CARACAS. El presidente ecuatoriano,
Rafael Correa, admitió ayer que el juicio contra el mandatario electo colombiano Juan Manuel Santos es un "problema" para normalizar las relaciones bilaterales y confió en que este caso "se resuelva lo más rápidamente posible".
"Por supuesto que va a ser un problema este juicio y la orden de prisión. Ojalá la justicia ecuatoriana lo resuelva lo más rápidamente posible, pero yo no podrÃa jamás interferir en la función del poder judicial en Ecuador", declaró el jefe de Estado.
Un tribunal ecuatoriano abrió un juicio y dictó una orden de prisión preventiva contra Santos por haber ordenado, en marzo de 2008 siendo ministro de Defensa, un ataque militar contra la guerrilla de las
FARC en territorio ecuatoriano.
El bombardeo dejó 25 muertos, incluidos el jefe rebelde Raúl Reyes, cuatro mexicanos y un ecuatoriano. En noviembre de 2009 Quito y Bogotá comenzaron a restablecer sus relaciones, cortadas tras este ataque, y el proceso sigue hasta hoy.
"La justicia ecuatoriana no persigue personas. No se está persiguiendo a Santos, sino un delito. Lo que ocurrió en marzo de 2008 fue un delito claramente tipificado y debe ser investigado", insistió Correa.
El presidente ecuatoriano aseguró que no sabe si
Colombia "condiciona el retorno de embajadores a la absolución de Santos".
"Si es asà no compartirÃa ese punto de vista porque los poderes son independientes", aseguró Correa, que llamó a Santos para felicitarle por su victoria y planea acudir a su toma de posesión en un gesto hacia el restablecimiento total de las relaciones entre los dos paÃses vecinos.(AFP)