Quito. 06 jun 97. A diferencia de meses anteriores la cartera
vencida en la banca privada ecuatoriana ya no es un problema
preocupante, pues en la actualidad es tolerable, ahora la
inquietud radica en la escasa demanda de crédito por parte de
los agentes económicos como consecuencia de la
semiparalización de las actividades productivas. Si bien el
nivel de morosidad en el sistema bancario a nivel nacional,
reflejado en el monto de los créditos vencidos y el porcentaje
que este representa en relación al total de la cartera,
continúa siendo alto para sus integrantes, el aumento
registrado en el índice de provisiones brinda la suficiente
seguridad al sector para que el problema descrito no sea
motivo de alarma.

En su lugar, la falta de demanda de crédito acarreada por el
estancamiento de la economía y por el clima de inestabilidad
que no incentiva la inversión, constituye en la actualidad una
de las mayores preocupaciones de los bancos, que se ven
imposibilitados de cumplir con una de sus principales
funciones: brindar financiamiento a las actividades
productivas.

Cobertura contra riesgos

Según el boletín estadístico de la Asociación de Bancos
Privados del Ecuador (ABPE) la cartera vencida a marzo del
presente año llegó a 1,06 billones de sucres, es decir el 6%
del total de la cartera que alcanza los 16,4 billones de
sucres.

Al respecto la presidenta ejecutiva del gremio, Ana Lucía
Armijos, manifestó que este índice podría parecer alto a
simple vista, pero la realidad es otra al conocer que "la tasa
de crecimiento de la cartera vencida en el 97 es menor a la
que tuvimos en el 96".

Efectivamente, de acuerdo con los reportes de la asociación,
en marzo del año anterior, la cartera vencida representó el
7,03% con respecto a la cartera total del sistema.

En otros países

Si el tema se compara con los demás países del área andina, el
índice de cartera vencida en el Ecuador está por debajo al de
otros países de la región como Venezuela, Colombia y Perú, lo
que nos coloca en una posición favorable, comentó Armijos.

Lo anterior se atribuye a la metodología de control que
mantienen las instituciones financieras consistentes en
deducir el total de la cartera vencida del monto de eventuales
pérdidas y provisionarlas, de allí que el 92% de la cartera
vencida esté totalmente cubierta y la relación entre las dos
sea menor del 1%, sostiene la dirigente.

Adicionalmente destaca el papel de la Superintendencia de
Bancos que después de realizar auditorías en cada una de las
instituciones bancarias, establece el monto de provisiones
mínimas que deberán alcanzar. El promedio del sistema es del
92%, pero unas tienen más del 100% y las otras solo llegan al
50%, aclara.

Bienes por deudas

Armijos agrega que la banca ha realizado un esfuerzo muy
grande de capitalización y de aumentar su cartera, basada en
la experiencia de la crisis de liquidez que afrontó el sector
entre diciembre del 95 y los primeros meses del 96.

Pero aparte de este trabajo individual los bancos están
obligados no solo a provisionarse y aumentar su capital para
estar preparados ante cualquier eventualidad, sino en agotar
sus esfuerzos para lograr la recuperación de los créditos que
otorgaron.

Para ello se establece que después de 90 días de concluido el
plazo que se concede al deudor para cumplir con la obligación
contraída, el banco deberá pasar a crédito vencido dicho
monto, y después de agotar todos los recursos para refinanciar
la obligación podrá iniciar acciones legales en contra del
deudor, llegando inclusive al embargo de los bienes que este
dejó como garantía del préstamo.

Reestructurar pasivos

Armijos afirma que "no está en el interés de la banca hacerse
cargo de los activos, sino por el contrario su interés está en
la reestructuración de pasivos".

En este sentido destacó la línea de reestructuración de
pasivos creada en marzo de 1996 que se utilizó para
reestructurar deudas por 500.000 millones de sucres a nivel
nacional a plazos entre cinco y siete años.

Las acciones legales solo se las inicia cuando se trata de
casos extremos, de morosos de cinco o seis años, muchos de los
cuales hoy integran el club de deudores.

Basándose en los problemas citados para la dirigente bancaria
la reactivación todavía será lenta porque no existe la
suficiente demanda de créditos a pesar de que la tasa activa
referencial (la que cobran los bancos por los créditos) ha
descendido y está por debajo del 30%, cuando hace un año se
encontraba en el 44%.

Clientes no pagan

Para su análisis el vicepresidente del Banco del Pichincha,
Fernando Pozo, recomienda tomar en cuenta no solo la cartera
vencida que se encuentra cubierta con las provisiones y por
ello no representa riesgo; sino aquella cartera que no devenga
intereses (dividendos futuros a largo plazo, generalmente a
diez años).

De esta forma se obtiene un índice de morosidad del 8,89% y el
mensaje que existe es "un índice muy alto mientras hay
elementos a favor y en contra de que esta situación se torne
más complicada", advierte.

El factor beneficioso consiste en que durante los últimos dos
o tres meses el sistema financiero ha recibido recursos del
público, se ha creado ahorro financiero, producto del
crecimiento de la reserva monetaria internacional, ya que la
gente ha cambiado sus posiciones en dólares y devuelve sucres
al mercado creando liquidez.

Con el crecimiento de la liquidez y de las fuentes de ahorro,
la cartera vencida desde el punto de vista financiero tiene un
impacto menor y es un punto de ayuda para que no se genere una
crisis más compleja.

"En el momento en que los clientes no pagan y encima de que no
pagan no existe liquidez en el sistema financiero para atender
sus obligaciones, el problema es grave", subrayó.

