SOMBRIO PANORAMA ESPERA AL GOBIERNO DE FUJIMORI
Lima. 27. 07. 90. El cambio de mando en el Perú marcará el
inicio de una nueva etapa polÃtica, que para los eperuanos será
una caja abierta de expectativas, sorpresas y desafÃos.
Todos los indicadores nacroeconómicos de Perú están desde hace
tiempo en rojo. Las arcas del Banco Central están vacÃas. Los
impuestos -el 4% del PIB contra el 12% en 1985- son incobrables.
El Producto Interior Bruto se halla en su nivel de comienzos de
los años 60. El déficit del sector público es astronómico (más de
3.000 millones de dólares). El inti se devalúa dÃa a dÃa y la
inflación alcanzó un ritmo desenfrenado: casi el 3.000% en 1989,
del 2 al 3% por dÃa en julio.
El desempleo o el subempleo afecta al 70% de la población activa.
Según estadÃsticas de las Naciones Unidas, el 30% de los 22
millones de peruanos viven en la pobreza y la décima parte de la
población (más de 2 milones de personas) en la miseria total. El
poder adquisitivo de los "privilegiados" que tienen un trabajo,
bajó en dos años a menos de la mitad y el ahorro desapareció,
transformando los dólares en valor-refugio.
Los movimientos de guerrilla hundieron en diez años el paÃs en
una guerra civil larvada, causante de casi 20.000 muertos y de
pérdidas económicas de más de 18.000 milones de dólares, el
equivalente de la deuda exterior peruana.
Una de las principales consecuencias de la guerrilla fue el
éxodo de poblaciones campesinas indias de las montañas a las
ciudades de la costa. En 10 años, la población creció en 5
millones de habitantes, de los que 4.5 millones fueron absorbidos
por los centros urbanos, casi todos rodeados hoy de un cinturón
de villas miseria que plantea sinsolubes problemas de
infraestructura.
Ese es el sombrÃo horizonte en el que Fujimori se dispone a
asumir la dirección del paÃs y aplicar su lema electoral de
trabajo, honestidad, tecnologÃa". A punto de asumir el poder,
Fujimori reconoce claramente que no podrá evitarse un periodo
suplementario de recesión, aunque espera convertirlo en lo más
corto y menos penoso posible. (A-8).
Lima. 27. 07. 90. El cambio de mando en el Perú marcará el
inicio de una nueva etapa polÃtica, que para los eperuanos será
una caja abierta de expectativas, sorpresas y desafÃos.
Todos los indicadores nacroeconómicos de Perú están desde hace
tiempo en rojo. Las arcas del Banco Central están vacÃas. Los
impuestos -el 4% del PIB contra el 12% en 1985- son incobrables.
El Producto Interior Bruto se halla en su nivel de comienzos de
los años 60. El déficit del sector público es astronómico (más de
3.000 millones de dólares). El inti se devalúa dÃa a dÃa y la
inflación alcanzó un ritmo desenfrenado: casi el 3.000% en 1989,
del 2 al 3% por dÃa en julio.
El desempleo o el subempleo afecta al 70% de la población activa.
Según estadÃsticas de las Naciones Unidas, el 30% de los 22
millones de peruanos viven en la pobreza y la décima parte de la
población (más de 2 milones de personas) en la miseria total. El
poder adquisitivo de los "privilegiados" que tienen un trabajo,
bajó en dos años a menos de la mitad y el ahorro desapareció,
transformando los dólares en valor-refugio.
Los movimientos de guerrilla hundieron en diez años el paÃs en
una guerra civil larvada, causante de casi 20.000 muertos y de
pérdidas económicas de más de 18.000 milones de dólares, el
equivalente de la deuda exterior peruana.
Una de las principales consecuencias de la guerrilla fue el
éxodo de poblaciones campesinas indias de las montañas a las
ciudades de la costa. En 10 años, la población creció en 5
millones de habitantes, de los que 4.5 millones fueron absorbidos
por los centros urbanos, casi todos rodeados hoy de un cinturón
de villas miseria que plantea sinsolubes problemas de
infraestructura.
Ese es el sombrÃo horizonte en el que Fujimori se dispone a
asumir la dirección del paÃs y aplicar su lema electoral de
trabajo, honestidad, tecnologÃa". A punto de asumir el poder,
Fujimori reconoce claramente que no podrá evitarse un periodo
suplementario de recesión, aunque espera convertirlo en lo más
corto y menos penoso posible. (A-8).
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