Quito. 08 nov 99. Hay médicos que antes recibían hasta 15
pacientes diarios y hoy apenas llegan a 4. En Guayaquil y Cuenca
la atención a los usuarios va en aumento.

La salud se ha vuelto muy esquiva en los hospitales públicos de
Quito. Los pacientes no acuden masivamente a servicios como los
de consulta externa. Los médicos y autoridades culpan a la
crisis.

Esta ausencia, que se creía temporal durante los meses que se
desencadenó la depresión económica, se ha vuelto una constante
y todos se preguntan ¿dónde están los enfermos?, pues en la
consulta privada se calcula que la reducción es de más del 40 por
ciento.

En una reportería que realizó este Diario en 4 casas de salud de
Quito, se constató la reducción de enfermos ambulantes: en horas
de consulta externa, los pasillos ya no están repletos de gente
a la espera del turno, la excepción son Cuenca y Guayaquil (ver
recuadro). Para los médicos y enfermeras es un secreto a voces
la falta de pacientes, pero muchos no se atreven a confirmar esta
realidad con nombre y apellido.

En el Hospital Eugenio Espejo, donde se atendían entre 12 y 15
consultas al día por médico, las cifras se han reducido a cinco
o seis en especialidades como urología, medicina interna y
obstetricia.

Para Ernesto Mantilla, director, la reducción se sintió en las
dos últimas semanas, él cree que fue por el feriado y, además,
porque julio y agosto fueron meses irregulares por las
paralizaciones en el sector salud, aunque no deja de reconocer
que la crisis fue un limitante para los pacientes.

En las 38 especialidades de consulta externa se atiende un
promedio de 420 consultas por día. Cada una cuesta 15 000 sucres,
lo que representa un ingreso diario de alrededor de 6 millones.
"La cantidad no es suficiente teniendo en cuenta que el
presupuesto anual es de 36 mil millones". En ese Hospital, un 35
por ciento de usuarios no paga.

Un médico de esta casa de salud, que prefirió no identificarse
porque, al igual que sus colegas de los otros hospitales, dice
que no está autorizado, señaló que, al costo de la consulta debe
sumarse el valor de los pasajes (un 50 por ciento de los usuarios
viene de provincias). Empero, el factor que ahuyenta es el precio
de la receta. "Por más que se prescriban genéricos el costo es
alto".

Un criterio muy similar comparte Mario Acosta, endocrinólogo del
Baca Ortiz, quien asegura que antes tenía hasta 12 pacientes
infantiles por día. "Hoy si llegan cuatro es satisfactorio. Hay
madres de familia que nos cuentan que no vienen porque a veces
no tienen ni para los pasajes".

En neumología el bajón es de un 25 por ciento, aunque
especialidades como sicología y siquiatría tienen una reducción
de más del 50 por ciento. "Yo tenía entre 12 y 15 pacientes
diarios, pero ahora si llegan 2 ó 3 me da mucha alegría", dijo
la siquiatra Marcia Hidalgo. Ella dice que esto empezó a raíz del
cobro en las casas de salud, pero la profundización de la crisis
los alejó aún más.

Paúl Astudillo, director, cree que la afluencia es normal y
fluctúa entre los 280 y 320 pacientes por día. Hubo una
disminución durante las movilizaciones, la paralización de los
trabajadores de la salud y cuando hubo la caída de ceniza. "Desde
entonces se atienden a más personas, inclusive por una demanda
insatisfecha, en consulta externa se amplió el horario hasta las
17:00, antes era solo hasta las 12:00. El valor de la consulta
es de 10 000 sucres.

El genetista Milton Jijón también ve muy afectada su demanda. "No
me faltaban 2 y 3 casos al día. Calculo que ha bajado en un 50
por ciento el número de niños que requieren atención y esto es
muy dramático porque los casos que manejo son de por vida y se
requiere de la intervención de tres y cuatro especialistas y por
cada consulta hay que pagar". Sus pacientes, ante la falta de
expertos en otras regiones del país, vienen a Quito y hay que
pensar en los pasajes, el hospedaje y la alimentación, el pago
en el hospital y las medicinas, con este costo, sencillamente,
desaparecen.

"El paciente subsecuente (cuando obligatoriamente tiene que
volver dos o tres veces a la consulta) ha desaparecido y el gran
esfuerzo que hace el hospital en los diagnósticos no sirve de
nada porque no se concluye con el tratamiento", dijo Jijón.

