Los cortes de energÃa hacen la diferencia en la ciudad ecuatoriana de Tulcán. La falta de servicio ahuyenta la actividad comercial y el sector registra pérdidas del 30%
Las poblaciones fronterizas de Ipiales (
Colombia) y Tulcán (Ecuador) están muy relacionadas: están a 8 km de distancia, las divide una frontera imaginaria y el puente internacional de Rumichaca.
Un reciente estudio determina que entre siete y 10 pobladores a los dos lados de la frontera tienen nexos familiares y que las actividades de
comercio, sociales, transporte y cambio de moneda obligan a ipialeños y tulcaneños a visitar las dos ciudades por lo menos tres veces por semana.
Sin embargo, desde hace 42 dÃas, los
cortes de energÃa eléctrica marcan diferencias entre ambas ciudades. Mientras en Ipiales se duplicó la generación de energÃa por época navideña, en Tulcán los racionamientos son una constante.
En el lado colombiano, desde el puente internacional de Rumichaca, avenidas, calles, parques, iglesias, edificios y casas están iluminados con luces de colores, que evidencian el festivo ambiente navideño.
En cambio, en la capital carchense, la utilización de bombillas navideñas es restringida y los parques en esta ocasión no fueron decorados como en años anteriores.
Los diferentes sectores o circuitos deben someterse a cortes de entre tres y cuatro horas y un 50% de la iluminación pública es suspendida en forma alternada en seis cantones del Carchi.
Las comerciales calles de la frontera lucen desoladas del lado ecuatoriano a causa de los apagones.
Miguel Rojas, oriundo de Ipiales, lamentó el fenómeno. "Los compradores colombianos visitamos Tulcán pasadas las 17:00, pero los cortes nos han ahuyentado, especialmente en las noches por temor a la inseguridad", dijo.
Ãscar MartÃnez, un funcionario público de la vecina ciudad, se apenó de la restricción por falta de energÃa. "Resultaba ventajoso utilizar restaurantes, bares, discotecas y hoteles en las noches en Tulcán por los bajos costos y las ventajas del diferencial cambiario. Esperamos que la
emergencia eléctrica se supere en el Ecuador para volver a divertirnos en Tulcán o Ibarra", comentó.
La falta de presencia de consumidores colombianos preocupa al sector comercial que sufre un descenso en las ventas.
El presidente de la Cámara de Comercio de Tulcán (CCT), José Tatés, asegura que las ventas bajaron en un 30% y que esta agremiación está solicitando a la Empresa Regional del Norte que las suspensiones en el casco comercial se realicen en las noches. "Aún no tenemos respuesta", aseguró el representante.
La sequÃa también golpea a Colombia. Sin embargo, las autoridades del paÃs vecino aseguraron que las reservas de energÃa que tienen les ha permitido afrontar el estiaje sin tener que recurrir a restricciones en el servicio de luz. "Esa es la diferencia entre planificar e improvisar", reclamó un comerciante de Tulcán, que se refirió a la situación. (RC)