Fuentes de AP hablan de 'fuertes presiones' contra el ministro Miguel Carvajal, histórico de la tendencia
Tras el ataque de Angostura del 1.° de marzo de 2008, las revelaciones sobre supuestos vínculos de funcionarios del Gobierno con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) mermaron la influencia del ala de la izquierda dentro del Régimen.
A casi dos años de ese hecho, hay signos de que el debilitamiento de dicha tendencia no termina, en lo que parecería vislumbrarse como los dos momentos del fin de las izquierdas "histórica" y "radical" dentro del Gobierno de Rafael Correa.
Desde marzo de 2008, la "onda expansiva" de Angostura, alcanzó en el plano político al entorno del ex ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, quien resistió hasta inicios de 2009, cuando se vio obligado a renunciar a su candidatura como asambleísta, tras la serie de revelaciones de supuestos nexos con esa guerrilla.
A esa fecha, Larrea ya había dejado el Ministerio, lo que marcó su alejamiento paulatino del Régimen y terminó también en un distanciamiento con el movimiento oficialista Alianza País (AP).
Esto último quedó virtualmente formalizado durante su réplica al informe presentado por la Comisión de Angostura, hace más de 15 días, el mismo que ratificó los posibles vínculos de las FARC con ex funcionarios de este Régimen, entre ellos Larrea.
La exposición del ex hombre fuerte de la "revolución ciudadana" estuvo marcada por simbolismos. Por ejemplo, la conferencia de prensa ya no la hizo en la sede de AP, a la que su militancia la había convertido en su fortín. La presentación fue en la Casa de la Cultura y a ocho días de que se hiciera público el informe. A la cita llegaron familiares, amigos, ex funcionarios, actuales dignatarios de medio rango y ex asambleístas de su línea, entre ellos, los ex constituyentes Antonio Lara y Rosa Elena de la Torre.
En el acto, no hubo la parafernalia propagandística de AP que sí tuvo antes. En cambio, esta sí se reprodujo a pocos metros de la vieja casona, en el mitín pro ministra Caroline Chang, que recibió respaldo directo del vicepresidente Lenin Moreno por las imputaciones en su contra por la compra presuntamente irregular de ambulancias.
El gesto del segundo mandatario, considerado uno de los pocos aliados de Larrea en el Gobierno, no llegó esa tarde hasta donde su ex compañero de militancia del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
El viernes antepasado, el ex ministro terminó admitiendo en Teleamazonas que entiende que hay gente en el Gobierno que no quiere que sea parte de él y que no sabe si entre ellos está el propio presidente. Tampoco, dijo, le interesan ahora los cargos públicos.
Fue en esa coyuntura que corrió la versión de una pugna de liderazgo en la izquierda oficial, derivada del informe de Angostura y de supuestas presiones contra Miguel Carvajal, sucesor de Larrea en la cartera de Seguridad y ex militante de un grupo afín al mirismo de los 70 (MRIC, izquierda cristiana).
Fuentes del Gobierno aseguraron que dichas presiones tienen origen en procesos de investigación que habría iniciado Carvajal dentro de su gestión, en áreas controladas por lo que llaman el "ala de la derecha". En la Asamblea, gente del oficialismo aseguró que las contradicciones en el bloque se dan por una puja entre los radicalismos de izquierda y derecha, esta última, según esas fuentes, representada en el entorno del secretario de la Administración, Vinicio Alvarado. Mientras, en medio estaría un grupo importante que aún sería crítico de esos extremos.
BLANCO Y NEGRO solicitó desde la semana pasada una entrevista con el ministro Carvajal para hablar sobre la veracidad de esas versiones, así como su militancia en la izquierda.
La respuesta fue un listado con su actividad política: presidente del Consejo Estudiantil Colegio Mejía , director del Frente Revolucionario Estudiantil del Colegio Mejía, presidente Asociación Escuela de Sociología miembro de la Izquierda Cristiana - FADI, de Liberación Nacional y de Alianza País.
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Desde marzo de 2008, la "onda expansiva" de Angostura, alcanzó en el plano político al entorno del ex ministro de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, quien resistió hasta inicios de 2009, cuando se vio obligado a renunciar a su candidatura como asambleísta, tras la serie de revelaciones de supuestos nexos con esa guerrilla.
A esa fecha, Larrea ya había dejado el Ministerio, lo que marcó su alejamiento paulatino del Régimen y terminó también en un distanciamiento con el movimiento oficialista Alianza País (AP).
Esto último quedó virtualmente formalizado durante su réplica al informe presentado por la Comisión de Angostura, hace más de 15 días, el mismo que ratificó los posibles vínculos de las FARC con ex funcionarios de este Régimen, entre ellos Larrea.
La exposición del ex hombre fuerte de la "revolución ciudadana" estuvo marcada por simbolismos. Por ejemplo, la conferencia de prensa ya no la hizo en la sede de AP, a la que su militancia la había convertido en su fortín. La presentación fue en la Casa de la Cultura y a ocho días de que se hiciera público el informe. A la cita llegaron familiares, amigos, ex funcionarios, actuales dignatarios de medio rango y ex asambleístas de su línea, entre ellos, los ex constituyentes Antonio Lara y Rosa Elena de la Torre.
En el acto, no hubo la parafernalia propagandística de AP que sí tuvo antes. En cambio, esta sí se reprodujo a pocos metros de la vieja casona, en el mitín pro ministra Caroline Chang, que recibió respaldo directo del vicepresidente Lenin Moreno por las imputaciones en su contra por la compra presuntamente irregular de ambulancias.
El gesto del segundo mandatario, considerado uno de los pocos aliados de Larrea en el Gobierno, no llegó esa tarde hasta donde su ex compañero de militancia del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
El viernes antepasado, el ex ministro terminó admitiendo en Teleamazonas que entiende que hay gente en el Gobierno que no quiere que sea parte de él y que no sabe si entre ellos está el propio presidente. Tampoco, dijo, le interesan ahora los cargos públicos.
Fue en esa coyuntura que corrió la versión de una pugna de liderazgo en la izquierda oficial, derivada del informe de Angostura y de supuestas presiones contra Miguel Carvajal, sucesor de Larrea en la cartera de Seguridad y ex militante de un grupo afín al mirismo de los 70 (MRIC, izquierda cristiana).
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BLANCO Y NEGRO solicitó desde la semana pasada una entrevista con el ministro Carvajal para hablar sobre la veracidad de esas versiones, así como su militancia en la izquierda.
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