Solo una firma, de las tres que intervinieron en el proceso, podría cumplir todos los requisitos que constan en lel reglamento del concurso, que otorga una calificación de 50 puntos solamente a la experiencia del personal, mientras el tiempo en actividades de operación de generadoras y transmisoras eléctricas, tiene 15 puntos en conjunto
Solo tres de nueve compañías, nacionales y extranjeras, que adquirieron las bases del concurso de ofertas para la prestación de servicios de operación, mantenimiento y logística para la central hidroeléctrica Paute, se presentaron al referido proceso.
La decisión de no presentarse al concurso de la mayoría de firmas interesadas tendría que ver con cuestionamientos a las bases que estarían orientadas a favorecer a una empresa nacional, denunciaron a BLANCO Y NEGRO miembros de dos de las compañías extranjeras que compraron las bases pero no entregaron sus propuestas a Hidropaute.
Cuando el pasado 5 de septiembre el presidente del Comité de Concurso de Ofertas de Hidropaute, capitán Milton Ordóñez, que también preside el Fondo de Solidaridad (FS), convocó al concurso, adquirieron las bases las siguientes firmas: Ecuaelectricidad, Soluziona Operación y Mantenimiento, Esgem Worldwide Corporation, Tesca Ingeniería del Ecuador, Sipetrol, Skanska Ecuador, General Electric Inc, Ansaldo Energía SPA y Alstom.
Para el 31 de octubre, cuando se abrió el sobre número uno de las ofertas que contiene el componente financiero y el capital de trabajo y patrimonio de los oferentes, solo se presentaron las tres primeras. Las demás se abstuvieron de participar en el concurso, tras analizar el contenido de las bases.
Estas piden a las compañías tener tres clases de experiencias:
1) especializada, que se calcula sobre la base de los años en actividades vinculadas en el sector eléctrico, en transmisión y distribución, con una calificación de ocho puntos;
2) específica, que se calcula en base de los años de experiencia en operaciones y mantenimiento de centrales de generación eléctrica, con una calificación de siete puntos; y,
3) experiencia del personal, con una calificación de 50 puntos.
De esta forma, Hidropaute otorga solo siete puntos a la experiencia en operaciones y mantenimiento de centrales de generación, cuando ese es el objeto del concurso y 50 puntos a la experiencia del personal, al que para calificarlo técnicamente exige certificaciones laborales firmadas por el representante legal de la compañía a la cual el trabajador prestó sus servicios.
Este fue el primer escollo que encontraron las empresas, pues la mayoría del personal local ha trabajado con el desaparecido Inecel, pero Hidropaute solo exigió la certificación del patrono, aunque el liquidador hizo saber su incapacidad de emitir dichos documentos por falta de documentación.
A esto se añade que a nueve días del plazo de presentación de ofertas, Hidropaute indicaba que en el caso de los trabajadores del ex Inecel aceptaría certificaciones emitidas por el liquidador, complementadas con declaraciones juramentadas ante notario público, así como una copia notariada del carné de afiliación al Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), so pena de descalificación del personal.
El representante de una de las firmas extranjeras señaló a este Diario que no hubo el tiempo suficiente para realizar esos trámites porque Hidropaute negó la solicitud de una posterior ampliación de plazo.
Las compañías internacionales también se mostraron extrañadas de que en el contrato se aceptaran garantías emitidas por compañías de seguros (también pueden ser bancarias), lo que permitiría participar a empresas con cupo bancario bajo, o sea solvencia limitada.
Asimismo, detectaron problemas en el cambio de los parámetros de criterios para la valoración de las ofertas, entre los índices económicos que constan en el proyecto de contrato y las bases del concurso, lo que "permite pensar que se está tratando de dirigir la adjudicación", dijeron.
Así, en el proyecto de contrato se establecía que "el incumplimiento de alguno de los índices financieros mínimos señalados no constituyen causa de rechazo o descalificación de una propuesta, debiendo el Comité de Contrataciones analizar la conveniencia de calificar dichas propuestas".
