Los enfrentamientos ocurridos con el Ejército en Zhiña, durante la movilización convocada por la Conaie y que dejó como saldo la muerte de MarÃa Lalbay, de 63 años, 19 indÃgenas presos y la retención de dos militares, sacaron del anonimato a los pobladores de esta zona.
Zhiña agrupa a nueve comunidades: Rosas, Pucalpa, Rañas, Zhiñapamba, Morasloma, Zhiña centro, Quillosisa, LluchÃn y Tadán. Su gobierno se rige a través de una Comuna JurÃdica presidida por Celerio Lalbay, nombrado en diciembre pasado.
A pesar de ser un pueblo pequeño, sus habitantes se dedican a la agricultura, se manejan de forma organizada. Designan sus autoridades cada dos años mediante elecciones directas, explica Santiago Sánchez, técnico del Municipio de Nabón, encargado de levantar el censo.
La población cuenta con un sistema rotativo de asambleas. "Adoptar una resolución, muchas veces, les toma un buen tiempo", explica MarÃa Daquilema, que trabajó una tesis de la comuna de Pucalpa. âPara apoyar la última medida de hecho deben haber discutido el tema por lo menos dos mesesâ, sostiene.
En los años ochenta, en la zona de Nabón, nació la Unión de Comunidades IndÃgenas del Azuay (UCIA), que no tiene mestizaje. Su formación polÃtica comenzó a través de la organización católica âLa Legiónâ, regentada por jesuitas. En la actualidad, en el sector trabajan religiosas lauritas y sacerdotes jesuitas.
La UCIA se rige a través de una Asamblea. Tienen un directorio constituido por el presidente de la organización, que hasta ahora solo fue ejercido por hombres, además de un vicepresidente, secretaria y tesorera.
Existe una SecretarÃa de la Mujer, que trabaja en coordinación con la escuela de formación âDolores Cacuangoâ, que depende de la Ecuarunari. Su participación en las protestas no es casual. En los años setenta, fueron protagonistas del levantamiento por la Reforma Agraria y su actuación fue importante en la caÃda del ex presidente Jamil Mahuad. "A pico y pala, abrieron gran parte de la vÃa y tomaron por cinco dÃas como rehén a un militar", recuerda un empleado municipal que, por esa fecha, trabajó en la zona.
Los habitantes de Zhiña reclaman mayor atención del Estado, primordialmente en la agricultura, ganaderÃa y educación. Tienen escuelas bilingües, español y quichua, pero reclaman programas en inglés, debido a que gran cantidad de habitantes de la zona emigró a EEUU, explica un maestro de una escuela unitaria del sector. (RMT)
El 60% de su gente son mujeres
Zhiña, un poblado de 1 000 habitantes, el 60% mujeres, enclavado en una hondonada del cerro El Mozo, en el cantón Nabón y distante a 11 kilómetros de la Panamericana Sur, en la Provincia del Azuay, se convirtió, la semana pasada, en el centro de atención, con la muerte de MarÃa Lalbay de 63 años.
El analfabetismo en la población femenina bordea el 60%. Se caracteriza por el alto Ãndice de migración, en especial a EEUU, España y a la Costa ecuatoriana. Su población cuenta con agua entubada y letrinas, aunque el Municipio de Nabón inició un censo para dotar de servicios básicos. Los jóvenes estudian en universidades de Cuenca, a diferencia de las mujeres, que tienen solo educación primaria. (RMT)
ENTREVISTA
"Conaie no está dividida, solo existe inconformidad"
Lluco dice que en la movilización no hubo total participación
¿Por qué falló la movilización indÃgena?
No existió la suficiente participación. En Chimborazo influyeron tres aspectos: el tiempo no era conveniente por la fiesta de Carnaval que es reencuetro familiar. Un discurso en contra del Gobierno, sobre aspectos no fundamentales. Y si decimos que renuncie Gutiérrez, a quién se va a poner y cuál es el mecanismo a utilizar. Esto es lo que no he escuchado de Gilberto Talahua, ni de Leonidas Iza.
