Tras una semana de ocurrido el naufragio del barco con 103 migrantes de los cuales solo 9 sobrevivieron, las armadas de EE.UU. y Colombia suspenden la búsqueda de las vÃctimas.
La Armada estadounidense dejó de buscar a los náufragos desde el viernes al estimar que deben estar muertos, dijo el capitán de Puerto de Esmeraldas, Jorge Altamirano.
También la Armada de Colombia señaló que su apoyo en esas tareas culmina hoy.
Mientras, los familiares de los desaparecidos partieron de Manta a Esmeraldas para pedir que uno de ellos sea incluido en la búsqueda.
Las investigaciones seguirán hoy en la FiscalÃa de Manta.
Mientras decenas de familiares desesperados partieron ayer de Manta a Esmeraldas en busca de información del grupo de 94 migrantes desaparecidos, las armadas de Estados Unidos y Colombia notificaron la suspensión del rastreo de las vÃctimas.
El capitán del Puerto de Esmeraldas, Jorge Altamirano, dijo que la Armada de EE.UU. notificó que âdejó de buscar a los náufragos el viernes, al estimar que deben estar muertos pues ha pasado una semanaâ.
Las autoridades marÃtimas ecuatorianas continúan el operativo de búsqueda, pese a las escasas esperanzas de encontrar sobrevivientes.
Mientras los dos aviones y dos buques de la Armada colombiana, que desde la semana pasada realizan la búsqueda en aguas del PacÃfico culminarán el operativo hoy.
âDesde el dÃa en que se reportó el hundimiento, la Armada dispuso de un operativo para la búsqueda y pese a que el naufragio ocurrió hace más de ocho dÃas continuaremos labores hasta el lunes (hoy)â, dijo el capitán colombiano, Carlos Carvajal, jefe de Estado Mayor de la Fuerza Naval del PacÃfico.
Altamirano dijo que unidades de EE.UU. y Colombia descartaron el sábado un percance en aguas internacionales tras ser detectada una señal electrónica de emergencia por un satélite.
Altamirano dijo que pudo ser que por error fue activada la señal de emergencia.
Los familiares de los desaparecidos participaron en una misa por sus parientes el sábado pasado en el embarcadero del Malecón de Manta. Unos retornaron a Cuenca y otro grupo partió ayer a Esmeraldas para pedir a la CapitanÃa del Puerto que se los incluya en la búsqueda.
Esta semana continuarán las investigaciones en la FiscalÃa sobre las personas acusadas como responsables del naufragio, además se prevé el allanamiento a una vivienda de uno de los supuestos coyotes en Puerto López.
Grupo de 166
El grupo de 166 emigrantes localizados el viernes pasado por un buque de EE.UU. en aguas de Costa Rica y Nicaragua permanece en Guatemala y pasará a manos de la CancillerÃa ecuatoriana para los trámites de repatriación, indicó el departamento de comunicación de la Dirección de Marina Mercante.
BÃSQUEDA
RASTREO
La Armada estableció tres áreas de exploración ubicadas a 300 millas de la lÃnea fronteriza entre Ecuador y Colombia. El área abarca 2.400 millas cuadradas de extensión. Un avión de exploración aeromarÃtima circunda la zona.
MÃS ZONAS
Otra área de 900 millas cuadradas es recorrida por un helicóptero que sale desde una de las dos corbetas que participan del operativo de búsqueda, cuyo centro de operaciones es Esmeraldas.
FAMILIARES
El capitán del Puerto de Manta, Armando Elizalde, afirmó que el familiar que desee participar del operativo de búsqueda debe viajar a Esmeraldas para embarcarse en una de las naves que ejecutan estos operativos.
AGOTAN ESPERANZAS
A una semana de ocurrido el naufragio las autoridades marÃtimas descartan encontrar sobrevivientes.
Joven sobreviviente hace de jefa de hogar
Durante el viaje que casi le cuesta la vida, sus tres hermanos estaban al cuidado del mayor de 12 años.
Con las huellas de la tragedia vivida, aún frescas en su rostro, Rosa Cuzco Sanango, de 15 años, una de los nueve sobrevivientes del naufragio del barco que se hundió con 103 migrantes el fin de semana pasado, regresó a su casa la madrugada del jueves, en donde fue recibida por sus tres hermanos menores, a quienes dejó al cuidado del mayor de 12 años antes de emprender el viaje que casi acaba con su vida.
