Los operativos antiguerrilla se mantendrán hasta la posible firma de la paz
Pese a que las negociaciones entre el Gobierno colombiano y el grupo guerrillero avanzan lentamente, en ese país ya se baraja la posibilidad de perdonar las imputaciones ante la justicia de los líderes insurgentes
La participación política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es uno de los temas que se discuten desde la semana pasada en los diálogos de paz que se llevan a cabo en La Habana, Cuba.
El Gobierno del presidente Juan Manuel Santos ha sido claro en manifestar que no aceptará precondiciones sobre ese asunto, que es el segundo punto de las conversaciones que arrancaron en noviembre pasado en la isla.
Así respondió Santos a las críticas del grupo guerrillero sobre la doctrina militar del Ejército colombiano y el tamaño de sus Fuerzas Armadas.
Humberto de la Calle, jefe negociador del Estado colombiano, dijo que esos temas no serán incluidos en la discusión y menos aún pueden ser requisito para avalar una posible participación de los insurgentes en la política.
Otro de los inconvenientes es la situación jurídica de los jefes de las FARC, quienes deben dar cuenta de las acciones violentas efectuadas durante su militancia.
De la Calle indicó que, pese a la predisposición que pueda tener el Gobierno, este no puede disponer sobre los tribunales para que pasen por alto las faltas cometidas por los líderes de la guerrilla.
Él aclaró que el Estado puede ofrecer las garantías necesarias para que se incorporen a la democracia, siempre y cuando abandonen las armas.
No obstante, también precisó que dependerá de la Justicia decidir sobre quién de ellos, en cada caso, puede incursionar en la vida política del país.
En una entrevista con el diario El Tiempo, el fiscal general, Eduardo Montealegre, dijo que esa entidad estudia la posibilidad de suspender las penas a varios miembros de las FARC, incluso a los autores de delitos de lesa humanidad.
El tema, por su delicadeza, ha generado un amplio debate entre los colombianos. Quienes respaldan que las FARC puedan convertirse en partido político creen que el perdón es lo más indicado para llevar a feliz término el diálogo de paz.. Quienes rechazan esa posibilidad son el 69% de la población, de acuerdo con una encuesta reciente.
Según los líderes de la guerrilla, su intención no es buscar soluciones a los problemas judiciales de sus miembros sino generar un ambiente jurídico y político que garantice la participación de las mayorías, porque, desde su perspectiva, la política colombiana está llena de corrupción y de clientelismo. (EFE/AFP)
El ritmo del diálogo de paz tiene que agilitarse
Los negociadores del Gobierno colombiano en el diálogo de paz con las FARC admitieron la semana pasada que el ritmo de las conversaciones con la guerrilla es insuficiente e inconstante.
Pese a que hay avances en el tema de la tierra, Humberto de la Calle, jefe de los delegados del presidente Juan Manuel Santos, considera necesario agilizar el proceso efectuado en Cuba.
El octavo ciclo de conversaciones con la guerrilla concluyó el viernes sin que se haya cerrado aún el debate sobre la cuestión agraria, el primer punto de la agenda de diálogo, que empezó en noviembre, en La Habana. En este último encuentro, Gobierno y guerrilla adelantaron temas como el desarrollo rural con enfoque territorial, la infraestructura y adecuación de las tierras, salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza, entre otros.
El posconflicto perdona crímenes a guerrilleros
Según el fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, si se llega a suscribir un acuerdo entre el Gobierno y las FARC, la Justicia de ese país se vería obligada a crear un nuevo escenario jurídico.
Lo que conllevaría desde la excarcelación de presos hasta la suspensión de penas para los líderes guerrilleros condenados por delitos graves. Montealegre dijo que si se demostraría que se han registrado crímenes de lesa humanidad o de guerra, a los responsables se les prohibiría su participación en la política, pero eso no quiere decir que vayan a ir a la cárcel, ya que se les aplicaría una suspensión condicional de las penas una vez impuestas.
Aún no está definido quienes serían los máximos responsables que pagarían por el medio siglo de violencia que ahoga a Colombia, pero el Fiscal puntualizó que podrían ser unos 150, entre miembros del Secretariado y jefes de bloques o frentes.
Con el resto de desmovilizados cabe la posibilidad de que se aplique el principio de oportunidad, es decir, la renuncia a la acción penal.
400 propuestas para lograr una paz duradera
El martes terminó en Colombia el foro de participación política del proceso de paz organizado por la ONU y la Universidad Nacional de ese país. Entre los 1 265 participantes presentaron alrededor de 400 propuestas que se llevarán a la mesa de diálogo el 20 de mayo, en Cuba.
Las iniciativas plantearon la necesidad de transformar las FARC en un movimiento político.
Se propuso desde reformas constitucionales, hasta un cambio total de la Carta Magna de 1991.
También reivindicaron la redacción de un estatuto de garantías para ejercer la oposición en Colombia, que debe castigar la persecución y el exterminio.
El fin al paramilitarismo y al terrorismo de Estado son dos ideas que pretenden terminar con la persecución de grupos opositores. Hubo voces que exhortaron a una refundación de la fuerza pública y una reeducación en el respeto a otras tendencias políticas.
Santos pide a las FARC cambiar balas por votos
El viernes se cerró, en La Habana, la octava etapa en la mesa de negociaciones entre el Gobierno colombiano y las FARC.
A propósito de ello, el presidente, Juan Manuel Santos, advirtió a los líderes guerrilleros que deben cambiar las balas por votos.
Dijo además que mientras no se firme un verdadero acuerdo de paz, la fuerza pública continuará con la ofensiva en todo el país.
El mandatario dejó claro que su Gobierno y él quieren un Estado en paz, "pero si por alguna razón no llegamos a esa paz, que el país entienda que no hemos cedido ni territorio ni hemos bajado la guardia, y seguiremos como hemos venido viviendo en los últimos 20 o 30 años, con violencia, pero con una ofensiva a los guerrilleros por parte de nuestro Ejército".
Según cifras oficiales, a lo largo de este año, y con la colaboración del Gobierno de Panamá, se han neutralizado en Colombia cerca de 60 miembros del frente 57 de las FARC, de los cuales 24 han sido dados de baja.