Quito. 06. 06. 90. Los movimientos indÃgenas registrados en seis
provincias de la Sierra y la AmazonÃa, perdieron su
intensidad ayer, resaltándose la apretura del diálogo con las
autoridades y la liberación de unos treinta policÃas y soldados
en la zona de Achupallas (Chimborazo).
En Quito, la toma y huelga de hambre de los campesinos en la
iglesia de Santo Domingo, se mantuvo, pese a que una comisión
mediadora cree haber alcanzado una vÃa de solución para hoy en
horas de la tarde. Los indÃgenas decidieron mantener la medida de
hecho, solicitando al gobierno no imponga condiciones y atienda
sus pedidos.
En la mañana de ayer se realizaron manifestaciones pacÃficas en
las provincias de Tungurahua y Cotopaxi. Por encima de las
opiniones vertidas en el sentido de que este levantamiento
indÃgena ha sido politizado, una mÃstica especial ha hecho
posible que las autoridades gubernamentales los escuchen, porque
sus reclamos son justos y es menester atender a las
nacionalidades indÃgenas que constituyen aproximadamente el
cincuenta por ciento de la población ecuatoriana.
El gobernador de Tungurahua, Gonzalo Callejas, escuchó las
peticiones indÃgenas, en el marco de un amplio diálogo, tal como
lo señalaron los dirigentes, quienes solicitaron atención a sus
apremientes necesidades como salud, educación, agua potable, y
sobre todo el derecho a la posesión de sus tierras.
La marcha de los indÃgenas interrumpió por varias horas el
tránsito interprovincial en la Panamericana Sur, provocándose
luego una congestión en la vÃa hacia la capital de la República.
(1).