Luis (12), Kléber (8) y José (7) dependen de los cuidados de Rosa Carmen, desde hace seis años, cuando su madre emigró a los Estados Unidos.
El hogar de estos cuatro pequeños se desintegró entonces con la separación de sus progenitores, quienes formaron otros hogares, cada uno por su cuenta, y aunque el padre reside en Cojitambo los niños viven en una pequeña casa de bloque cerca de él.
A sus 74 años, MarÃa Jesús Chafla Panza, la abuela materna, ayuda en los cuidados, pero por su edad y salud no puede hacerlo completamente.
También los protegÃa MarÃa Sanango Chafla, tÃa de los menores, quien viajaba con Rosa, pero no sobrevivió.
La infortunada emigrante dejó en la orfandad a dos menores, Mauricio (8) y Jorge (6). Los niños mayores de ambas familias, Kléber y Mauricio, asumieron el cuidado de sus hermanos cuando las dos salieron de sus hogares el pasado 10 de agosto.
Ellos cocinaron, lavaron y arreglaron la casa mientras las dos se ausentaron, ahora deberá ser Rosa Carmen la que se encargue de los pequeños de su tÃa, hasta que los demás hermanos de su madre decidan cómo ayudarlos.
âRosa me contó que se iba a EE.UU donde mi mamá el martes de noche, yo le dije que no nos dejara, pero después con mis hermanos le dijimos que le vaya bien y que no se olvide de nosotros. Ella nos querÃa llevar despuésâ, recordó el hermano de 12 años.
Kléber terminó la primaria el año lectivo anterior y ahora no está seguro si estudiará la secundaria. Espera que su mamá lo lleve algún dÃa con ella y aunque dijo temer un viaje como el que realizó su hermana, no descarta la idea de estar con su progenitora.
Los familiares adultos, incluso el papá de Rosa Carmen, se negaron a dar sus nombres y dialogar con la prensa, solo abrazaron a la niña, la llevaron a un cuarto y cerraron la puerta para que nadie interrumpiera su intimidad.
POSIBLES DESAPARECIDOS
Marco G. Bermeo Morocho
Patricio Sibri
Manuel AgustÃn Chaca
Bertha Pérez Montero
Cristian Ortiz Pérez
Luis Ramiro Criollo Loja
MarÃa R. Quichimbo Aucapiña
Manuel Roberto Macas Pindo
José Barzallo Barreto
Sandra Lazo
Wilson Andrade Calle
Fausto Andrade Calle
Blanca Petrona Culcay Cruz
Ãngel Chuva Pizarro
José Piñancela
Humberto Sarmiento Urgilés
Nube RocÃo Sarmiento Urgilés
Manuel Jesús Coyago
Claudio Esteban Coyago
Salud Benito Coyago
Ãngel Segundino Encalada
Carmen Lemos
Jacinta Valle
Ãngel Castro Castro
MarÃa Leonor Sanango Chafla
Silvio Cristóbal Lalbay Lalbay
Elsa Tirado
Leoncio Richard Barrezueta
Juan Antonio Barrezueta
Ana Quito Ycaza
Marcelo Maza
MarÃa Dolores Gualpa
Jovanny MacÃas Aragundi
Luis Patricio Criollo Loor
Manuel Guartacha Ordóñez
Geovanny Castro Castro
N.N. Jara Montesdeoca
N.N. Jara Cabrera
Lilian Sandra Lazo Cusco
Ãngel Mauricio Macas Pando
Ãngel Nestorio Guerrero
Jaime Guerrero
Marcos Guerrero
Kléber Puente Guacun
Diana Marisol Fajardo Orellana
Blanca Buestán Duchimaza
Joselito Chango Vallejo
Estela Jara
Luis Guanoquiza
Luis Fernández
Cristian Tene
Blanca Sanango
Padre de 7 hijos entre grupo de posibles desaparecidos de barco
Los familiares de emigrantes desaparecidos y que partieron con rumbo a los Estados Unidos entre el 9 y 11 de agosto anterior continúan con la desesperada búsqueda de información de sus parientes.