En cambio las bases estipulan que su incumplimiento es causa de descalificación.
En este tema, criticaron que el índice financiero de rentabilidad igual o mayor al 10% en el último año solicitado por Hidropaute, difícilmente pudiera ser cumplido por grandes firmas extranjeras debido a la magnitud de su patrimonio, pues explicaron que estas se sienten satisfechas con el 2%, porque al reinvertirse las ganancias en las propias compañías, no aparecen en los balances con ese nombre.
De esta forma, puntualizaron que lo cuantioso de los activos de las empresas millonarias haría difícil que su rentabilidad anual fuera de la magnitud de la requerida, por lo que consideran que "esto trata de favorecer a empresas pequeñas en detrimento de las grandes compañías con patrimonio considerable".
A todo esto, Hidropaute emitió un claro mensaje de que no es seguro que la economía nacional continúe dolarizada, al establecer en las bases que la forma de pago del contrato será realizada en dólares "o en la moneda de curso legal a la fecha de pago según la cotización del dólar de Estados Unidos de Norteamérica a la fecha de pago", lo que tendría la finalidad de ahuyentar a las firmas extranjeras y evitar que estas coticen en este concurso, manifestaron los denunciantes. (AA)
"El negocio está en el overhaul de las 10 turbinas"
Fuentes del sector eléctrico manifestaron que más allá del valor del contrato, "la verdadera ganancia" está en los trabajos de overhaul de las turbinas, en el capítulo 10 las bases del contrato se señala que el operador contratista se obliga, adicionalmente, a prestar sus servicios de overhaul de las unidades de generación de la central Paute, con una oferta económica aparte, es decir que tiene la primera prioridad, para obtener este contrato que es diferente del contrato central.
Anotaron por este trabajo Hidropaute paga cerca de $1 millón por cada una de las 10 turbinas que tiene la central.
La convocatoria al concurso de ofertas Nº HPSA-004-CO/2003 invita a las personas jurídicas nacionales o extranjeras, domiciliadas en el Ecuador, a presentar ofertas para los servicios de operación, mantenimiento y servicios logísticos para la central hidroeléctrica Paute, que corresponde a la actual planta de generación Molino.
Señala que el concurso tiene un presupuesto referencial mensual de $343 mil sin el Impuesto al Valor Agregado (IVA), durante la vigencia del contrato, programado para cuatro años desde el 1º de enero de 2004. El presupuesto referencial total es de $16 464 000. (AA))
La compañía que opera la central Paute es adjudicada tres veces seguidas
Ecuaelectricidad es una empresa de ex trabajadores del desaparecido Inecel, que empezó con un capital de $24 mil
Pese a que compraron las bases, varias compañías no se presentaron al concurso bajo el supuesto de que el proceso estaría orientado a favorecer a la firma Ecuaelectricidad, que actualmente presta servicios de mantenimiento en la central Paute.
En la práctica, esta opera desde el 1º de abril de 1999, cuando sus actuales accionistas, las compañías Unomás, Unomser y Modosei, firmaron contratos por 14 meses con Hidropaute tras haber sido declarado desierto un concurso internacional convocado en marzo de ese año.
Los contratos (operación y mantenimiento con Unomás y Unomser, y servicios generales de comedor y medicina ocupacional con Modosei) finalizaron el 31 de julio de 2000, pero posteriormente el Directorio de Hidropaute decidió unificarlos y autorizó a su presidente ejecutivo, René Morales, a firmar un solo contrato, mediante un "proceso especial por excepción (sin licitación)" con la firma Ecuaelectricidad, lo que se cumplió el 19 de septiembre de ese año. En ese documento se establecía un plazo de cinco meses, desde el 1º de agosto hasta el 31 de diciembre de 2000.
En el intermedio, Ecuaelectricidad se había constituido como sociedad anómina el 11 de abril de 2000, con las accionistas Unomás, Unomser y Modosei, con un capital suscrito de $24 mil en partes iguales.
