Los racionamientos eléctricos revelaron los problemas del sector energético que generó millonarias pérdidas para el país
Este ha sido un año lleno de polémicas para el sector energético en el Ecuador: entradas y salidas de autoridades, desacuerdos, imprevistos y cambios de financistas de proyectos.
Pero el protagonismo fue para los
racionamientos eléctricos que iniciaron en noviembre.
Existe 60% de posibilidades que esta crisis se solucione en febrero, según las autoridades.
"La excesiva dependencia de la generación
hidroeléctrica y la falta de previsión del Gobierno en el sector energético son la causa de estos racionamientos", indicó en ese entonces el especialista José Pileggi.
Esta situación llevó al presidente
Rafael Correa a decretar un estado de emergencia eléctrico, en el que el Ministerio de
Electricidad (MEER) y las instituciones sectoriales del Estado podrían adquirir todos los equipos y energía necesarios para paliar la crisis.
Así, se adquirieron siete turbinas de generación térmica a la estadounidense General Electric por $150 millones. De ellas, se ha instalado una turbina en Manta y una en Pascuales. También, se aumentó la importación de energía desde
Colombia y
Perú por un costo aproximado de $25,9 millones y se adquirieron equipos de mantenimiento para las centrales térmicas y la hidroeléctrica San Francisco, que, sin embargo, sufrieron averías por su utilización continua, pues estos dispositivos están específicamente diseñados para casos emergentes, no para funcionar las 24 horas del día.
Por otra parte, el país tuvo que invertir aproximadamente $43 millones en la adquisición de 31 millones de galones de diésel para el funcionamiento de las térmicas.
Para el experto en temas energéticos Jesús Játiva, "el problema no radica en la falta de generación, ya que el país cuenta con más de 4 500 megavatios (Mw) instalados para una demanda máxima de potencia de 2 760 Mw, sino en que el sistema ecuatoriano carece de recursos energéticos, sean hidráulicos, almacenados en embalses de regulación estacional o derivados de petróleo producidos en refinerías nacionales".
Por otra parte, datos proporcionados por María Gloria Alarcón, presidenta del Comité Empresarial Ecuatoriano, dicen que el país experimentó millonarias pérdidas por los racionamientos por unos $1 000 millones. Sin embargo, el Gobierno desmintió a Alarcón y argumentó que "la inversión solo fue de $245 millones y que se debe separar las pérdidas de los gastos emergentes", según indicó la ministra de la Producción, Nathalie Cely. (JR)
Cambios ministeriales
El órgano rector del sector energético en el país, el Ministerio de Electricidad y Energía Renovable, ha sufrido varios cambios en el transcurso de 2009.
Así, el año inició con Alecksey Mosquera a cargo, quien salió en junio por desacuerdos técnicos en el proyecto Coca-Codo Sinclair, y fue sustituido por Esteban Albornoz.
Debido a la promesa incumplida de suspender los racionamientos de energía el pasado 15 de diciembre, Albornoz tuvo que dimitir de su cargo.
Al día siguiente, Miguel Calahorrano, que se desempeñaba como principal del Comité de Riesgos de la Presidencia de la República, tomó el Ministerio con el trabajo de solucionar la crisis energética