MISIONEROS, por Luis Alberto Luna Tobar

Quito. 21.10.10. (Opinión) Hay libros amados a los que en las
épocas del candil y los miedos nocturnos algún predecesor de
Cervantes los llamó "libros de cabecera", porque sosiegan el
alma cuando los nervios nocturnos la tensan y cubren de paz
cuando el insomnio quiere convertirse en tortura. No cuento
qué libros conforman ese acervo mío muy íntimo; pero sí puedo
referirme a algunos sin miedo a crítica alguna. Entre ellos,
en edición baratísima, ha estado desde 1975 una encíclica de
Pablo VI: "Evangelli Nuntiandi". Confieso mi admiración,
veneración, afecto por este Pontífice, grande entre los más
grandes o el más grande entre los grandes. Como fui, soy y
espero ser un aventurero en mis expresiones con Dios, yo le
llamo a esa encíclica "quinto evangelio". Creo que nadie me
condenará por este abuso. Leyendo Evangelli Nuntiandi hago
siempre el examen de mi misión humana, religiosa y
episcopal.

Con él en la mano, en la mente y sobre todo en mi corazón,
llevo meses interpretando del modo más exigente lo que el
actual Pontífice llama Nueva Evangelización, -"nueva en su
ardor, en sus métodos y en su expresión"- y encuentro que esta
frase de Juan Pablo II equivale a pedirnos que leamos,
profundicemos y vivamos Evangelli Nuntiandi, la encíclica con
la que ese Papa respondió al mundo dándole "un impulso nuevo
capaz de crear tiempo nuevos de evangelización, en una Iglesia
todavía más arraigada en la fuerza y poder perennes de
Pentecostés" (E.N.2).

Nos advierte el actual Pontífice, en su mensaje misionero de
este año, que el día universal de las misiones que se
celebrará mañana en todo el mundo cristiano, coincide con la
celebración de un Sínodo Episcopal también universal, que está
tratando en el Vaticano sobre el tema fundamental de la
formación del sacerdote para el ejercicio de su misión
específica en el mundo presente. Por eso, el Pontífice asume
como tema de su mensaje el servicio misionero de todo
auténtico sacerdote.

Pero lo que Pablo VI señaló y todos los pastores de América
latina lo dicen al enfrentarse con una coyuntura histórica
singular, la de los quinientos años de evangelización
cristiana en Amerindia, es que todo "impulso nuevo que cree
tiempos nuevos de evangelización" debe proceder desde una
valiente y meridiana comprensión de las características del
mundo que vivimos, de los signos de los tiempos que estamos
viviendo, en los cuales se manifiestan la voz de Dios y el
juicio de la historia. La nueva evangelización debe
fundamentarse en la humilde escucha de esa voz de Dios en
todos los signos de los tiempos, por conflictivos que ellos
sean, por exigente que resultara, una vez oída, esa voz que
nos pide cambios y cambios que podrían modificar por completo
las seguridades en las que vivimos y los sistemas en los que
nos hemos acomodado.

Resulta muy grave compromiso la misión de un sínodo episcopal
que le ofrezca al Pontífice un proyecto de formación
sacerdotal para un futuro tan exigente como el que se nos
avecina y en el que América Latina tendrá una presencia muy
fuerte y discutida. Resulta compromiso gravísimo hablar de
una fe misionera, celebrar un día universal de las misiones,
ubicados en cualquier sitio de la humanidad sedienta de
respuestas que, sin huir lo humano, ofrezcan la realidad de un
Dios vecino, amigo, hermano.

Creo en la memoria; no me afecta la presencia de ningún
recuerdo, porque todos son signos de vida y la vida es
comunión con Dios. Cuando nos hablan de quinientos años de
evangelización, jamás acepté que de ello se hiciera promoción
festiva, turística o comercial, como pretenden eclesiásticos,
políticos y comerciantes. Pero, porque creo en la memoria,
pienso que esos quinientos años son un recurso muy grande para
obligarnos a oír la voz de Dios en los signos evidentes de los
tiempos, pero oirla desde los lugares teológicos en los que la
fe reconoce la mayor presencia del Salvador, del Señor
liberador, del Espíritu de la verdad y del Padre del amor.
Los misioneros sacerdotes y laicos que así anuncien el
evangelio, siempre nuevo, Buena Nueva, tienen un espacio vivo
en la presencia viva de Dios. (A-4).

EXPLORED
en Autor: Luis Alberto Luna - Ciudad Quito

Otras Noticias del día 21/Octubre/1990

Revisar otros años 2014 - 2013 - 2012 - 2011 - 2010 - 2009 - 2008 - 2007 - 2006 - 2005 -2004 - 2003 - 2002 - 2001 - 2000 - 1999 - 1998 - 1997 - 1996 - 1995 - 1994 1993 - 1992 - 1991 - 1990
  Más en el