La ausencia de enfermos también tiene subocupados a los médicos
del Hospital Enrique Garcés. Se calcula que la afluencia
disminuyó un 20 por ciento: alrededor de 1 500 dejan de acudir.
"Manteníamos un promedio de ocho mil atendidos al mes, las
últimas cifras no llegan a 7 000", comentó Luis Flores,
administrador.

En septiembre se atendieron 6 mil 724 casos, en dinero eso
significó 30 millones menos en el monto promedio que recibía por
la recuperación de costos. Este fue el primer hospital donde se
aplicó el tarifario. Pero está desactualizado frente a los nuevos
precios de insumos y medicinas. La consulta vale 5 000.

En el Pablo Arturo Suárez, la realidad es más dramática: en
estadísticas son muchos los nombres con visto rojo, en señal de
que no se pueden operar por falta de dinero. La consulta externa
bajó al igual que la hospitalización a partir de la cogestión y
la crisis.

La Maternidad Isidro Ayora vive otra realidad: el número de
usuarios aumentó en un 5 por ciento y tiene una ocupación del 125
por ciento, según Rolando Montesinos, su director. Esto tiene una
explicación, la Ley de Maternidad Gratuita prohíbe cobrar. Los
únicos servicios pagados son: las cirugías ginecológicas, las
mastologías y la planificación familiar. Con los 400 millones de
sucres que cada mes entrega el Gobierno se atienden a madres e
hijos.

El retorno masivo de los pacientes es incierto. Una evaluación
de la autogestión hospitalaria para determinar los errores y los
aciertos que se presentará a fines de este mes, no es un aliento
suficiente para la salud.

Los fármacos con subsidio desde enero

Ramiro Echeverría, director general de Salud, reconoce que la
crisis tiene su impacto. "Percibimos que hay una disminución de
la demanda. No tenemos un estudio referencial, pero en épocas de
depresión las familias desarrollan estrategias de supervivencias
y priorizan gastos".

Según el funcionario, los costos de los medicamentos suben y hay
restricciones en el acceso a los servicios de salud que se
reflejan, temporalmente, y ello puede detectarse en una
disminución de las consultas y la hospitalización. "Los
medicamentos representan el 80 por ciento del gasto. El resto
incluye el valor de la consulta y el transporte", dice
Echeverría.

Por el momento, el Ministerio de Salud está diseñando un programa
nacional de medicamentos esenciales que, asegura, se ejecutará
desde enero. La industria farmacéutica participará.

Según la categorización de las personas para recibir atención,
se piensa crear un subsidio en la compra de medicamentos. El
Estado, dice Echeverría, creará un fondo para atender la demanda.


En dos urbes se incrementa la atención

En Cuenca · Los cobros en el Hospital Regional Vicente Corral
Moscoso de Cuenca, el mayor del Azuay, no representó una
disminución de las consultas en los diferentes servicios. El pago
se fijó desde agosto pasado y en septiembre 5 455 personas fueron
atendidas en consulta externa (un promedio de 148 pacientes
diarios). Esa cifra no es inferior a la de meses anteriores, dijo
el director, Danilo Encalada.

Al menos el 75 por ciento de los usuarios ha sido ubicado en la
categoría A, que está exenta de pago por la atención médica. El
costo referencial de la consulta en todas las especialidades es
de 10 mil sucres. Las categorías B, C y D pagan el 25, 50 y 75
por ciento de esa cifra. La mayoría de pacientes acude a recibir
la atención en oftalmología, otorrinolaringología y medicina
interna. Redacción Cuenca

En Guayaquil · La consulta externa y las camas de los hospitales
públicos aumentan. En el Hospital del Niño Francisco de Icaza
Bustamante, el número de usuarios que se atiende mensualmente no
ha variado. El promedio es de 10 mil niños por mes.

Los ingresos han permitido abrir nuevas áreas como alergología
(103 consultas al mes) y ginecología infantil (11). El promedio
de 150 millones que se recauda permite oxigenar las partidas que
recibe por gastos operativos. El presupuesto que le asigna
Finanzas es de 40 mil millones al año. Sandra Gómez, del área de
ecografía y rayos X explica que la demanda del servicio aumentó:
antes recibían de 5 a 6 pacientes y ahora suman 11 y 14 al día.

En cambio en el Abel Gilber Pontón, el número de pacientes bajó
en relación con otros años. Pero no solo por los cobros sino las
paralizaciones. Sin embargo el área de mayor afluencia es
traumatología con 20 mil 380 consultas en el último semestre y
medicina general con 3776 en el mismo período. (Texto tomado de
El Comercio)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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