Guayaquil. 11 nov 99. Poco a poco, las invasiones van ganando
terreno al Noroeste de la ciudad. En algunas áreas rebasan los
lÃmites urbanos y se acercan a instalaciones como, el trasvase
y a sectores de reserva ecológica como el bosque protector Cerro
Blanco, que ha sufrido la tala y la destrucción de las especies
vegetales del bosque seco.
Su adolescencia se reflejaba en su rostro. Portaba una carabina
casi tan grande como él y mantenÃa el ceño fruncido, como para
imponer respeto.
Este joven que estaba, el martes, en los alrededores del canal
del trasvase de aguas de Cedegé, cerca de la entrada del
kilómetro 27,5 de la vÃa Perimetral, custodiaba un camino que fue
trazado por dicha entidad para hacer labores de mantenimiento.
Según él, ese es territorio de una cooperativa agrÃcola llamada
Monte SinaÃ.
El y otros dos compañeros de guardia cuidan el lugar desde una
casa de caña, ubicada a un costado del canal. Para evitar el paso
de vehÃculos han colocado un tubo de fierro, que es levantado
únicamente si ellos lo consideran pertinente.
Por ese camino, al mediodÃa, en estos tres últimos dÃas se ha
notado un inusual transitar de obreros. Ellos, según cuentan, han
sido contratados por la cooperativa para realizar el desmonte en
aquella área.
Pero tal operación, que se realiza usualmente para preparar los
suelos para la agricultura o para levantar viviendas, se está
efectuando en un territorio que incluye parte del bosque
protector Cerro Blanco, donde ya se han destruido 100 hectáreas.
Hay otro afectado: Cedegé y todos sus proyectos en la provincia,
pues la presencia de asentamientos urbanos o de actividades
agrÃcolas junto al canal del trasvase, afectarÃa la calidad de
agua que pasa por esta infraestructura.
CronologÃa
La amenaza de invasión a Cerro Blanco empezó en 1993, con algunos
conatos de asentamientos humanos, que fueron dispersados.
Este año, la Asociación de Trabajadores Monte SinaÃ
empezó a aparecer. Ahora han pintado letreros suyos a lo largo
del canal.
En diciembre de 1996, miembros de la Asociación de Trabajadores
Agropecuarios Monte SinaÃ, quemaron 90 hectáreas de bosque e
intentaron construir una casa.
En ese año, el Instituto Nacional de Desarrollo Agrario (INDA),
les habÃa otorgado la posesión de tierras aledañas al trasvase,
en el sitio La MarÃa, de propiedad privada de MarÃa de Lourdes
Cervantes y parte de Cerro Blanco.
En julio de 1999 aparecieron nuevamente trabajadores de esta
asociación, realizando el desmonte en los alrededores del canal
y en Cerro Blanco. En este año han talado 10 hectáreas de bosque.
Grave amenaza
El nuevo polo de expansión de las urbanizaciones y asentamientos
informales es, precisamente, el Noroeste de la ciudad, lo cual
incluye territorio de Cerro Blanco.
Los traficantes de tierra han tenido apoyo en el INDA, que tiene
la potestad de legalizar tierras y adjudicar suelos para uso
agrÃcola, refiere Eric Horstman, Director de la Fundación
Pro-Bosque, la cual administra el área protegida.
Según Horstman, en estos dos años, el INDA ha intentado entregar
más de 800 hectáreas del bosque a una precooperativa,
supuestamente agrÃcola.
De acuerdo a la Ley Forestal en las áreas protegidas, no se puede
realizar ninguna actividad, por lo que mal se puede adjudicarlas.
Pero hay otro limitante de carácter natural. Según explica el
biólogo Nelson Zambrano, de Fundación Pro-bosque, estas tierras
no tienen vocación agrÃcola, por lo que la intención es
poblarlas.
Falta protección
Las vÃas de acceso al bosque son un peligro. La vÃa Perimetral
y el camino al canal de riego Daule Peripa, que proporciona
acceso a todo el frente Norte del bosque, no tiene ninguna
seguridad.
Esto facilita el libre ingreso, no solo de invasores, sino
también de comerciantes que van hasta allá para cazar venados y
otras presas para la venta de carnes, o traficantes de mascotas
que roban nidos de pichones de loros y guacamayos.
También llegan los comerciantes de carbón y madera. El martes
estaban en aquella faena varios obreros, produciendo quemazones
en varias áreas del bosque y su zona de influencia.
La ayuda de las Fuerzas Armadas es una alternativa para impedir
que la destrucción del bosque continúe.
Hace un mes, 12 soldados del ejército dieron seguridad a los
oficiales del distrito forestal del Ministerio de Medio Ambiente,
pero la guardia fue suspendida.
Ahora se está haciendo gestiones para que personal de la
InfanterÃa de Marina controle esta nueva amenaza para Cerro
Blanco.
Embalse y trasvase también están en peligro
Como prueba de los asentamientos informales en los alrededores
del canal del trasvase hay algunos dibujos y grafitis pintados
en aquella infraestructura de cemento por donde debe pasar el
agua, cuando lo requieran las necesidades del embalse de la
represa Chongón.
Pero no solo el canal está en peligro. Las invasiones también
están al pie del lago del embalse. Ahà hemos descubierto que se
queman los árboles para sembrar y construir viviendas, comenta
Nicolás Romero, gerente de Cedegé.
Afectará el agua
Eso es un problema gravÃsimo, dice Romero. El agua de aquel lago
debe ser conservada limpia, pues está destinada al riego y al
consumo humano y los sembrÃos y las viviendas van a producir
desechos contaminantes, dijo.
Estos efectos podrÃan echar al traste la inversión de 600
millones de dólares, pues además del riego, también se verán
amenazados el proyecto de agua potable para la penÃnsula de Santa
Elena, las estaciones de bombeo y el embalse de El Azúcar.
El problema es económico. Cedegé no tiene presupuesto para
contratar personal que custodie permanentemente las
instalaciones. Esto no está contemplado en el proyecto, porque
no es lógico que se intente dañar una obra como esta, dice
Romero.
Actualmente hay una ordenanza que dispone que no se puede
realizar ninguna actividad a un kilómetro del canal. Sin embargo,
hay gente que está a 50 metros de él. (Texto tomado de El
Universo)