A mediados de diciembre, Hidropaute prorrogó el contrato con Ecuaelectricidad por cinco meses: desde el 1º de enero hasta el 31 de mayo de 2001, y posteriormente aprobó un adenda que incrementó el plazo por otros dos años: desde el 1º de junio de 2001 hasta el 31 de mayo de 2003, el cual se habría extendido hasta el último día de este año, cuando está prevista la entrada de un nuevo operador, para lo cual se convocó al concurso de ofertas motivo de este informe.
Los accionistas de las tres empresas socias que formaron Ecuaelectricidad se repiten en la nóminas de personal técnico de mantenimiento, operación y logística de esta última.
Hasta el 19 de septiembre de 2000, cuando se firmó el contrato unificado con Hidropaute, constaban como accionistas de Unomás, Unomser y Modosei: Marcelo Palacio Bermeo, Pablo Silva Solórzano, Manuel Calle Rodríguez, Milton Espinoza Hernández, Jorge Carrera Espinoza, Abel Almendáriz Puente, Carlos Cañar Cruz y Patricio Marcillo Vaca.
Para entonces, Unomas, Unmoser y Modosei declaraban un capital de $200 mil, cada una. El 19 de diciembre de 2002, tras dos años y medio de operación en Paute, Ecuaelectricidad aumentó su capital social pagado a $900 mil y el autorizado a $1 800 000.
El 13 de octubre de este año, cuando una de las empresas que adquirieron las bases (Sipetrol), cuestionó el concurso con el argumento de que estas podrían beneficiar a la la firma cuencana, el presidente de la Cámara de Industrias de esa ciudad, Claudio Patiño, señaló que deberían desecharse esos comentarios "orientados a desprestigiar la participación de empresas nacionales que contribuyen al bienestar colectivo".
Además de operar actualmente Paute, Ecuaelectricidad presta servicios a Electroaustro, a la Empresa Eléctrica Centro Sur y, junto a Energymos, trabaja en la operación y mantenimiento de Agoyán. (AA)
POLEMICA
Las "reglas de juego" para este concurso difieren de las anteriores
Una de las objeciones de las empresas que se abstuvieron de presentar ofertas tiene que ver con la calificación de 50 puntos que otorga Hidropaute al personal, y consideran que esto favorecería a Ecuaelectricidad.
Argumentan que los únicos trabajadores que cumplirán con este requisito son los que pertenecen a esa compañía, porque en este caso le corresponde a Ecuaelectricidad otorgar las certificaciones, a diferencia de los demás que tienen que presentar declaraciones notariadas del liquidador del ex Inecel así como del carné del Seguro.
Adicionalmente, en el cuadro general de valoración incluido en las bases, se establecen ocho puntos para el personal técnico, siete para la experiencia en actividades de operación y mantenimiento de centrales de generación eléctrica, el costo total de la oferta está valorado en 35 puntos. Todo lo cual da un total de 100 puntos.
Al haberse convertivo el tema del personal en la mayor calificación del concurso, quienes cuestionan las bases aseguran que los directivos de Ecuaelectricidad habrían prohibido a sus empleados que entregaran sus hojas de vida a otras empresas, lo que catalogan como una "práctica poco ética".
Asimismo, los denunciantes afirmaron que en una licitación anterior, Hidropaute ponía reglas de juego diferentes: calificaba al personal con 20 puntos, daba otros 27 para las referencias sobre las centrales de generación operadas por los oferentes más la energía producida, cinco a las referencias internacionales, cinco al equipo deficitario comprometido y otorgaba 35 puntos al costo final para la empresa.
Indicaron que en esa ocasión los oferentes debieron acreditar experiencia en operación y mantenimiento de al menos una central similar a Paute, con un mínimo de seis unidades, una capacidad mínima de 100 megavatios (MW) cada una y con un tiempo de operación comercial continuado no inferior a dos años en los últimos ocho años.
