Bogotá. El comandante de las Fuerzas Militares de Colombia, el general Alejandro Navas, anunció hoy que el Ejército ampliará la vigilancia y escoltará el tráfico entre los departamentos de Chocó y Risaralda, donde las FARC declararon un "paro armado".
Navas hizo estas declaraciones al terminar un consejo de seguridad en Quibdó, capital del departamento del Chocó, fronterizo con Panamá, después de una jornada en la que las empresas de transporte se abstuvieron de circular entre esas regiones por miedo a las amenazas guerrilleras de quemar los vehículos.
"La Fuerza Pública está aquí para defenderlos y proteger sus derechos a la libre movilización y al desarrollo de todas sus actividades diarias", dijo Navas a periodistas.
La Defensoría del Pueblo de Colombia alertó de que varias poblaciones de los departamentos de Chocó y su vecino Risaralda están en riesgo "ante la amenaza de paro armado proveniente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)" y que comenzó ese viernes.
El general Navas detalló que la Fuerza Pública implementará nuevos dispositivos de seguridad en las carreteras de esa región y se realizarán caravanas para que transportadores, comerciantes y ciudadanía en general, puedan desplazarse a sus destinos.
"No vamos a dejar que esta intención terrorista prospere, que las FARC no logren explotar el miedo y fomentar la cultura del terror", agregó.
Anunció, además, millonarias recompensas por jefes guerrilleros que hacen presencia en esa zona como el caso de alias "Becerro", cabecilla del frente 57, por el que se pagará una recompensa de hasta 715.000 dólares a quien entregue información que permita su captura.
Por los alias "Pedro Baracutado", jefe del frente 34, y "Rubin Moro", que lidera el frente "Aurelio Rodríguez", la recompensa es de unos 240.000 dólares por cada uno.
Navas señaló que la población puede estar tranquila y remarcó que "esta guerra sólo la vamos a ganar de la mano de la ciudadanía. Por eso hago un llamado a que los chocoanos saquen su valentía y no permitan que estos terroristas, con sólo imprimir panfletos y pintar paredes, paralicen el departamento".
Las medidas se toman en medio del recrudecimiento del conflicto armado que dejó nueve guerrilleros muertos al igual que tres policías en hechos registrados en varios sitios del país.
El Gobierno colombiano y las FARC adelantan diálogos de paz en La Habana, en la que las partes coinciden en que se debe poner fin al conflicto armado.
Sin embargo, las FARC manifestaron que no dejarían de secuestrar e insisten en un cese el fuego bilateral, a lo que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, se negó.
El mandatario calificó estos secuestros como "medidas de presión" y señaló que en lugar de acceder a la tregua, las fuerzas de seguridad responderán con contundencia. (EFE)