âLas propuestas deben unificarseâ
Nelson Tubay Bermúdez
Por el momento, la bifurcación de la propuesta no les preocupa a dos conocidos impulsores del tema de la autonomÃa.
Humberto Mata, ex candidato a prefecto del Guayas, y el presidente de la Cámara de Comercio de Guayaquil, Eduardo Maruri, coinciden en estimar como ânormalâ la diversidad de criterios cuando un proyecto está en su etapa de discusión.
Sin embargo, también consideran que es necesario ir ya unificando las propuestas y ponerse de acuerdo en una sola.
Como publicó ayer este Diario, el Consejo Provincial y el Municipio de Guayaquil están trabajando en proyectos separados y con objetivos diferentes.
El prefecto Nicolás Lapentti acepta que él y el alcalde Jaime Nebot tienen posiciones que marchan cada una por su lado.
El Consejo Provincial alista una propuesta de autonomÃa para que el Gobierno la incluya en su anunciada consulta popular. El alcalde de Guayaquil avanza en la redacción de un estatuto autonómico y considera que para lograr que se concrete solo bastarÃa una reforma a la ley.
Mata y Maruri afirman que los conceptos de autonomÃa provincial y municipal no son excluyentes. Pero sà difieren sobre la vÃa para conseguirlas.
El presidente del gremio empresarial cree que se puede llegar a través de una consulta y la consiguiente reforma constitucional. Incluso, considera posible que el Congreso se anticipe y la realice antes por su cuenta.
En cambio Mata, quien hace cinco años entregó al Congreso su proyecto de ley sobre autonomÃas âsin que hasta el momento ese documento haya sido debatidoâ, duda que el Parlamento tenga realmente voluntad de promover ese cambio.
A su juicio, el presidente de la República, Alfredo Palacio, deberÃa convocar a un referéndum para cambiar todo el marco legal del paÃs, saltándose al Congreso.
Por lo mismo, Mata se confiesa âpoco optimistaâ de que la autonomÃa se concrete a corto plazo, pues cree que las autoridades de la provincia y de la ciudad no han hecho todo lo que podÃan para hacerla cumplir.
Maruri, en tanto, sumó a la Cámara de Comercio en esa lucha y cree que la autonomÃa se concretará en este gobierno.
Humberto Mata
Ausente de los actuales diálogos y reuniones sobre el tema, Humberto Mata afirma no sentirse celoso de que haya nuevas voces en el debate sobre la autonomÃa.
Al contrario, dice haber enviado su proyecto original a las autoridades, personas e institución que participan en la discusión, aunque no todos lo han considerado o agradecido.
âSe debe llamar a una asamblea provincialâ
En estos dÃas se habla de autonomÃa de Guayaquil, provincial, de asumir nuevas competencias, de mayor descentralización. ¿Es posible unificar todas las propuestas?
Efectivamente, hay varias vertientes. Personalmente creo que debe ser provincial, ya que tenemos la unidad territorial o división polÃtica llamada provincia, y es importante que los cantones más avanzados de una provincia ayuden al resto de cantones a modernizar su gestión pública. Claro que se entiende que la propuesta del Municipio de Guayaquil tenga un énfasis mucho más localista, hacia lo que ha sido su gestión. Pero considero que esas propuestas no son excluyentes. No es que porque hay autonomÃa de Guayaquil ya no puede haber autonomÃa de la provincia; creo que más bien se suman.
¿Y no serÃa preferible unificarlas?
Claro que es preferible. Sin embargo, cuando estamos en un proceso de discusión, esa es una fase a la que se va llegando después de discutir y llegar a la mejor posibilidad para convertir algo en realidad.
¿De quién depende que se vuelva realidad?
Los únicos que están en posición de hacer algo son las autoridades, es decir, el alcalde de Guayaquil, los de los otros 27 cantones, el prefecto de la provincia. A ellos sà les podemos preguntar qué han hecho y qué proponen especÃficamente para que la autonomÃa se cumpla. De allÃ, personas como yo o instituciones como la Cámara de Comercio, que apoyamos el proyecto, lo que podemos es proponer, tratar de ilustrar el debate. Yo estoy muy contento de que la Cámara de Comercio haya adoptado el tema como una bandera de lucha porque eso es importante, ese es el papel de los gremios. Ahora, es verdad que debemos ir concretando, pero quienes deben hacerlo son las autoridades.
¿Hay intención de unificar las propuestas?