La tarde del jueves pasado, miembros de la familia Guanoquiza Fernández, oriundos de Quingeo, parroquia rural de Cuenca, buscaban a autoridades e instituciones que les ayudaran con información sobre el destino de los demás pasajeros del naufragio.
En este caso reclamaron por dos miembros de su familia, uno de ellos Luis Adolfo Guanoquiza, de 45 años, casado y padre de siete hijos, el mayor de 15 años y el último de 2 meses.
El padre de este nuevo desaparecido, Ilario Guanoquiza, de 67 años, enjugó sus lágrimas con la manga de su chompa al recordar que una noche antes de emprender el viaje, su vástago le pidió perdón y la bendición para luego despedirse con un fuerte abrazo.
âPor qué te vas, nadie te manda de aquÃ, además como sea entre todos podemos superar la crisisâ, fueron las últimas palabras que Ilario dijo a su hijo, y lo último que escuchó a cambio fue: âPapá, aquà la cosa está difÃcil y yo tengo que pensar en mis guaguas y en ustedesâ, exclamó el consternado padre.
El otro desaparecido de esta familia es Luis Fernández Cumbe, joven soltero de 21 años que trabajaba en la construcción y ganaba entre 25 y 30 dólares semanales, según su tÃa y a la vez cuñada de Luis Adolfo, Rosa Regina Loja.
La incertidumbre en los familiares de estas dos personas crece con el transcurso del tiempo, porque los coyotes, de quienes no quisieron dar detalles, no contestan los teléfonos celulares que antes servÃan de contacto.
âNosotros solo conocÃamos a los coyotes por celular, ni siquiera sabemos el nombre y ahora contestan unas personas que dicen no saber de qué les reclamamosâ, dijo Dolores Guanoquiza, hermana mayor de Luis Alonso.
También dijo que por información de otros familiares de emigrantes de Quingeo conocen que entre el 10 y 12 de agosto cuatro barcos partieron con rumbo a Guatemala y por eso abrigan la esperanza que sus seres queridos se libraran de la tragedia.
Precisamente la noticia de un nuevo barco localizado con 166 ecuatorianos frente a las costas de Centroamérica revivió las esperanzas entre los familiares y esperan que sus parientes estén entre ese grupo.
Madre en Azogues sufre por hijo desaparecido en barco naufragado
AZOGUES
Sobre una pequeña mesa de comedor, Margarita Morocho improvisó un altar con imágenes de la Virgen de la Nube, patrona del cantón, y del Niño Divino. Junto a ellas, apoyadas en la pared, habÃa cuatro fotografÃas del tercero de sus tres hijos: Marco Geovanny Bermeo Morocho, de 18 años.
El joven, según el coyote que intentó transportarlo a Estados Unidos, pereció en el barco que naufragó el pasado 13 de agosto, indicó Rosa Morocho, prima de la madre.
Con esa noticia, perdió la esperanza de recuperar a su hijo vivo. âSà creo que eso pasó porque él me querÃa tanto y me dijo que donde sea que esté me llamarÃa para estar tranquilaâ, mencionó.
En el sector El Algarrobo, de San Juan Bosco, Margarita llora inconsolable y la noticia que le trajo su consuegra, MarÃa Guallpa, sobre la ubicación de otro barco con más de 160 migrantes en Guatemala, no le ha devuelto la esperanza de que Marco esté vivo.
La madre abraza una de las fotografÃas de la graduación y no puede contener el llanto. âAunque sea el cuerpito sin vida, aunque sea eso para sepultarle como Dios manda y enterrar mi corazón con mi hijitoâ, repite incesante.
Aunque el año anterior su tercer hijo concluyó los estudios secundarios y obtuvo el bachillerato en mecánica automotriz, como uno de los mejores estudiantes de la promoción en el colegio Luis Castañer, de Azogues, no conseguÃa trabajo en esa rama.
Presentó múltiples carpetas en varias fábricas tratando de conseguir trabajo, pero hasta unos dÃas antes de emprender el viaje solo laboraba como ayudante de albañilerÃa.
Marco también querÃa reunirse con su papá, Alonso Bermeo, quien reside en Nueva York desde hace 7 años.