Guayaquil. 03 nov 99. Cuando tocaba cobrar el sueldo llevaba a
mi esposa; apenas recibÃa el sobre se lo pasaba a ella para que
corriera a una casa de cambios a convertirlos en dólares porque
si uno cobraba en pesos, el equivalente a 600 dólares y no los
cambiaba, era muy posible que al dÃa siguiente ya no tuviera 600
sino 300 dólares por la devaluación constante de la moneda.
Asà recuerda el periodista argentino Jorge Barraza, la terrible
hiperinflación que soportó su nación desde 1986 hasta 1989, la
que llegó al 5.000% anual.
Pero si este nivel de inflación es terrible, para los bolivianos
la situación fue desastrosa desde 1982 a 1985, ya que tuvieron
que vivir con una hiperinflación que ascendió hasta el 30.000%.
Crisis no tan calamitosas pero sà angustiosas las vivieron
Brasil, con una hiperinflación del 3.000% en 1993 y Perú, con una
que alcanzó los 5 dÃgitos desde mayo de 1983 hasta septiembre de
1990. Todos estos paÃses superaron la crisis a base de grandes
sacrificios.
El caso boliviano
La pésima administración durante el gobierno de Hernán Siles
Suazo, que fue muy contemplativo con los sindicatos y que
permitió que la situación económica se saliera de control,
llevaron a Bolivia a la crisis económica más profunda de su
historia, destacó Jaime Guzmán, Cónsul General de ese paÃs en
Guayaquil.
Tras calificar de horrorosa la situación que vivió su paÃs
durante casi tres años, con huelgas de trabajadores,
paralizaciones, hambre, desocupación y angustia generalizada,
gracias a las medidas de shock que adoptó el siguiente
presidente, VÃctor Paz Estensoro, se logró estabilizar la
economÃa boliviana.
Pero para conseguir este milagro que aún mantiene a Bolivia con
una inflación anual del 4 o 5%, se debió reorganizar el aspecto
fiscal, combatir la corrupción y dar marcha a un ambicioso
programa de capitalización de las empresas estatales.
Otro factor vital para salir del caos lo constituyó
primordialmente la unión patriótica de todos los partidos
polÃticos, los que olvidaron sus diferencias y trabajaron por el
mismo objetivo de salir del hueco, destacó.
El drama argentino
Para Jorge Barraza, editor de la Revista de la Confederación
Sudamericana de Fútbol, lo ocurrido en Argentina desde 1986 fue
una situación dramática que afectó primero lo social, y luego
entró en el terreno de lo personal, hasta crear una psiquis en
las personas, una histeria colectiva.
Recordó que la inflación venÃa avanzando, se descontroló el
manejo de la economÃa, las empresas públicas daban unas pérdidas
atroces y todo se fue haciendo un cuadro insostenible.
Durante aquella época los argentinos se vieron obligados a
cambiar radicalmente sus hábitos, resalta Barraza y añade: Se
acabaron las salidas a cenar, se cortó el turismo interno y la
gente entró en histeria cuando por la pobreza comenzaron a
registrarse saqueos.
Gracias al espÃritu soñador de los argentinos y a su alto nivel
de consumo, la economÃa de ese paÃs se fue nivelando, pero la
recuperación de la economÃa gaucha se debió a la estrategia del
presidente Menem que vendió o entregó en concesión casi todas las
áreas estratégicas, como el petróleo, gas, energÃa,
telecomunicaciones, aguas y ferrocarriles, en su mayorÃa al
capital extranjero, que ahora controla el 70% de las 500 mayores
compañÃas.
Menem también aniquiló la hiperinflación del 5.000% anual en 1989
y la redujo a deflación del 2%, pero a costa de aparejar el peso
al dólar, lo que provocó el aumento de costos, que disparó la
desocupación.
Cada paÃs, de una u otra forma, ha logrado superar la etapa de
la hiperinflación. Hoy los ecuatorianos tenemos a nuestra
disposición esas experiencias, para evitar caer en este pozo que
solo provoca hambre, miseria y desesperanza.
De experiencias se aprende
Si el dólar sube demasiado y hay un desequilibrio en la economÃa
se corre el riesgo de una hiperinflación.
Con esta frase el director del Instituto Nacional de EstadÃstica
y Censos (INEC), Germán Rojas, lanzó la voz de alerta de la
amenaza para el Ecuador.
Para el Cónsul boliviano en el paÃs, Jaime Guzmán, la situación
que atraviesa el Ecuador se asemeja mucho a la que vivió en su
paÃs en periodos de desestabilización, aunque en Bolivia
solamente sufrieron de los malos manejos de gobierno y no de los
fenómenos naturales como El Niño, la actividad de los volcanes
y factores externos como el derrumbe del precio del petróleo.
Ante esto exhortó a los ecuatorianos a brindar su sacrificio con
el pago de impuestos, a los polÃticos a llegar a consensos y al
gobierno a tomar estrategias para nivelar la economÃa nacional.
Mientras tanto, Jorge Barraza, periodista argentino, al recordar
la época de hiperinflación que atravesó su paÃs y ver lo que
ocurre ahora en Ecuador, reflexiona: Yo estoy viendo que esto es
parecido a lo que vivimos en Argentina. DirÃa que ahora Ecuador
está en la parte intermedia de la crisis, aunque a uno le parezca
que no, siempre se puede estar peor.
Añadió que estas situaciones de crisis los únicos que nunca
pierden son los ricos que a veces se vuelven mucho más ricos; los
pobres tienen también un costado que es alentador y es que ya no
pueden ser más pobres de lo que son, si a eso se le puede decir
que es alentador, concluyó.
El orgullo de Fujimori
Si hay algo de lo que puede jactarse el presidente peruano,
Alberto Fujimori es de haber recibido un paÃs casi en ruinas y
de haberlo levantado hasta mostrar Ãndices altamente positivos
con su conducción de presidente gerente, que maneja personalmente
un gran programa que pretende el rescate de el Perú olvidado.
Al anunciar el acuerdo logrado para acceder al Plan Brady que
permitió una reducción de 5.000 millones de dólares de la deuda,
Fujimori resaltó el espÃritu de la levantada economÃa,
atribuyéndola a su polÃtica de microingenierÃa social de ayuda
a los sectores desprotegidos para organizarlos en trabajos
comunitarios, en la cual dependa de la situación geográfica.
AsÃ, las poblaciones de la serranÃa, con producciones agrÃcolas
incipientes, fueron organizadas y tecnificadas hasta hacerlas
productivas; y a las del Litoral se las estimuló en las faenas
de pesca y actividades acuÃcolas. (Texto tomado de El Universo)