Creo que hay la intención de hacer algo y ese es el primer paso. TodavÃa no veo la convocatoria a presentar todas las propuestas y tratar de sacarlas adelante en un proyecto unitario. Hay que aceptar que siempre habrá discrepancias, pero lo adecuado serÃa que el prefecto del Guayas convocara a una asamblea provincial, como lo hizo Pichincha para enfrentar al gobierno de Lucio Gutiérrez.
¿Es factible una autonomÃa de la ciudad o esta no es autosustestable sin la provincia?
Claro que es factible, pero creo que serÃa una oportunidad perdida para el resto de los cantones y creo que Guayaquil tiene un papel histórico de liderazgo que jugar dentro de la provincia. Si yo fuera el prefecto, estarÃa convocando a los 28 alcaldes y ayudando a los municipios más retrasados para que copien el ejemplo de Guayaquil. Y hasta el Municipio de Guayaquil aprenderÃa cosas nuevas de los cantones pequeños, por ejemplo, de los municipios que sà quieren y sà han podido asumir la educación âmunicipalizando ciertas escuelas fiscalesâ o han entrado en el tema de la salud. Estos dos son temas que el Municipio de Guayaquil no ha querido tocar ni con un palo de diez metros.
¿No es contradictorio que se esté debatiendo qué tipo de autonomÃa se quiere, cuando hace cinco años en una consulta popular ya se votó por una autonomÃa provincial?
Desgraciadamente en Ecuador las cosas andan a paso de tortuga. No es verdad que hay autonomÃa al andar, sino autonomÃa a paso de tortuga. A veces la sociedad civil es la que empuja a las autoridades a resolver y eso es lo que ha pasado con el alcalde Nebot.
La Cámara de Comercio ha pedido que se incluya la autonomÃa en la consulta que ha anunciado el Gobierno. ¿Qué pasarÃa entonces con la consulta del 2000?
El problema es que todo esto no termina en una consulta popular: tiene que haber un marco legal. Nosotros enviamos una propuesta de Ley Orgánica de los Gobiernos Seccionales Autónomos en noviembre de 1999, dos meses antes de la consulta del 2000, porque lo que querÃamos era precisamente que hubiera un marco legal para el momento en que Ãbamos a votar. Pero el Congreso no quiso hacer nada, me recibieron en la Comisión de Descentralización, con fotos y todo, pero no hicieron nada.
Entonces, ¿cuál serÃa el posible camino?
Para comenzar, quien tiene que liderar ese proceso debe ser el Ejecutivo. Y tiene que hacerlo insistiendo en que haya un marco legal para después consultarnos directamente. Mire, yo he llegado a la conclusión de que las consultas populares no deberÃan hacerse: los gobiernos deberÃan tratar de ir a un referéndum constituyente, como en el año 78, para que el paÃs se exprese directamente por un cambio total del marco legal, saltándose al Congreso.
¿Por lo que ve, la autonomÃa es algo que se puede concretar a corto plazo o todavÃa habrá que esperar algunos años más?
Aspiro a que sea a corto plazo. Pero no soy tan optimista porque veo que han pasado cinco años y las autoridades que más poder han tenido para hacerla cumplir no lo han hecho del todo. Quizás esta nueva presión de parte de otros grupos ciudadanos y de gremios contribuya a que se haga realidad.
Eduardo Maruri
Es testigo de la división de la propuesta autonómica, pues acude por igual a las reuniones de trabajo que convoca el alcalde de Guayaquil, Jaime Nebot, y a las del prefecto del Guayas, Nicolás Lapentti. Pero a Eduardo Maruri no le preocupa eso ni las crÃticas a su posición, pues está seguro de que, al final de todo ello, saldrá una propuesta unificada.
âEs tarea de todos, no de una sola personaâ
En estos dÃas se habla de autonomÃa de Guayaquil, provincial, de asumir nuevas competencias, de mayor descentralización. ¿Es posible unificar todas las propuestas?
No solo que es posible, sino que es absolutamente necesario y ese ha sido el espÃritu de la Cámara de Comercio, el de sentar a los diferentes sectores que apoyamos la autonomÃa como principio y unificar los criterios.
¿Hay iniciativas con ese propósito?
Creo que ya se han dado algunos pasos importantes. Hemos tenido reuniones con el alcalde, con la prefectura, pero sà creo que tenemos que ya ir unificando los criterios.
