El presidente Rafael Correa, tildó hoy de "gravísimo" el apoyo de la CIA en el ataque militar colombiano, en 2008, contra un campamento clandestino de las FARC en la Amazonía, en el que murió uno de los líderes de esa agrupación guerrillera, según reveló un diario estadounidense.
"Washington Post: en ataque de Angostura participó CIA con conocimiento del Gobierno de USA. ...¡Gravísimo!", escribió el gobernante en su cuenta de Twitter en la que se preguntó si serán casualidad esas "revelaciones" o si se busca "afectar las relaciones con USA, con Colombia y, sobre todo, el proceso de paz", que adelanta Colombia hace un año.
"A estas alturas, ya no creo en casualidades. La extrema derecha colombiana e internacional es capaz de todo! Feliz Navidad, con la paz de las conciencias tranquilas. ¡Los buenos somos más!", señaló Correa en la red social.
Una investigación publicada ayer por el Washington Post anota que Estados Unidos y Colombia fortalecieron su ya estrecha relación militar desde 2000 con la puesta en práctica de un programa secreto de la CIA que permitió ayudar a matar a decenas de líderes guerrilleros de las FARC.
El programa, autorizado por el expresidente estadounidense George W. Bush en 2000 y prolongado por el actual mandatario Barack Obama, incluía la utilización de bombas inteligentes guiadas por sistemas de GPS, señaló.
Aunque la colaboración entre ambos países estaba canalizada a través del "Plan Colombia", el programa secreto contaba con un presupuesto adicional de 9.000 millones de dólares y era coordinado directamente por la Agencia Central de Inteligencia de EE.UU. (CIA).
Unas de las operaciones, según el reporte, fue la que se lanzó contra Raúl Reyes, considerado número dos de las FARC, en febrero de 2008 en la zona de Angostura, frontera entre Colombia y Ecuador.
Los aviones colombianos, guiados por los informes de la CIA y sin salir del espacio aéreo de Colombia, bombardearon el campamento de Reyes, situado al otro lado del río Putumayo, en territorio ecuatoriano, y posteriormente tropas colombianas se llevaron los restos del ataque, se informó desde Washington.
Correa consideró el bombardeo una violación de la soberanía ecuatoriana y rompió relaciones con Colombia, que fueron restablecidas en 2010. (EFE)