BOGOTÃ.- Importantes empresarios
latinoamericanos, considerados entre los más ricos de la región,
elogiaron la solidez de la economÃa colombiana durante un encuentro que sostuvieron en el balneario caribeño de Cartagena, según uno de estos magnates.
"Mis colegas ven a
Colombia con bastante envidia. Colombia se ha convertido en un sitio de atracción por su estabilidad legal y jurÃdica y el mejoramiento de la situación interna", aseguró el banquero colombiano Luis Carlos Sarmiento, uno de los hombres más ricos del mundo según la revista Forbes.
"No hay duda de que en la actual
crisis mundial, de la que no hay duda que es similar a la de la década del 30, hay unos paÃses que están mejor que otros y en esta ocasión le ha tocado a
Colombia estar en el lado positivo de la balanza", añadió Sarmiento.
En diálogo con la privada radio Caracol, el banquero
aseveró que "la estabilidad de Colombia atrae mucho a la inversión extranjera". "Por eso mismo, mis colegas empresarios con quienes estuvimos reunidos estos dÃas, le temen tanto a los regÃmenes que no son democráticos", señaló.
El empresario dijo que el propósito del grupo "Encuentro de Padres e Hijos" que congregó esta semana a los principales magnates latinoamericanos en el exclusivo balneario, es analizar "cómo con la globalización los problemas de todos nuestros paÃses son similares, y debemos encontrar soluciones comunes".
"Luego del encuentro que sostuvimos con el presidente
Alvaro Uribe (el martes), escuché entre mis colegas los comentarios más elogiosos hacia él, incluso algunos de los paÃses vecinos de Colombia dijeron que ojalá ellos tuvieran un presidente como él en sus paÃses", concluyó Sarmiento.
En el encuentro participaron el mexicano Carlos Slim, uno de los empresarios más ricos del mundo, con una fortuna calculada en $60 000 millones, asà como el venezolano Gustavo Cisneros; los argentinos Paolo Rocca, Federico Braun y Alfredo Román.
También figuraron los chilenos Andrónico Luksic y Alvaro Saieh; los brasileños Joao Roberto Marinho, David Feffer y Antonio Moreira Salles, asà como el panameño Stanley Motta.
El origen de estos encuentros se remonta a 2003 cuando Slim y Cisneros convocaron durante tres dÃas a una primera reunión en México con sus colegas más representativos, con el propósito de que sus hijos y nietos "se conocieran mejor". (AFP)