Los miembros del Gabinete colombiano pusieron el lunes sus cargos a disposición del presidente Juan Manuel Santos.
Con ello lo dejan en libertad de reorganizar su equipo de Gobierno. La renuncia fue comunicada tras una reunión en la Casa de Nariño.
En la cita, los ministros, altos consejeros y secretarios, manifestaron su total apoyo a Santos, de acuerdo con un comunicado divulgado por el Ejecutivo.
La decisión se da cuando el gobernante de centro-derecha enfrenta el momento de mayor conflictividad social de su período, con una protesta de campesinos que exigen ayuda económica y la revisión de los tratados de libre comercio (TLC).
La movilización campesina es apoyada por un sector de los transportistas de carga que exige una rebaja del precio de los combustibles, por pequeños mineros, centrales obreras y estudiantes universitarios.
Esas movilizaciones derivaron en disturbios en Bogotá y Medellín, que dejaron al menos dos muertos, 147 heridos y 40 detenidos, desde el 19 de julio.
Tras los desórdenes, Santos ordenó militarizar Bogotá y otros puntos del país.
El fin de semana, el Gobierno y los campesinos alcanzaron acuerdos parciales que permitieron el levantamiento progresivo de los cortes de rutas, aunque en al menos cuatro regiones persisten. Respecto al diálogo de paz con la guerrilla de las FARC, Santos dijo ayer que el tiempo apremia y que es necesario llegar, cuanto antes, a firmar un acuerdo.
Su apuesta es poner fin a 50 años de conflicto a fines de este año, con lo que piensa apuntalar su aspiración de ser reelegido en mayo de 2014. (AFP/EFE)