Añadieron que para entonces Hidropaute requería a los oferentes documentación sobre las centrales de generación que operaban a la época y desde tres años antes de la fecha de la convocatoria; pedía características técnico-operativas; información sobre la energía producida al año por operación; índice de disponibilidad obtenido en el último año de operación de una central similar al objeto del concurso; organización y personal comprometido para la operación y mantenimiento de la central, entre otros. (AA)
Autoridades niegan que la licitación haya sido "arreglada" con una empresa
El Comité Especial de Contrataciones abrió el sobre Nº 1, el pasado 31 de octubre, en la sede de Hidropaute, en Cuenca
El 29 de septiembre pasado, HOY publicó sobre los primeros cuestionamientos al concurso para la prestación de servicios de operación, mantenimiento y logística de la central Paute.
La nota señalaba que una de las interesadas, Sipetrol, había denunciado que las bases del concurso beneficiarían únicamente a Ecuaelectricidad, "empresa nacional conformada por los empleados del ex Instituto Ecuatoriano de Electrificación, que ha venido operando la central en los últimos tres años".
Como reacción, el gerente del Fondo de Solidaridad, Milton Ordóñez, envió una carta a Sipetrol en la que manifestaba que el concurso está abierto a todas las empresas nacionales y extranjeras que reúnan los requisitos de Ley.
Añadía que el presidente de Hidropaute, René Morales, informó que los participantes tenían la obligación de revisar antes las bases de presentar las ofertas, y "si Sipetrol vio que el concurso estaba dirigido, ¿por qué ingresó su documentación?".
Sipetrol, que para intervenir en el concurso se había unido con la firma Empresas Públicas de Medellín (compañía que opera y presta servicios eléctricos), cuestionaba la exigencia de Hidropaute de que las personas jurídicas extranjeras debían domiciliarse en el Ecuador para presentar las ofertas. A lo que Morales indicó que podían hacerlo hasta la firma del contrato.
Sobre otros requisitos, como tener una rentabilidad superior al 10% del patrimonio, Morales indicó que el propósito es asegurar la solvencia de las empresas, porque una firma con menos de ese porcentaje "entraría a pérdida".
A su vez, el presidente de Ecuaelectricidad, Marcelo Palacios, decía que la empresa comenzó a trabajar con un capital social de $24 mil, pero que ahora tiene un capital de $924 mil y una nómina de 200 personas.
La convocatoria señalaba que el Comité de Concurso de Ofertas se reuniría el 10 de octubre de 2003 para proceder a la apertura del sobre Nº1, en presencia de los representantes de los oferentes que desearen asistir. Posteriormente el plazo fue ampliado hasta el viernes 31 de octubre.
Según la versión de una persona que asegura haber estado en el lugar en esa fecha, aparentemente fue abierto el sobre Nº 2 de una de las firmas oferentes en lugar del que estaba signado con el Nº 1, para evitar que esa "equivocación" anulara el proceso las autoridades lo habrían atribuido a un "error de buena fe" de la persona encargada de abrir el sobre.
Aunque en el sobre Nº 1 básicamente consta información general sobre las empresas intervinientes, el Comité de Concurso de Ofertas designó una comisión técnica especial para analizar esos documentos, y cuando concluya esa labor Hidropaute debe notificar el resultado a los oferentes calificados, luego de lo cual se notificará sobre la fecha y el lugar de la apertura del sobre Nº 2, con la propuesta técnica.
Posteriormente se deberá abrir un tercer sobre, que deberá contener la propuesta económica. "Este sistema es inusual, complica la vida a los oferentes serios y, sobre todo, deja a la comisión evaluadora más margen discrecional", manifiestan quienes cuestionan el procedimiento. (AA)
Por intermedio del Fondo de Solidaridad, el Estado es propietario de Hidropaute
El presidente del Fondo de Solidaridad es el presidente nato del Directorio así como del Comité Especial de Contrataciones
Hidropaute es una compañía de generación hidroeléctrica, de derecho privado, cuyo único accionista es el Estado ecuatoriano a través del Fondo de Solidaridad (FS).
Por consiguiente, el presidente nato de la compañía es el titular del FS, capitán Milton Ordóñez, quien también preside el Comité de Concurso de Ofertas. El Directorio de Hidropaute también está integrado por Hernando Merchán, Eduardo Escobar, Luis Minchala y Magali Molina.
