se presentaron cuatro propuestas, entre ellas la firma Tenaris.
Hubo un tercer concurso. Las ofertas debÃan llegar a Petroproducción el 30 de noviembre de 2004. También fue declarado desierto. Según un ex miembro del CAD, los contratos no se adjudicaron por: incumplimiento de los términos de referencia y porque no mantuvieron las ofertas. (AA)
Empresa de servicios "socorre" a la filial
LA CLÃUSULA de un contrato permite a una firma ecuatoriana proveer material que no es de su lÃnea.
Mientras el Consejo de Administración de Petroecuador (CAD) declaraba desiertos los concursos, Petroproducción solicitaba a la firma Dygoil la provisión de 200 mil pies de tuberÃa line pipe de 4,1/2 pulgadas, con el carácter de urgente.
Esto lo hizo el 11 de agosto de 2004, mediante un oficio enviado al gerente general de esa empresa, César Guerra.
Dygoil no habÃa participado en los concursos indicados ni está registrada como proveedora de tuberÃa para perforación de pozos. Es una empresa ecuatoriana que, desde hace 19 años, se dedica a brindar servicios petroleros.
Es asà como, el 22 de enero de 2004, esa firma habÃa suscrito un contrato con Petroproducción (nº. 2004-005), para la prestación de servicios de reacondicionamiento de pozos, con dos torres permanentes en pozos verticales, horizontales o direccionales en el Distrito Amazónico, por $4 352 244.
La cláusula 9.6 de ese contrato se denomina "Costos reembolsables", cuyo numeral 9.6.1 establece: "En caso de que Petroproducción decida que el contratista proporcione determinados materiales y servicios utilizados conjuntamente o no con los trabajos que el contratista debe realizar, de conformidad con este instrumento.
Petroproducción reembolsará al contratista según el costo real debidamente documentado del material entregado en la locación del pozo o en otro lugar, más el 7% por administración".
Petroproducción se basó en esa cláusula para pedir que proveyera los tubos una empresa de servicios. (AA)
Polémica Adjudicación de contratos
DOS EMPRESAS que ofertaron en los concursos desiertos venden los tubos.
La empresa de servicios Dygoil actuó como intermediaria entre Petroproducción y Tubocaribe para la provisión de 200 mil pies de ese material, de caracterÃsticas line pipe de 4,1/2 pulgadas.
Tubocaribe se presentó al primer concurso convocado por Petroproducción que fue declarado desierto, aunque su oferta fue calificada como una de las tres mejores.
A nombre de esa empresa, Dygoil puso a consideración una oferta por $1 270 181,61.
El 19 de agosto, Petroproducción aprobó la adquisición por cuanto âel plazo de entrega es corto (20 dÃas luego de confirmada la orden de compra y apertura de carta de crédito), por ser material de stock y cumple con lo requeridoâ.
En el concurso desierto, Tubocaribe ofertó $4,94 por cada pie de tuberÃa; en agosto, cuando fue contactada por la intermediaria, la cotización fue de $6,73/pie. El precio del acero subÃa aceleradamente.
En enero del presente año, Petroproducción pagó a Dygoil $1 660 056, 51, por tanto, "el costo por cada pie de tuberÃa llegó a $8,30", según observó la ContralorÃa en un borrador de informe, cuyo contenido ha sido "desvanecido totalmente", según la firma intermediaria.
La tuberÃa tampoco llegó en 20 dÃas, pues fue recibida en las bodegas de Lago Agrio el 30 de octubre de 2004. Hubo un retraso de 73 dÃas.
Tras declarar desiertos el segundo (se hizo en dos invitaciones con la división de los Ãtems) y tercer concurso, el 5 de noviembre de 2004, Petroproducción recurrió nuevamente a Dygoil, que otra vez actuó bajo el amparo de la cláusula "Costos reembolsables" de su contrato por servicios.
Esta ocasión se trataba de comprar 750 mil pies de tuberÃa de 3 1/2 pulgadas, 250 mil pies de siete pulgadas y 75 mil pies de 10 3/4 pulgadas.
Dygoil respondió que reactivaba la oferta de la firma Tenaris (se presentó al primer concurso y no fue adjudicada).
Cabe indicar que Petroproducción habÃa cambiado el pedido: 100 mil pies de tuberÃa de 3,1/2, 100 mil pies de tuberÃa de siete pulgadas y 30 mil de 10,3/4. La oferta fue por $3 872 500.
Luego pidió a Dygoil otra oferta por el doble de las cantidades anteriores de tuberÃa. Esta fue de $7 127 000. En total, las dos cotizaciones de Tenaris ascendieron a $10 999 500. (AA)
ContralorÃa solicita explicaciones
EL INFORME definitivo recogerá los descargos presentados por las partes.
La ContralorÃa pidió explicaciones porque, a su juicio, la primera oferta de Tenaris fue de $3 394 300. La segunda fue de $8 076 900.
En un borrador de informe (el definitivo se hace luego de tener las versiones de las partes), se considera que, en el primer caso, Dygoil proporcionó el material por $3 872 500, más $271 075 en concepto de 7% de gastos administrativos "que no le correspondÃa" porque en su contrato por servicios "no se previó la adquisición de tuberÃa sino de otro material al que sà se reconocÃa el porcentaje".
En el segundo caso, dice que Tenaris ofertó por $8 076 900, "sin embargo, la Dygoil presentó una oferta por $10 999 500".
La intermediaria respondió a la ContralorÃa que verificara si la validez de las ofertas, las cantidades y condiciones de entrega ofrecidas por Tenaris directamente a Petroproducción eran las mismas que constan en la de Dygoil y que correspondÃan a 10 sartas de tuberÃa de stock y 20 sartas para fabricación.
