Hay escepticismo en colombia tras la primera cita gobierno-farc
El presidente Juan Manuel Santos criticó ayer la posición de las FARC sobre la ley de tierras que promueve el Gobierno. Dijo que eso obedece a que se queda sin bandera
‘Despachada de Márquez agitó las aguas’, tituló ayer en su portada digital la revista Semana. El diario El Tiempo destacó la posición del presidente Juan Manuel Santos, quien dijo que la crítica de las FARC a la ley de Tierras que el Gobierno promueve es política y obedece a que la guerrilla se queda sin banderas para seguir su lucha.
En general, la prensa colombiana dijo que si bien los delegados del Gobierno estaban preparados para algo parecido, por la conocida radicalidad delguerrillero Iván Márquez, sus duras críticas a familias de personas que incluso hacen parte del equipo oficial, como Alejandro Eder, provocaron malestar el jueves pasado cuando se instaló la mesa de negociación en Oslo (Noruega).
Semana precisa que, por ello, Humberto de la Calle, jefe del grupo oficial, no pudo ocultar su molestia cuando regresó al auditorio para la rueda de prensa luego del final del acto de lanzamiento del proceso.
Eso explica, según hace notar El Tiempo, que De la Calle haya insistido en el trato digno y respetuoso que se deben las partes.
En cambio, la actuación del jefe de las FARC hace pensar en Colombia que seguía en el Caguán, uno de los principales escenarios en donde se ha librado el conflicto armado desde hace 50 años.
Luego de ese primer capítulo en Oslo, que continuará el 15 de noviembre en La Habana, la prensa y analistas en Colombia señalan como un aspecto clave para afianzar el proceso dar respuesta satisfactoria a las víctimas del conflicto y advierten que será uno de los puntos más complejos de la negociación de paz.
Luis Eduardo Celis, de la Corporación Nuevo Arco Iris, recordó que el conflicto, en el que han participado diversas guerrillas de izquierda, grupos paramilitares de extrema derecha, narcotraficantes y agentes del Estado, ha dejado al menos 600 mil muertos, 15 mil desaparecidos y 3,7 millones de personas desplazadas por la violencia.
Por ello, el experto destacó que la importancia de que el acuerdo tome en cuenta no solo a las víctimas, sino también a la sociedad colombiana en conjunto.
Iván Cepeda, legislador de izquierda, defensor de DDHH e hijo del congresista Manuel Cepeda, asesinado por la guerrilla, dijo que el diálogo suscita optimismo y entusiasmo, aunque reconoció que los discursos de los delegados muestran lo difícil que será el camino. (AFP-EFE-MEVO)
Las FARC son un grupo criminal
El expresidente de Colombia Álvaro Uribe rechazó ayer una posible incorporación de las FARC al tablero político del país.
Esa posibilidad la planteó el Gobierno de su sucesor, Juan Manuel Santos, el jueves pasado en Oslo, al instalar la mesa de díalogos exploratorios con miras a la pronta suscripción de un acuerdo con la guerrilla.
Uribe, uno de los más fuertes críticos de esa negociación, dijo que le preocupa la elegibilidad política del narcotraficante, del secuestrador, del extorsionista.
Lo hizo luego de presentar en Medellín su libro No hay causa perdida.
El exmandatario rechaza la concesión de estatus político para las FARC, la guerrilla más antigua de América Latina, a la que considera una organización estrictamente criminal.
Uribe combatió a la guerrilla con apoyo de EEUU y reprocha a Santos, su exministro de Defensa y aliado en esa acción, su relajada ofensiva militar.
Solo 5% dice confiar en el diálogo
A la mayoría de colombianos le gustó que este jueves los equipos negociadores del Gobierno y de la guerrilla de las FARC se hayan expresado con franqueza sobre las diferencias que tienen.
Así lo mostró una encuesta del Centro Nacional de Consultoría divulgada por el Noticiero CM&, según la cual 67% de los consultados estuvo de acuerdo con ese tipo de diálogo.
Sin embargo, a la hora de establecer qué tanto creen los colombianos en el proceso, el optimismo no fue el mismo.
A los consultados se les pidió calificar de 0 a 10 la confianza en el logro de un acuerdo de paz, y la nota fue solo de 5,06.
Es decir, hay dudas. El estudio, que consultó telefónicamente a 300 personas de las cinco principales ciudades del país, señaló que la capital más optimista para que se pueda llegar a un acuerdo es Barranquilla, en donde la valoración alcanzó 5,52, en una escala de 0 a 10. Donde más pesimismo hay en torno al proceso es en Medellín. Allí el promedio entre los consultados fue solo del 4,18%.
Otros sectores exigen participar
La exsenadora colombiana Piedad Córdoba manifestó ayer su confianza en que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) se acerque al diálogo de paz, en el corto plazo.
Córdoba, que ha ayudado en varias liberaciones de secuestrados por las FARC y lidera la organización Colombianas y Colombianos por la Paz, presentó una plataforma de grupos sociales que aspiran a participar en las negociaciones de paz del Gobierno y las FARC.
Entre ellas figuran organizaciones civiles, víctimas, indígenas e incluso exparamilitares desmovilizados, que reivindicaron ayer, a través de manifiestos, cartas y movilizaciones, su derecho a ser tomados en cuenta.
El movimiento Marcha Patriótica, que aglutina a más de 2 000 organizaciones, divulgó un manifiesto en el que recalcó que el vehículo para la reconciliación nacional es la participación del conjunto de la sociedad.