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Los delitos conexos se dan porque las FARC han creado corredores de abastecimiento y redes de informantes
Las investigaciones
policiales en torno a temas vinculados al
narcotráfico y sus delitos conexos dan cuenta de que existe un nexo con la guerrilla colombiana de las
FARC, en forma sistemática desde 1993.
En ese año, se realizó la operación "Amanecer", cuyo objetivo era ubicar plantaciones de coca y laboratorios de procesamiento de droga en Puerto El Carmen del Putumayo (provincia de Sucumbíos). Pero en la zona denominada Peña Colorada, un grupo de guerrilleros atacó y mató a siete policías y a cuatro militares que eran parte de una patrulla fluvial.
Posteriormente a este hecho, se detuvo a 11 presuntos guerrilleros, quienes fueron liberados luego por intervención de organismos de los derechos humanos.
Según inteligencias policial y militar, alrededor del narcotráfico se producen delitos como tráfico de gasolina blanca, precursores químicos, armas, municiones y explosivos y sicariato.
Además, concuerdan en que la guerrilla ha creado y mantiene corredores de abastecimiento y movilidad que van desde el Ecuador hasta la zona de la frontera, con miras a abastecer a los laboratorios instalados en Colombia de gasolina blanca y precursores químicos para el refinamiento de la droga, así como de armas para dotar de seguridad a quienes participan de esta actividad y al producto.
Estos corredores, según los especialistas, son indispensables para respaldar a las actividades delictivas, ya que permiten a los narcotraficantes y a la guerrillera cumplir sus objetivos.
Según archivos policiales, desde 2005, los casos realizados confirmarían la relación entre narcotráfico y guerrilla, ya que los operativos dan cuenta no solo del tráfico de droga, sino del contrabando de todo tipo de pertrechos militares, así como de productos químicos y hasta de lavado de dinero.
Contrabando de los precursores químicos
EL 4 de abril de 2005, efectivos policiales realizaron la operación "Rosales". En este caso, los agentes detectaron en Ambato una organización que traficaba con precursores químicos que supuestamente eran enviados a laboratorios controlados por las FARC.
Dichos laboratorios, según los resultados del trabajo de inteligencia, estaban ubicados en el departamento del Putumayo (
Colombia).
Para concretar este ilícito, señalaba la investigación, habían creado nuevas rutas de abastecimiento.
Como resultado del operativo, un ecuatoriano fue detenido y se decomisaron decenas de canecas que contenían ácido sulfúrico. Además, se recuperaron sacos de fosfato diamoníaco.
Las operaciones "Éter de Petróleo" y "Colorado" son dos ejemplos más del tráfico de precursores químicos. La primera se relaciona con gasolina blanca y la segunda, con acetato de etilo.
Acopio de droga para exportación
Varios operativos realizados desde 2005 por grupos de élite de la Policía revelaron que la droga era llevada desde Colombia, vía terrestre o fluvial, hasta sitios de acopio ubicados en lugares limítrofes con ese país y zonas costeras, desde las que era enviada a mercados internacionales.
Uno de esos ejemplos es el caso denominado "Neptuno", ocurrido en agosto de 2005. En esa ocasión, la Policía detuvo el buque pesquero Daniel, que llevaba camuflado siete toneladas de clorhidrato de cocaína, cuyo destino final era
EEUU.
Además, está el caso "Huracán Verde", del 21 de octubre de 2007, en el cual se decomisaron 3,7 toneladas que se habían enterrado en la zona de Colope (Esmeraldas).
De las investigaciones realizadas, se determinó que había una red de narcotráfico que operaba en la zona norte del país.
Plantaciones de hoja de coca
Los operativos "Pampanal", realizados en 2005 y 2006 en el cantón San Lorenzo (Esmeraldas), dejaron un saldo de 12 mil y 50 mil plantas de hoja de coca erradicadas por la Policía, respectivamente.
Pampal de Bolívar, zona en que se efectuaron, según reportes de inteligencia policial, limita con la zona costera de Colombia y sería "de influencia de las FARC".
Pese a esto, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en el informe emitido en septiembre de este año, señala: "En lo que concierne al Ecuador, y en especial a la franja norte, no obstante a su proximidad a las zonas cocaleras de Colombia, no presenta niveles significativos en cuanto a la extensión del cultivo de coca se refiere".
Los cultivos serían, según la UNODC, iniciativa de personas particulares que trabajan en zonas cocaleras de Colombia como cosechadoras de hoja.
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