Como el elemento negativo que impide a la banca reducir su
nivel de cartera vencida, Pozo señaló la poca dinámica de
crecimiento en la economía, lo que ocasiona que "las empresas
que necesitan incrementar sus ventas para poder pagar sus
obligaciones pendientes estén en problemas para generar
fuentes de repago, pese al descenso de las tasas de interés".

Los niveles de endeudamiento del sistema productivo son altos
por lo que primero se necesita empezar a producir y
reactivarse sin necesidad de generar más deuda.

Muñoz: Lo importante es reactivar la economía

Para el presidente ejecutivo del Banco Financorp, Vicente
Muñoz, la cartera vencida ha dejado de ser motivo de
preocupación para el sector financiero, ya que se trata de un
problema resuelto porque existen las provisiones suficientes
para afrontarlo.

Sin embargo, expresa su preocupación ante la incertidumbre de
qué se va a hacer en el Ecuador para incentivar el crecimiento
y el desarrollo de la economía, "mientras el Perú puede crecer
al ritmo del 5 al 6% anual, nosotros hacemos los máximos
esfuerzos y no llegamos a crecer ni al 2,5%", manifiesta.

"Consecuentemente -agrega el ejecutivo- la pregunta es ¿cómo
reactivar la economía para que de esa forma se reactive la
demanda de crédito y esa economía pueda generar los
suficientes recursos para mejorar el nivel de vida en el
país".

A su criterio, la respuesta a esta interrogante se encuentra
en la creación de líneas de crédito dirigidas a financiar
sectores específicos, que se convierten en un capital semilla
y permiten que retorne la confianza en el país.

Como ejemplo citó el aporte de 23 millones de dólares a quince
años plazo, administrados por la Corporación Financiera
Nacional (CFN) para el financiamiento de vivienda, "a pesar de
ser solo un inicio brindará la posibilidad a gran cantidad de
ecuatorianos de contar con vivienda propia, a la vez que
generará fuentes de trabajo por la contratación de mano de
obra", dijo.

Dávila: Cartera vencida en niveles tolerables

"Hay que hacer algún tipo de esfuerzo para reducir los niveles
de cartera vencida, que todavía se encuentran en niveles
tolerables, aunque lograr esta meta en la actualidad es
sumamente difícil porque se requiere activar la economía para
poder exigir a los deudores de la banca que cumplan con sus
obligaciones", fue el comentario del presidente del directorio
del Banco de Préstamos, Oswaldo Dávila.

Señaló que al momento las deudas de los clientes del sector
financiero cuentan con las provisiones necesarias de acuerdo
con las regulaciones expedidas por la Superintendencia de
Bancos.

Así cada tres meses se realiza una calificación de activos de
riesgo de la cartera de cada uno de los bancos, la cual se
clasifica de la A a la D y a base de ello se decide el monto
que va al rubro de provisiones.

De esta forma la cartera que hasta hace poco pudo ser
atractiva, de un momento a otro puede calificarse como mala y
cambiar la situación de su propietario.

Cita por ejemplo el caso de la construcción que se vio abocado
por los problemas del programa de vivienda Un Solo Toque,
promovido por el gobierno anterior, "los préstamos que se
otorgaron al sector vencieron en enero y hasta mayo no han
sido pagados. Dicho monto entró a cartera vencida en febrero y
los deudores ni siquiera han podido pagar los intereses porque
una cartera se puede mantener viva pagando los intereses y
renovando el préstamo", puntualizó.

Superintendencia no emite juicios de valor

Para conocer la opinión del sector oficial con respecto al
tema en cuestión, diario EL UNIVERSO, a través de comunicación
enviada el pasado 15 de mayo solicitó al Superintendente de
Bancos, José Morillo Batlle, su colaboración con este trabajo
periodístico.

No obstante, el funcionario al cabo de cinco días se excusó de
emitir criterios sobre el particular debido a que "el artículo
89 de la Ley General de Instituciones del Sistema Financiero
prohíbe a la Superintendencia de Bancos divulgar a terceros
informes de inspección y análisis de las entidades controladas
(sigilo bancario)".

De esto se deduce -continuó Morillo- que la Superintendencia
tampoco podrá hacer juicios de valor respecto a si el nivel de
la cartera vencida es o no motivo de preocupación para el
sector.

Central de riesgos

Pese a lo anterior, la Superintendencia dio a conocer que se
encuentra a disposición del sistema financiero la central de
riesgos, un sistema de registro que permite a los bancos
conocer los deudores principales del sector y aminorar sus
riesgos al momento de conceder préstamos.

Al momento la información recopilada corresponde a los meses
de febrero y marzo del presente año y en la base de datos se
encuentra la información de aproximadamente 600.000 deudores.

Para alimentar la base de datos las instituciones del sistema
financiero debieron reportar sus cifras a partir de octubre
del año anterior y la central entra en vigencia mediante
circular Nº SB-IT-97-004 del 10 de enero de 1997.

Con el fin de normar y optimar la recepción y el envío de la
información requerida, la Intendencia Nacional de Sistemas,
expidió el manual técnico Sistema de transmisión del informe
central de riesgos.

Uso del internet

Todos los procesos de transmisión de información remitida por
las entidades controladas por la Superintendencia se los
realiza a través de los medios electrónicos de comunicación de
datos (tecnología internet), y para la validación de la
información se toma en consideración la información remitida
en los estados financieros mensuales de cada entidad.

Estos procesos están automatizados, es decir que no es
necesaria la participación de los recursos manuales por parte
de operadores.

En caso de necesidad -continúa-, la Intendencia de Sistemas
dispone un help desk, es decir un sistema que proporciona
asistencia técnica a los usuarios que lo requieran. (Texto
tomado de EL UNIVERSO)
EXPLORED
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