A los 56 años, el corazón del cantante no soportó y sufrió un paro fulminante
El famoso compositor vallenato murió el domingo pasado. Sus restos, velados desde ayer, serán enterrados mañana en su tierra natal, Valledupar.
El féretro del cantautor colombiano de música vallenata Diomedes Díaz fue trasladado ayer por una multitud a la Plaza Alfonso López de Valledupar, ubicada en el noreste del país.
Precisamente en esa ciudad falleció el domingo pasado a los 56 años y será sepultado mañana, según las autoridades.
El ataúd de madera con cubierta de cristal del ídolo musical fue depositado ayer sobre un vehículo del cuerpo de bomberos de Valledupar que recorrió varias calles de esa ciudad, capital del departamento del Cesar y meca del folclor vallenato, que declaró cuatro días de duelo por el lamentable fallecimiento.
La caravana de automóviles y motocicletas fue escoltada por miembros del Esmad, el escuadrón antidisturbios de la Policía colombiana, para mantener el orden durante el recorrido presenciado desde las aceras por miles de personas llegadas de toda Colombia.
A la llegada al centro de la Plaza Alfonso López, el féretro fue puesto en cámara ardiente en la Tarima Francisco El Hombre, en donde nació el Festival de la Leyenda Vallenata, el mismo escenario en el que muchas veces el artista se presentó para su público, que él llamaba “mi fanaticada”.
En esa emblemática tarima, los restos del cantante y compositor permanecerán en cámara ardiente para recibir la despedida y homenajes de sus seguidores hasta el día de Navidad, cuando será sepultado en el cementerio Jardines del Ecce Homo.
“Se trata de uno de los artistas más importantes del folclor colombiano”, dijo el alcalde de Valledupar, Fredys Socarrás, quien pidió a la población que le dé un adiós en paz y con alegría.
Las autoridades debieron reforzar la seguridad en la ciudad ante la llegada de miles de seguidores del artista procedentes de otras regiones de la costa atlántica colombiana para asistir al funeral.
Diomedes Díaz, conocido popularmente como “el cacique de La Junta”, en referencia al pequeño caserío perteneciente al municipio de San Juan del Cesar en donde nació el 26 de mayo de 1957, falleció en su casa de Valledupar de un paro cardiorrespiratorio.
El deceso del artista, conocido tanto por su talento como por los escándalos personales y judiciales que marcaron su carrera, ha sido lamentado por personalidades de la vida política y cultural de Colombia, encabezados por el presidente Juan Manuel Santos.
“Fueron muchas las horas de felicidad que pasamos con las canciones de Diomedes Díaz. Paz en su tumba”, expresó el mandatario en su cuenta de Twitter.
En esa misma red, la Alcaldía de Valledupar colgó el siguiente mensaje: “Tremenda parranda en el Cielo a esta hora... Diomedes Díaz y Juancho Rois. Nuestro Cacique llega tarde, como solo el sabe! QEPD”, en referencia a la costumbre del cantante de hacerse esperar, que le valió el apodo de “No vienes Díaz”.
El Ministerio de Cultura colombiano destacó: “Se le consideró uno de los máximos exponentes de la música vallenata. Grabó temas de este género musical que fueron éxitos en Colombia y Venezuela, derivando en millonarias ventas de discos y por las cuales obtuvo múltiples reconocimientos a niveles nacional e internacional”.
Empezó a mostrar su vena artística a mediados de los setenta, pero la fama le llegaría tres años más tarde. En 1978 se dio a conocer con el disco La locura, con el acompañamiento de su eterno amigo Juancho Rois en el acordeón.
Dotado con una voz potente e inconfundible, comenzó un ascenso que lo llevaría a la cúspide de la fama en los años siguientes, en una exitosa carrera durante la cual lanzó un total de 36 álbumes.
Sin embargo, el canto del caique se interrumpió a mediados de los noventa por problemas de drogas y con la justicia, a los cuales se agregaron los de salud al habérserle diagnosticado el síndrome de Guillain-Barré.
En noviembre de 1994 sufrió un gran golpe personal cuando murió Rois en un accidente de avión cerca de El Tigre (Venezuela), donde Diomedes, como era popularmente conocido, iba a realizar una presentación, pero se salvó porque, según se dijo entonces, perdió el vuelo por llegar tarde al aeropuerto por su vida disipada.
Díaz se juntó con grandes y reconocidos acordeoneros colombianos como Náfer Durán, Elberto López, Nicolás “Colacho” Mendoza, Gonzalo “el Cocha” Molina, Álvaro López e Iván Zuleta.
Sus canciones podían estar dedicadas a diversos temas, como el amor, las mujeres, la vida, el dinero, la bebida, la infidelidad, pero también a la Virgen del Carmen, a sus hijos, sus seguidores o a su historia personal, y siempre acababan convertidas en éxitos.
Tenía una gran facilidad para conectarse con su público, porque se mostraba como un hombre del pueblo, orgulloso de su origen humilde, como muchos de sus millones de seguidores.
Después de haber superado los problemas en que estuvo inmerso, Diomedes retomó su carrera y, en 2010, ganó un Grammy Latino con el álbum Listo pa’ la foto, grabado con el acompañamiento de Álvaro López en el acordeón.
Su última producción discográfica fue el álbum La vida del artista, lanzado hace solo cuatro días, el pasado 19 de diciembre, en el que, con una canción, agradece a sus miles de seguidores por el apoyo incondicional.
Diomedes Díaz es el cuarto grande que pierde el folclor colombiano en los últimos años, pues en agosto de 2012 falleció Jairo Varela, fundador y líder de la orquesta de salsa Grupo Niche; en julio de 2011 murió Joe Arroyo, líder de la orquesta La Verdad, y el pasado 13 de junio, el compositor Leandro Díaz.
En su amplia trayectoria grabó más de 300 canciones con composiciones que su voz inconfundible convirtió en éxitos, como Sin medir distancias, Tu serenata, Te necesito, Bonita, Mi muchacho, Sin ti, Simulación, La Juntera, Todo es para ti, Tú eres la reina, 26 de mayo y Mi primera cana. (EFE-AFP)
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