Desde 2002, la tranquilidad llegó a muchas zonas, pero también aumentaron las denuncias por crímenes
MADRID.- De acuerdo con un reportaje del diario español El País, más de 3 000 militares colombianos son investigados en Colombia por la por la Fiscalía General y la Procuraduría General de la Nación por la desaparición de unos 2 100 civiles.
Los militares estarían supuestamente involucrados en ejecuciones extrajudiciales desde 2002, cuando empezaron a desparecer de las diferentes localidades del país campesinos, drogadictos, dirigentes comunales, adolescentes o jóvenes pobres de los barrios marginales.
De acuerdo con El País, las ejecuciones pudieron haber sido cometidas por militares, paramilitares, narcotraficantes y delincuentes comunes.
Sin embargo, desde septiembre pasado, este hecho se convirtió en un escándalo para el Gobierno de Álvaro Uribe, pues se descubrieron los cadáveres de unos 23 jóvenes enterrados en fosas comunes, a los que se determinó como ejecuciones extrajudiciales.
Uribe aseguró que realizará una investigación interna para llegar a la verdad. Desde entonces, se ha destituido a unos 40 militares, pues los resultados de la investigación de Defensa revelaron fallas de control y el mando en las cúpulas militares. También se aceptó la renuncia del comandante del Ejército, Mario Montoya, responsable de la Operación Jaque.
Uribe, desde 2002, impulsó la Política de Seguridad Democrática, por la que, según El País, en muchas zonas de Colombia hay más seguridad y, por ende, paz. Este plan también ocasionó una "guerra sucia", pues el Gobierno recompensa a los civiles que informan sobre guerrilleros, y el Ejército premia a los militares según el número de bajas que logren. Esto hace que se entreguen cuerpos inocentes. "La realidad ha demostrado que se trata de una política que incluye el pago de recompensas millonarias por información de insurgentes que ha degenerado en algo siniestro", dijo el portavoz del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado de Colombia, Iván Cepeda Castro. (Internet-VET)
MADRID.- De acuerdo con un reportaje del diario español El País, más de 3 000 militares colombianos son investigados en Colombia por la por la Fiscalía General y la Procuraduría General de la Nación por la desaparición de unos 2 100 civiles.Los militares estarían supuestamente involucrados en ejecuciones extrajudiciales desde 2002, cuando empezaron a desparecer de las diferentes localidades del país campesinos, drogadictos, dirigentes comunales, adolescentes o jóvenes pobres de los barrios marginales.
De acuerdo con El País, las ejecuciones pudieron haber sido cometidas por militares, paramilitares, narcotraficantes y delincuentes comunes.
Sin embargo, desde septiembre pasado, este hecho se convirtió en un escándalo para el Gobierno de Álvaro Uribe, pues se descubrieron los cadáveres de unos 23 jóvenes enterrados en fosas comunes, a los que se determinó como ejecuciones extrajudiciales.
Uribe aseguró que realizará una investigación interna para llegar a la verdad. Desde entonces, se ha destituido a unos 40 militares, pues los resultados de la investigación de Defensa revelaron fallas de control y el mando en las cúpulas militares. También se aceptó la renuncia del comandante del Ejército, Mario Montoya, responsable de la Operación Jaque.
Uribe, desde 2002, impulsó la Política de Seguridad Democrática, por la que, según El País, en muchas zonas de Colombia hay más seguridad y, por ende, paz. Este plan también ocasionó una "guerra sucia", pues el Gobierno recompensa a los civiles que informan sobre guerrilleros, y el Ejército premia a los militares según el número de bajas que logren. Esto hace que se entreguen cuerpos inocentes. "La realidad ha demostrado que se trata de una política que incluye el pago de recompensas millonarias por información de insurgentes que ha degenerado en algo siniestro", dijo el portavoz del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado de Colombia, Iván Cepeda Castro. (Internet-VET)
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