TERMINARON AVATARES POR INGRESAR AL GRUPO DE RIO, por Mónica
Almeida
Quito. 08. 10. 90. El próximo 11 de octubre se concretará en
Caracas el ingreso del Ecuador al Grupo de Río, con lo que
habrán terminado las largas e intensas gestiones del gobierno
para conseguir su entrada al Grupo. De acuerdo con
observadores de la política internacional, el ingreso de
Ecuador es de vital importancia, puesto que nuestro país,
"pequeño pero con una política internacional coherente", podrá
participar en este Grupo que se ha convertido en un
interlocutor válido frente a los países industrializados y
demás bloques de naciones.
Hay quienes sostienen, incluso, que el Grupo de Río es la
"olla donde se cocina la política internacional
latinoamericana", es decir, el foro donde se decide la
posición internacional de la región, en temas como la deuda,
la integración y el comercio.
Un poco de historia
El Grupo de Río nació de la fusión de sus similares Contadora
y de Apoyo a Contadora, que intentaban solucionar los
conflictos de América Central por la vía pacífica. Se forma el
18 de diciembre de 1986 cuando sus integrantes -Argentina,
Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Colombia y Venezuela-
firman la Declaración de Río de Janeiro.
En el documento, los países acordaron "fortalecer y
sistematizar la concertación política entre sus gobiernos,
creando un proceso de consultas regulares sobre los temas que
afectan o interesan a sus países en el contexto de una
creciente unidad latinoamericana".
A partir de esa declaración, se han realizado tres reuniones
presidenciales de los 8 países integrantes y siete a nivel de
cancilleres y ministros de Economía. Actualmente, en el Grupo
sólo participan siete países, pues Panamá fue suspendido como
rechazo al gobierno del entonces "hombre fuerte" de ese país,
Manuel Antonio Noriega.
Ecuador frente al Grupo de Río
Desde su formación, el Grupo se mostró renuente a aceptar
nuevos miembros y prefirió fortalecer su estructura, pese al
intento que realizaron varios países para ingresar a él.
En la época de León Febres Cordero se realizaron ya gestiones
para el ingreso de Ecuador, pero el país quedó excluido del
grupo porque sus integrantes veían con recelo el alineamiento
de la política exterior ecuatoriana con la de Ronald
Reagan.
Poco tiempo después, en 1986, se produjo la ruptura de las
relaciones diplomáticas entre Ecuador y Nicaragua, tras un
intercambio de críticas y acusaciones entre León Febres
Cordero y Daniel Ortega. Este hecho, dejó al Ecuador al margen
del Grupo de Río.
Desde entonces, Febres Cordero se encargó de minimizar la
importancia del Grupo, al punto que el canciller de su
gobierno, Rafael García Velasco, lo calificó peyorativamente
como un "grupúsculo".
Desde que Rodrigo Borja asume el gobierno, el ingreso del
Ecuador al Grupo se convirtió en un objetivo de la política
exterior del nuevo gobierno. Borja quería a toda costa lograr
lo que Febres Cordero no pudo y mejorar así la imagen
internacional del país. Sin embargo, varios intentos
resultaron infructuosos.
Borja dio un giro a la política exterior del país. Un día
después de asumir el poder, restableció relaciones
diplomáticas con Nicaragua, y el día de la posesión del nuevo
mandatario, Ecuador fue escenario de una mini cumbre
presidencial latinoamericana, con la participación de Costa
Rica, Venezuela, Colombia, Uruguay y Argentina.
Desde ese momento, Ecuador trató de alinear su política
internacional con los objetivos definidos por el Grupo de Río,
"para que en cualquier momento se nos acepte" -según una
fuente de la cancillería-, pues con ello, tácitamente el país
pedía su ingreso.
En cada reunión del grupo la respuesta seguía siendo negativa,
ya que persistía el recelo de los países miembros, pero esta
vez por el conflicto límitrofe que mantiene con el Perú, y el
intento que hacía paralelamente Bolivia para ingresar al
grupo, entre otros factores.
Luego de más de un año de intentos, la desilusión del Ecuador
y de las autoridades llegó al extremo de que el mismo
canciller Diego Cordovez declaró el año pasado que no era
objetivo del gobierno integrar el Grupo de Río, aunque el
interés seguía latente.
Será algunos meses después, con el retorno de Chile a la
democracia, que se abre el camino a Ecuador. El Grupo de Río
consideraba que Chile debía ingresar inmediatamente al
mecanismo y eso lo colocaba también frente al insistente
pedido de Ecuador. Al final, el Grupo decidió aceptar a los
dos países. En una carta enviada al presidente Borja, el 29 de
septiembre, Carlos Andrés Pérez formaliza la invitación para
que Ecuador se una al Grupo. "Estamos seguros de que la
participación del Ecuador constituirá un valioso aporte",
decía la misiva.
Con el ingreso de Ecuador y Chile, a partir del 11 de octubre
próximo, el Grupo de Río estará integrado por nueve países, en
tanto que Panamá continúa suspendido. (A-6).