El presidente ejecutivo de la empresa es René Morales Cardozo.
El pasado 14 de abril, el presidente Lucio Gutiérrez fue testigo de honor de la firma del contrato de concesión del proyecto Mazar a Hidropaute, la cual se hizo cargo del diseño, financiamiento, construcción, administración y operación del proyecto.
En el acto, celebrado en la Gobernación del Azuay, la compañía se comprometió a ejecutar la obra en cuatro años, con una inversión de $362 millones. Los trabajos deberán iniciarse en enero de 2004.
Según el balance general de la empresa, de 2002, los activos suman $941 148 925, tiene pasivos por $390 588 482 y su patrimonio es de $550 560 442.
La producción, el año anterior, alcanzó los 4 557, 7 Gigavatios hora (GW-h), este fue el tercer registro más alto desde 1996, según información obtenida de la página web de Hidropaute. Esto representa, dentro del mercado el 40,13% de la generación y del total del año anterior vendió 4 532,20 GW-h, a las empresas de distribución del Fondo de Solidaridad (49%), a los grandes consumidores (1,25%), al mercado ocasional (35,08%) y a los adicionales (16,57%).
El precio para el mercado ocasional es de 3,409 centavos de dólar por cada kilovatio hora y al resto del mercado cotizó en 1,788 centavos de dólar. Es decir que tiene un valor ponderado de 2,356 centavos.
El año anterior, los ingresos netos fueron de $138 246 355. De esos, $106 790 133 (equivalentes al 77,25%) corresponden al valor de la energía.
La rentabilidad operativa en 2002 fue del 46% y, según la información de la empresa, no hubo utilidades importantes por la amortización de la pérdida, causada por el diferencial cambiario de 1999 y 2000 cuando Ecuador adoptó el sistema de dolarización.
Ha complicado su operatividad la sedimentación de la laguna. (AA-LB).
PUNTO DE VISTA
Lo único que se quiere es transparencia
La inversión privada jamás vendrá a Ecuador si es que no somos capaces de anular cualquier sospecha, por más pequeña que esta sea.
El tema es harto delicado, puesto que tiene que no solamente con el futuro económico del país, uno de cuyos puntales deben ser los capitales extranjeros, sino en especial con la seguridad jurídica, así como con la imagen que tenemos que proyectar de que Ecuador es un país de gente honesta; como en efecto son la mayoría de los ciudadanos.
Por eso, es bueno que cuando hay cuestionamientos estos sean dilucidados, abriendo archivos, mostrando cifras y exhibiendo los detalles de las empresas, a fin de que quien resulte ser la ganadora en un concurso, sea la empresa que mejor oferta ha hecho y la que mejores garantías ha demostrado.
En el caso del concurso de ofertas para la prestación de servicios de operación, mantenimiento y logística para la central hidroeléctrica Paute existen dudas de varias de las empresas que compraron las bases, puesto que de las nueve que lo hicieron solo tres han quedado para seguir el proceso.
No se podría decir que este hecho descalifica el proceso. No. Pero sí deja dudas, puesto que quienes se han retirado argumentan que lo hacen porque están seguros de que hay "dedicatoria".
El país, por lo tanto, exige transparencia y claridad; incluso para que se conozca que al respecto hay visiones diferentes, puesto que mientras en Cuenca y en el Austro en general se considera que el concurso va por buen camino y se cataloga a Ecuaelectricidad como una empresa ejemplar; en el resto del país no.
Este solo hecho debe hacer meditar a las autoridades del Fondo de Solidaridad, para que le expliquen al país la verdad del concurso; en especial para que se despeje la denuncia aquella que habla de que las bases que se pusieron tienen dedicatoria.
Este es un caso de suma importancia, porque tampoco se puede esperar más tiempo para ejecutar las obras que son parte del engranaje de la Central hidroeléctrica Paute, la mayor generadora hidroeléctrica del país. (TFF) (BLANCO Y NEGRO)