Al final, esto se va a dar. Como siempre, los guayaquileños nos pondremos de acuerdo sobre lo que queremos. Pero es normal que en esta etapa del proceso haya diferentes opiniones y además es sano, porque no es una imposición, sino una suma de opiniones para al final llegar a un consenso.
¿Y a quién le corresponde la tarea de unificar todos los criterios?
A todos. No creo que es algo que se deba poner en los hombros de una sola institución o una persona. Nosotros como Cámara de Comercio ponemos nuestra parte para colaborar en esta unificación. Por eso nos reunimos con la Junta CÃvica, con las otras cámaras, en el comité proautonómico, con el alcalde, con la prefectura, o sea, es una manera de apertura con todas las personas que deben tomar la decisión. Por eso, esto va a ser una decisión de grupo, no de gremios o de instituciones individuales.
¿Particularmente usted es partidario de una autonomÃa de Guayaquil o piensa que es mejor otorgarle un ámbito provincial?
Creo que no son excluyentes, que no es ni lo uno ni lo otro. Depende de la competencia que se vaya a asumir: es muy difÃcil hablar de una autonomÃa cantonal en el tema vialidad, pero hay otras competencias como las que ha asumido el Municipio que sà pueden manejarse a nivel cantonal. Lo más importante es la libertad de decidir de las autoridades locales. Y no solo pensemos en cantonal o provincial, puede ser regional.
Pero si hablamos de competencias nos quedamos solo en el campo de la descentralización, no llegamos a las autonomÃas.
Sà y no. La autonomÃa, para mi criterio, es la libertad para decidir. Para decidir cómo me asocio y con quién me asocio. La descentralización es mover el centro a los lados. La diferencia es que la descentralización, por ejemplo, es que una oficina de tal municipio la pongamos acá para no tener que ir al centro; y autonomÃa es que tú no pones esa oficina acá, sino que tú decides cómo manejas el sistema. Entonces es diferente el concepto. La descentralización es una dirección hacia la autonomÃa, pero no es la autonomÃa.
Hay otras diferencias. Una de ellas es que para la descentralización se necesitan leyes que ya hay, pero para la autonomÃa se requiere un cambio en la Constitución.
Asà es, asà es. Creo que en eso todos estamos de acuerdo. Para tener regiones autónomas necesitamos un cambio constitucional.
Usted propuso incluir el tema en la consulta popular anunciada por el Gobierno. ¿Qué pasa entonces con la consulta del 2000?
Primero, esa consulta no tenÃa el respaldo que tiene ahora. En segundo lugar, el concepto económico de esa consulta estaba mal planteado. Se pedÃa que Guayas se quedara con el 50% de las rentas y eso iba en desmedro de las otras provincias. Entonces no era polÃticamente viable. Recogió un sentimiento de la ciudadanÃa, pero en la práctica no tenÃa sustento y por eso se quedó en nada.
¿No cree que faltó voluntad polÃtica?
Totalmente de acuerdo. Faltó voluntad polÃtica o madurez para haberse dado cuenta de que el sistema centralista estaba agotado. Pero ahora la clase polÃtica también ha entendido que es necesaria.
¿Y por qué cree que ahora será diferente?
Porque ahora tenemos el sustento polÃtico, económico y gremial. Hemos madurado como autonomistas. Ya no es solo la bandera de Guayaquil, sino que es una autonomÃa con solidaridad para las regiones que menos tienen y dentro de la unidad nacional. Y eso es algo que yo he ratificado siempre, por eso digo âMi nombre es Guayaquil y mi apellido es Ecuadorâ, porque es dentro de la unidad nacional y eso es fundamental para cualquier proceso autonómico.
Si ya hubo una consulta y al cabo de cinco años aún no pasó nada, ¿qué nos garantiza que ahora sà se va a concretar?
GarantÃas no hay, pero el primer paso es que ya sea a través de una consulta popular o una reforma de la Constitución por parte del Congreso, se concrete. Ya vemos las primeras señales en este plan del âGobierno escuchaâ, donde la mayorÃa de las propuestas son por la autonomÃa. Entonces el Ejecutivo no podrá hacerse el sordo ante ese pedido y no incluirla en la próxima consulta popular. Además, con la experiencia de lo ocurrido en el pasado, vamos a tomar las precauciones para que ahora sà se haga realidad.
¿Cuántos años más deben pasar para ello?
Debe ser en este gobierno. Debe ser ahora.