Unas 30 personas fueron asesinadas en el último mes en una región ecuatoriana fronteriza con
Colombia, en el marco de una campaña de exterminio de ex paramilitares colombianos, denunció hoy el relator de la
ONU para las ejecuciones extrajudiciales, Philip Alston.
El diplomático señaló que los cadáveres fueron encontrados en inmediaciones del río Putumayo, en la provincia limítrofe de Sucumbíos (noreste), y tenían signos de tortura.
"En las últimas cuatro a seis semanas, un estimado de 30 cuerpos (...) fueron encontrados a lo largo de una carretera principal en Putumayo, conocida por los fuertes robos a buses", dijo Alston al presentar en Quito las conclusiones de una investigación sobre asesinatos extrajudiciales en Ecuador.
El enviado indicó que esa ruta es "importante para el
tráfico de drogas y armas", y la guerrilla colombiana de las
FARC (marxista) y los paramilitares de ultraderecha "han peleado continuamente por su control".
Alston remarcó que los crímenes se cometieron en coincidencia con una "campaña de limpieza social" anunciada por ex paramilitares colombianos, "ligada a sus esfuerzos por controlar rutas claves de transporte".
La amenaza fue difundida a través de panfletos que advertían con matar a prostitutas, narcotraficantes, ladrones, secuestradores y drogadictos, y que pedían perdón por cualquier asesinato de "inocentes".
El informe del relator también denunció que los campesinos de las provincias ecuatorianas de Esmeraldas (noroeste y también fronteriza con Colombia) y Sucumbíos están a merced de los grupos ilegales colombianos, y sufren atropellos de las fuerzas de seguridad de ambos países