Larrea y Chauvin, en la mira de fiscal
El fiscal general de
Colombia, Mario Iguarán, afirmó ayer que hay evidencias en los computadores de "Raúl Reyes" que demostrarÃan que el ex ministro de Seguridad del Ecuador Gustavo Larrea y ex viceministro del mismo ramo,
José Ignacio Chauvin, tuvieron vÃnculos con las
FARC.
En declaraciones divulgadas por radio Caracol, Iguarán explicó que "hay elementos informáticos" según los cuales Larrea y Chauvin eran "emisarios de las FARC". Aseguró que el análisis de los archivos de "Reyes" y de otros elementos informáticos, algunos recientemente conocidos por la comunidad nacional e internacional, les permite "concluir que podemos inferir razonablemente que Chauvin y Larrea eran "emisarios"".
Agregó que en el caso de Larrea no se ha abierto ninguna investigación pues aún reflexiona sobre el tema de la inmunidad, ya que se trata de un ex ministro de Estado.
Sobre las pistas, el ex ministro de Defensa de ese paÃs, Juan Manuel Santos, advirtió ayer que "aún no hemos visto todo" sobre los ordenadores de "Reyes", reseñó El PaÃs.
Destacó que "lo más importante ya se conocen, aún quedan muchos que no han sido publicados". Otros, añadió, se han conocido de forma aislada: "Cuando se vinculan unos documentos con otros, se tiene un cuadro mucho más completo".
En algunos mails divulgados ayer por este Diario, en base a los informes remitidos por ese paÃs al Ecuador por intermedio de Argentina, se menciona la entrega de aportes a la campaña de Correa a través de supuestos emisarios. Aparecen los nombres del coronel (Jorge) Brito y el general René Vargas.
Inteligencia colombiana habla de $100 mil de aportes. Informantes señalan que la entrega se hizo a través del jefe del frente 48 de las FARC a cambio de fijar corredores logÃsticos a las milicias de Oliver Solarte.
En otros mails de los supuestos archivos de Reyes se menciona a los comandantes "Nacho" y "Juan", apelativos supuestos de Larrea y Chauvin. Ambos insisten en que sus contactos fueron por razones humanitarias y acusan al Gobierno de Colombia de aplicar una operación mediática de desprestigio. (LB)