Quito. 19 jul 2001. La subasta de activos y pasivos empezó ayer. La
administración de las tarjetas de crédito y la cartera mejor calificada
será la que tenga prioridad.
Hasta ayer en la tarde no empezaba la subasta de activos y pasivos de
Filanbanco, con la participación de la banca privada.
En la mañana, el ministro de Economía, Jorge Gallardo, y el
superintendente de Bancos, Miguel Dávila, señalaron que el proceso se
llevará a cabo en tres etapas. La primera corresponde al traspaso de
depósitos y créditos buenos, calificados como A, B y C (cuentas de menor
riesgo). También incluye la venta del negocio de las tarjetas de crédito,
que involucra a Visa Filanbanco, Filancard y American Express.
En una segunda etapa se subastarán los créditos calificados como D y E,
es decir, de más difícil cobro. Posteriormente, se venderán subsidiarias,
activos fijos y otro tipos de bienes.
Con el dinero que se obtenga de la venta de las tarjetas de crédito se
devolverá el dinero a los clientes que tengan depósitos de hasta 300
dólares. Esta decisión se basó en un análisis de las cuentas que no eran
atractivas para la banca privada, debido a los altos costos operativos
que representa su manejo y el poco monto que representan.
Se definió que la mejor opción era devolver, en efectivo, los depósitos a
439 000 clientes con pequeños ahorros de alrededor de 700 000 que posee,
según Dávila.
Fuentes del sector bancario calcularon que esa operación requerirá unos
18 millones de dólares y es factible obtenerlos con la venta de las
tarjetas de crédito.
Esos recursos también servirán para liquidar a los empleados del Banco.
De los alrededor de 4 000 que quedaron en la entidad, no todos saldrán de
inmediato.
Lo más seguro es que quienes laboran en el área de tarjetas de crédito o
en la administradora de fondos permanezcan en sus puestos, ya que son
negocios que generan utilidades. En todo caso, esa decisión estará en
manos de quienes compren esos negocios.
Francisco Puente, supervisor de Banca de Inversiones, dijo que se les
informó que a partir del lunes también se realizarán trabajos internos
para el traspaso de cuentas y dejar listo el balance.
Gallardo señaló que la decisión de subastar Filanbanco tiene el apoyo de
la banca privada y, por eso, el sistema financiero respondió ayer con
calma ante esta decisión. "Si bien hay clientes insatisfechos por el
cierre temporal de operaciones, el beneficio de terminar con un problema
de esta magnitud es mayor".
A las autoridades, sin embargo, les queda poco tiempo para definir la
repartición de la cartera. La idea es dividir en más paquetes la subasta,
para que puedan entrar todos los bancos privdos. ING Barings, que asesora
en la subasta, trabaja en la conformación de paquetes de activos y
pasivos para ser vendidos. Se manejan y analizan criterios como el tamaño
de los paquetes, la distribución regional de las cuentas, el tipo de
clientes y de negocios, etc. En la cita con los bancos privados del
martes se recibieron sugerencias y hasta el cierre de esta edición no se
discutían los términos finales de la subasta.
"No es lo mismo comprar una cartera A que una C y eso deberá reflejarse
en un descuento", dijo un banquero consultado.
En todo caso, esos detalles se están definiendo y lo importante es que en
este proceso "están los principales bancos del país", dijo Gallardo,
aunque prefirió omitir los nombres de los bancos que no entrarán en esta
subasta, debido al sigilo en el sistema bancario.
Dávila señaló que los negocios "off shore" de Filanbanco fueron
nacionalizados y entrarán a formar parte de los activos y pasivos que
saldrán a la venta.
La capitalización de mayo pasado por parte del Estado, con una emisión de
300 millones de dólares, también será parte de los activos. Esto requería
el visto bueno del Procurador, ya que la emisión era válida siempre y
cuando Filanbanco sea viable.
Gallardo señaló que el martes, el Procurador emitió una ampliación a su
informe anterior sobre este tema, donde se autoriza el traspaso de esos
recursos dentro de los paquetes de activos y pasivos que se subastarán.
A su vez, el diputado Miguel Pérez, jefe del bloque Pachakutik-Nuevo
País, dijo que pedirá que se levante el sigilo bancario para conocer los
detalles de los grandes deudores de Filanbanco.
EL BALANCE
Las pérdidas * Las cuentas de Filanbanco se deterioraron al punto que las
autoridades decidieron el cierre. Según el último balance, al 29 de junio
del 2001, la entidad tuvo una pérdida de 70,6 millones de dólares. Hasta
abril pasado era de 44,6 millones de dólares. En el 2000 perdió 104, 9
millones.
La cartera * Se contabilizó una cartera improductiva de 616 millones de
dólares, es decir, deudas vencidas que no generaban intereses, lo que
representaba pérdidas.
Sin duda la única cuenta que sumó fue el Patrimonio a 289,2 millones de
dólares por la capitalización en bonos del Ministerio de Economía por 300
millones de dólares. Redacción Guayaquil
Las respuestas para los ex clientes
Qué pasa con las "off shore" * Los depósitos en las ventanillas fuera de
costas "off shore" serán nacionalizados. Es decir se convertirán en
depósitos en un banco privado nacional privado.
Los depósitos congelados * Las inversiones que fueron congeladas a través
del decreto 565 y los siguientes respectivos, continuarán congelados. En
otras palabras, esos recursos serán transferidos a un banco privado
nacional, bajo las mismas condiciones y plazos fijados en los decretos de
congelamiento.
Pólizas que vencen ahora * Los depósitos que deben devolverse en estos
tres días de feriado de Filanbanco, se traspasarán a un banco privado y
los recursos estarán disponibles para el depositante a partir del lunes.
El cliente puede negociar con el nuevo banco privado la inversión de su
dinero en una póliza o en otro mecanismo financiero.
Lo que venza el 1 de agosto * Los depósitos serán pasados a los bancos
privados, los mismos que se harán cargo del pago capital y los intereses
de dicha inversión.
Las cuentas pequeñas * Desde el lunes, los clientes con hasta 300 dólares
en depósitos podrán retirarlos en efectivo en las ventanillas de
Filanbanco. El resto de clientes serán asignados a varios bancos
privados, que serán los que en adelante manejen sus cuentas. La lista de
clientes y su nuevo banco se publicará en los próximos días, antes del
lunes.
Las deudas reestructuradas * Quienes las tengan pasarán a un banco
privado bajo las mismas condiciones. El Superintendente de Bancos señaló
que, hasta la fecha, unos diez clientes han renegociado. Los nuevos
arreglos se darán según las condiciones de los adquirientes de esas
deudas.
Los cheques * Los de Filanbanco deben ser cambiados por los del banco al
que sea transferido el cliente. Los costos de ello no se definen, ni
quién lo asumirá.
Las cuentas estatales * Pasarán temporalmente a Banco del Pacífico. Si
alguna entidad pública desea cambiar de institución lo hará previo
concurso entre los interesados en manejarlas.
Los empleados * Serán indemnizados según la Ley. El lunes se conocerán
los que salen de inmediato. Se calcula que este proceso estará terminado
en un mes.
Las tarjetas y los fondos * Los clientes de las tarjetas de crédito
pueden seguir comprando. Los bancos que las compren pasarán a
administrar sus cuentas. Lo mismo sucederá con los fondos, pasarán a
otros bancos. (Texto tomado de El Comercio)