Esta última servÃa para 30 pozos. La primera oferta de Tenaris era para 10 pozos.
Tres gerentes de Dygoil, Iván Bedoya, Octavio Scacco y Adolfo Chiriboga, dijeron a BLANCO Y NEGRO que su intermediación constituyó un "favor" por la emergencia que atravesaba Petroproducción. Aseguraron que la empresa no ganó sino perdió con el contrato, porque la filial todavÃa debe más de $1 800 000.
Indicaron que es legÃtimo el cobro del 7% de costo administrativo, con base en la cláusula 9.6 del contrato.
En cuanto a los incrementos de los costos entre lo ofertado inicialmente por Tubocaribe y Tenaris y lo pagado por la filial a través de Dygoil, señalaron que el precio del acero ha aumentado diariamente a escala mundial (ver cuadro).
Sobre la demora en los tiempos de entrega, reconocieron que hubo un retraso en la tuberÃa contratada en agosto de 2004 (Tubocaribe), a pesar que esta llegó a Esmeraldas en septiembre porque hubo inconvenientes con los documentos de importación, lo que obligó a rehacer todos los trámites.
En cuanto al contrato de noviembre 2004 (Tenaris), dijeron haber realizado tres entregas entre el 4 de enero y el 11 de marzo de 2005.
Esto ha permitido a Petroproducción continuar sus operaciones, precisaron. (AA)
"CAD NO DEBIÃ TUMBAR LOS PROCESOS INICIALES"
UN EX INTEGRANTE de ese Consejo justificó los procedimientos, pero no quiso ser mencionado. A los otros no fue posible localizarlos.
El actual vicepresidente de Petroproducción, Kléver Peláez, considera desacertada la actuación del anterior Consejo de Administración de Petroecuador (CAD), de haber abortado los concursos en el momento en el que la filial necesitaba con urgencia las tuberÃas.
El funcionario no encuentra que haya habido motivos contundentes para que el CAD echara abajo esos procesos.
Sobre la decisión de sus antecesores, de comprar a través de Dygoil, sostiene que no les quedaba otra alternativa, porque con los altos precios del crudo (oscilaron entre $33 en junio, $37 en octubre y estuvo por debajo de $27 en diciembre) los pozos no podÃan dejar de producir.
Sobre la investigación que lleva adelante la ContralorÃa, Peláez cree que Petroproducción ha deslindado cualquier responsabilidad, por lo que pide emitir de una vez el informe definitivo.
Indica que las observaciones preliminares no se ajustan a criterios técnicos, pues la entidad de control ha comparado las ofertas presentadas a mediados del año anterior por Tenaris y Tubocaribe, con los precios pagados por Petroproducción (más altos), sin tomar en cuenta la elevación continua de los precios del acero, debido al imparable consumo de China.
Peláez señala que todavÃa no se soluciona totalmente el desabastecimiento de tuberÃa, "aunque la situación no llega a niveles extremos". Afirma que de mantenerse estables los procesos licitatorios que están en marcha para comprar el material, no habrá problemas hasta enero de 2006.
Indica que, en caso de presentarse alguna urgencia, no dudará en utilizar la cláusula de gastos reembolsables que tienen algunos contratos de servicios (como el de Dygoil).
Otra alternativa es que el Gobierno, a futuro, pueda realizar convenios con otros gobiernos para la provisión de tuberÃa. Esto facilitarÃa las compras directas.
Para 2006, Petroproducción tiene previsto realizar compras por $40 millones, para lo cual se han subdividido los montos de los contratos, a fin de no adquirir a un solo proveedor.
Esto deberá contar con la aprobación del CAD, "para que los procesos no se caigan".
Otra alternativa es calificar listas públicas de precios. El pasado 22 de octubre se publicó la invitación con ese fin. (AA/MAR)
Kléver Peláez, actual vicepresidente de Petroproducción, pide a la ContralorÃa emitir el informe definitivo sobre la contratación efectuada con Dygoil
PUNTO DE VISTA
Petroproducción, ¿mala práctica petrolera?
PodrÃa resultar que luego del examen final de la ContralorÃa General del Estado, en realidad, no se encuentre ninguna anomalÃa en el lÃo por la provisión de tuberÃas a Petroproducción; no obstante, sà quedará en la conciencia de quienes declararon desierto el concurso para la provisión de tuberÃas y luego debieron comprar, de manera precipitada, que debieron obrar de mejor forma.
Solamente esta acción es suficiente ejemplo para que se enmienden los procedimientos, y que todo funcionario se atenga a lo que estipulan los manuales, las normas y los reglamentos que debe tener una institución de la envergadura de Petroproducción, tratándose de adquisiciones y negocios.
Solamente asà no habrá las sospechas que siempre dejan acciones como las que tomaron los miembros del CAD, el directorio polÃtico de Petroecuador, en 2004.
Y es que, tratándose de una de las Petros, que maneja importantÃsimas sumas de dinero y que controlan el negocio más preciado del Estado ecuatoriano, no puede haber acción alguna que tenga visos de negligencia.
En el caso de la adquisición de tuberÃas de perforación, existe ya un borrador de informe de la ContralorÃa que está siendo desvirtuado.
Incluso los directivos de Dygoil lo desestiman, puesto que, para ellos, su actuación fue correcta y constituyó, más bien, âun favorâ a Petroproducción, que estaba en emergencia.
La compra de tuberÃas de perforación, ¿se tratarÃa, entonces, de una mala práctica petrolera? (TFF))(BLANCO Y NEGRO)