Almeida
Quito. 08. 10. 90. El próximo 11 de octubre se concretará en
Caracas el ingreso del Ecuador al Grupo de Río, con lo que
habrán terminado las largas e intensas gestiones del gobierno
para conseguir su entrada al Grupo. De acuerdo con
observadores de la política internacional, el ingreso de
Ecuador es de vital importancia, puesto que nuestro país,
"pequeño pero con una política internacional coherente", podrá
participar en este Grupo que se ha convertido en un
interlocutor válido frente a los países industrializados y
demás bloques de naciones.
Hay quienes sostienen, incluso, que el Grupo de Río es la
"olla donde se cocina la política internacional
latinoamericana", es decir, el foro donde se decide la
posición internacional de la región, en temas como la deuda,
la integración y el comercio.
Un poco de historia
El Grupo de Río nació de la fusión de sus similares Contadora
y de Apoyo a Contadora, que intentaban solucionar los
conflictos de América Central por la vía pacífica. Se forma el
18 de diciembre de 1986 cuando sus integrantes -Argentina,
Brasil, Colombia, México, Panamá, Perú, Colombia y Venezuela-
firman la Declaración de Río de Janeiro.
En el documento, los países acordaron "fortalecer y
sistematizar la concertación política entre sus gobiernos,
creando un proceso de consultas regulares sobre los temas que
afectan o interesan a sus países en el contexto de una
creciente unidad latinoamericana".
A partir de esa declaración, se han realizado tres reuniones
presidenciales de los 8 países integrantes y siete a nivel de
cancilleres y ministros de Economía. Actualmente, en el Grupo
sólo participan siete países, pues Panamá fue suspendido como
rechazo al gobierno del entonces "hombre fuerte" de ese país,
Manuel Antonio Noriega.
Ecuador frente al Grupo de Río
Desde su formación, el Grupo se mostró renuente a aceptar
nuevos miembros y prefirió fortalecer su estructura, pese al
intento que realizaron varios países para ingresar a él.
En la época de León Febres Cordero se realizaron ya gestiones
para el ingreso de Ecuador, pero el país quedó excluido del
grupo porque sus integrantes veían con recelo el alineamiento
de la política exterior ecuatoriana con la de Ronald
Reagan.
Poco tiempo después, en 1986, se produjo la ruptura de las
relaciones diplomáticas entre Ecuador y Nicaragua, tras un
intercambio de críticas y acusaciones entre León Febres
Cordero y Daniel Ortega. Este hecho, dejó al Ecuador al margen
del Grupo de Río.
Desde entonces, Febres Cordero se encargó de minimizar la
importancia del Grupo, al punto que el canciller de su
gobierno, Rafael García Velasco, lo calificó peyorativamente
como un "grupúsculo".
Desde que Rodrigo Borja asume el gobierno, el ingreso del
Ecuador al Grupo se convirtió en un objetivo de la política
exterior del nuevo gobierno. Borja quería a toda costa lograr
lo que Febres Cordero no pudo y mejorar así la imagen
internacional del país. Sin embargo, varios intentos
resultaron infructuosos.
Borja dio un giro a la política exterior del país. Un día
después de asumir el poder, restableció relaciones
diplomáticas con Nicaragua, y el día de la posesión del nuevo
mandatario, Ecuador fue escenario de una mini cumbre
presidencial latinoamericana, con la participación de Costa
Rica, Venezuela, Colombia, Uruguay y Argentina.
Desde ese momento, Ecuador trató de alinear su política
internacional con los objetivos definidos por el Grupo de Río,
"para que en cualquier momento se nos acepte" -según una
fuente de la cancillería-, pues con ello, tácitamente el país
pedía su ingreso.
En cada reunión del grupo la respuesta seguía siendo negativa,
ya que persistía el recelo de los países miembros, pero esta
vez por el conflicto límitrofe que mantiene con el Perú, y el
intento que hacía paralelamente Bolivia para ingresar al
grupo, entre otros factores.
Luego de más de un año de intentos, la desilusión del Ecuador
y de las autoridades llegó al extremo de que el mismo
canciller Diego Cordovez declaró el año pasado que no era
objetivo del gobierno integrar el Grupo de Río, aunque el
interés seguía latente.
Será algunos meses después, con el retorno de Chile a la
democracia, que se abre el camino a Ecuador. El Grupo de Río
consideraba que Chile debía ingresar inmediatamente al
mecanismo y eso lo colocaba también frente al insistente
pedido de Ecuador. Al final, el Grupo decidió aceptar a los
dos países. En una carta enviada al presidente Borja, el 29 de
septiembre, Carlos Andrés Pérez formaliza la invitación para
que Ecuador se una al Grupo. "Estamos seguros de que la
participación del Ecuador constituirá un valioso aporte",
decía la misiva.
Con el ingreso de Ecuador y Chile, a partir del 11 de octubre
próximo, el Grupo de Río estará integrado por nueve países, en
tanto que Panamá continúa suspendido. (A-6).
Más en el