Quito. 21 dic 2000. Las noches navideñas y el uso de tarjetas de crédito
han garantizado niveles de ingresos superiores a 1999.

No podemos afirmar que estemos en una época de bonanza o en franca
recuperación, pero no cabe duda de que las cosas están mejor. Así se
expresan los administradores y gerentes de Ventas y Marketing de los
principales centros comerciales de Quito al referirse a la temporada
navideña y a las expectativas de recuperación de sus actividades.
Todos se han esmerado en hacer promociones, en ofrecer variedad de
premios y en diseñar campañas estratégicas para captar la atención del
público y ser sus preferidos.

El repunte de ventas respecto de lo que ocurrió en 1999 ha sido evidente.
Así lo revelan las cifras mencionadas por los ejecutivos del CCI, El
Jardín, Quicentro, El Bosque y El Recreo, los que en conjunto serán
visitados por 3,5 millones de personas, entre finales de noviembre y
diciembre. En los cinco existen 1 227 locales comerciales abiertos desde
las 09:00 hasta las 21:00, durante la temporada.

Entre todos, prevén entregar premios por un monto total de $600 millones,
rubro que representa un 10% de ventas que bordearían los $60 millones, en
caso de que se hagan compras mínimas por un promedio de $200 por cada
comprador.

Esta cifra se obtiene solo tomando en cuenta que, hasta ayer, en dichos
centros de ventas se canjearon 328 mil boletos para participar en rifas y
sorteos, por cada $30 de compra promedio.

Los entrevistados también coinciden en que estos resultados positivos han
podido alcanzarse gracias a la dolarización, modelo que ha permitido
terminar con el fantasma devaluatorio y la incertidumbre que impedía
arriesgarse a hacer grandes compras por el pánico al incremento de las
tasas de interés. Un factor que ha permitido también a los propietarios
de pequeños, medianos y grandes negocios ofrecer planes de crédito más
amplios en el tiempo y con cuotas que no se incrementan mes a mes.

Pero, luego de una dura crisis que golpeó los bolsillos de todos los
ecuatorianos, también es importante reflexionar. Esta ha sido una
preocupación general de los administradores, cuyos esfuerzos se han
enfocado no solo al aspecto comercial sino a rescatar las tradiciones.
Los amplios pasillos y salones de los centros comerciales dan cabida a
ingeniosos pesebres, animados por cánticos y actos en los que las
familias comparten un buen rato y se relajan de sus problemas cotidianos.

Casi se triplican los visitantes

"Estoy emocionadísmima, porque cuando planificamos el concurso de
pesebres con la revista Cometa pensamos que lograr 200 inscripciones
sería un éxito, pero fueron 30 los colegios que participaron con más de
500 pesebres y más de 600 niños le han escrito cartas al Niño Jesús".

Así lo dice Verónica Espinosa, gerente de marketing del Centro Comercial
Iñaquito (CCI); su estrategia fundamental es "revivir las tradiciones y
crear un ambiente navideño agradable". Con la campaña central "Baja una
Estrella", se prevé entregar unos $120 000 en premios: cada persona
recibe una cartilla por cada $15 de compras, por cada cinco que acumule
baja su estrella y gana un premio. La noche Diners, que se realiza desde
hace 11 años, se desarrolló el 12 de diciembre e incluyó el sorteo de un
auto Daewo Matiz.

La experta en marketig asegura que la Navidad 2000 ha sido exitosa y más
esperanzadora que la de 1999 y exhibe cifras que lo prueban. El año
pasado en CCI entregó 60 000 boletos por cada dos dolares de compra, este
año, hasta ayer se contabilizaron 150 000, pese a que el monto mínimo se
duplicó.

Se eleva uso de tarjetas de crédito

Según Alvaro Noboa, gerente de Marketing del Centro Comercial El Bosque,
la campaña navideña de este año se centró, más que en promociones y
ofertas, en la recuperación del lugar y el lanzamiento de una imagen
renovada y moderna.

Los resultados han ido más allá de la expectativa, asegura el ejecutivo,
pues las ventas repuntaron de manera importante, hasta el punto de elevar
al Bosque al segundo lugar en la utilización de tarjetas de crédito,
ubicación que la pelea de muy cerca del CCI. Paneles luminosos, anuncios
en periódicos, radio y televisión en los que se divulga las ventajas y
beneficios del centro comercial fueron parte de la estrategia
publicitaria.

Este domingo se rifará un Corsa del año. También los grandes auspiciantes
y tarjetas de crédito que se alejaron del Bosque han retornado, indica
Noboa. Está presente la Lotería Nacional, que impulsa una campaña social:
por cada $20 de compra se reclama un boleto para la raspadita. Con ese
boleto y un huachito se puede participar en el sorteo del carro. Se han
entregado 67 mil raspaditas.

En cuatro días, más resultados

La campaña diseñada por el Mall El Jardín, que empezó el 17 de noviembre,
terminará el martes próximo. Sonia Jiménez, gerente de Marketing, explica
que en 2000 el mall quiso cambiar la estrategia bajo el convencimiento de
que la gente busca un lugar en donde divertirse, relajarse y gastar.
Por cada $40 en facturas, el cliente obtiene un cupón que le permite
participar, todos los días, a las 17:30 en 15 sorteos. Los premios son,
dinero en efectivo, un auto, viajes, órdenes de compra. Se han invertido
más de $100 mil.

Hasta ayer, la administración contabilizó el canje de 52 mil cupones, un
promedio diario de entre 1 000 y 1 500, que en los tres días previos a la
Navidad podría elevarse a 4 000 o 5 000.

El 15 de diciembre se efectuó el día de las muy mencionadas "horas locas
del Jardín, con descuentos en todos los lugares de venta mayores al 50%,
desde las 10:00 hasta las 24:00 y 1 000 premios entregados, entre órdenes
de compra y dinero en efectivo.

Tarjetahabientes, atados todo 2001

Las tradicionales noches navideñas mantendrán atados a cientos de
consumidores durante 2001 a las tarjetas de créditos, de acuerdo con los
plazos de pago a los cuales se sometieron. El sistema de compra es un
importante gancho comercial, no solo para los clientes sino también para
los locales que las reciben como forma de pago de sus mercancías.
Las comisiones son mucho más favorables: algunas las elevan en un 30% y
otras, como Diners Club, simplemente las mantienen en su tradicional 5%,
que varía de acuerdo al plazo y producto.

Durante esas 12 horas, tiempo estimado para las ofertas, el comercio
moviliza a todos quienes tienen una tarjeta. El pasado viernes 8, por
ejemplo, el Centro Comercial Policentro, en Guayaquil, atendió a más de
10 mil personas y su capacidad de parqueos quedó escasa a pesar de que
puede recibir dos mil autos. Su administración afirmó que las compras se
hicieron con Dinners Club, Visa y sus divisiones, Mastercard y American
Express. "No hubo efectivo"

Pero a pesar de los descuentos que atraen a los clientes, el negocio para
las firmas de tarjetas gira en torno a la retención de dichos clientes,
porque se incrementan sus carteras. "Por tres y hasta 12 meses los
atamos, logrando importantes utilidades... Nuestra cartera antes de
diciembre llegaba a los $14 millones y a finales de año sube a $22
millones... ese es el negocio". Para Pablo Salazar, vicepresidente
ejecutivo de Diners Club, las noches navideñas facilitan la venta de los
locales "que sacrifican el precio para obtener grandes ventas".(GSA)
(Diario Hoy)
EXPLORED
en Ciudad Quito

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