¿Fue acertado enmarcarse en el paro de Cotopaxi?
No podemos engañarnos, una cosa es la movilización convocada por la Conaie y otra el paro de Cotopaxi. La movilización nacional ha sido muy limitada en algunas provincias y nula en otras.
¿Esto ha evidenciado una división de la Conaie?
Es relativo hablar de división, no creo que exista ni lo uno ni lo otro. Siempre han existido dirigentes que están inconformes, pero eso no es decisorio.
¿Se insistirá en la renuncia de Gutiérrez?
No se debe utilizar los mismos mecanismos que derrocaron a Bucaram y Mahuad. Posiblemente, se deberá analizar si es pertinente una decisión del Congreso para adelantar las elecciones y unificarlas con las seccionales.
¿Pero esa no es una salida constitucional?
La salida de Bucaram no lo fue. Por la imagen internacional se debe buscar una salida que le darÃa legitimidad al que venga.
¿El movimiento indÃgena está en capacidad de tomar el poder?
Debe ser un sector amplio de centroizquierda con un programa, especificando lo que se debe hacer en todos los aspectos y áreas para que quien asuma la Presidencia no abuse del poder. (JP)
El dirigente
Miguel Lluco, nació en Guamote. Tiene 58 años, es carpintero. Fue diputado por Chimborazo y coordinador de PK.
ENTREVISTA
Francisco Rhon: "IndÃgenas no tienen una propuesta"
"El movimiento de ahora no es el mismo que el de Mahuad"
¿Cómo califica las últimas movilizaciones?
Fueron un intento de probar fuerza. Los medios han dicho que fueron parciales por un problema de movilización de los sectores. Creo que tienen capacidad de movilización.
¿Esa percepción podrÃa responder al hecho de que está dando resultado la intervención del Gobierno?
Eso serÃa dar al Gobierno capacidad de manipulación y de acción que no creo que tenga. El problema es que nosotros intentamos mirar un movimiento indÃgena del momento de Mahuad con el de ahora y eso no es posible porque no es el mismo contexto. Un factor importante es que la Conaie y el movimiento indÃgena han perdido capacidad programática, porque las conquistas del levantamiento de 1990 fueron reconocidas en la Constitución. Entonces, qué les queda: la lucha contra la pobreza. Los indÃgenas no tienen propuesta.
¿No es una propuesta el rechazo a la polÃtica neoliberal?
El asunto es que no pueden repetir no al Alca, no al TLC, no a las privatizaciones, tienen que tener propuesta. La salida de Gutiérrez es otro problema porque él fue elegido con su apoyo. La sociedad ecuatoriana demuestra que tiene una capacidad de asunción democrática y ellos no pueden pasarse botando presidentes porque se vuelven antidemocráticos.
En el caso de una salida de Gutiérrez, ¿los indÃgenas están listos para subir al poder?
Después de examinar los seis meses de luna de miel y el divorcio entre PK y Gutiérrez, la respuesta es no. Pero, no es problema de preparación, sino de formulación de un programa polÃtico capaz de romper el cerco oligárquico que predomina en este paÃs. (PJC)
El antropólogo
Francisco Rhon, antropólogo, es director ejecutivo del Centro de Acción Popular desde 1977. Estudió FilosofÃa y EconomÃa.
Otras opiniones
Fracaso o debacle
Rhon cree que el movimiento indÃgena, en tanto movimiento étnico, sigue ahÃ. "Tóqueles alguna reivindicación étnica y verá como vuelven. Como portador de un programa nacional de cambio societal, no son. La sequÃa y el Carnaval son factores en la ruptura de esa medida indÃgena". Existe debacle porque carece de una propuesta innovativa de una sociedad nacional y por eso termina adosándose a la propuesta más conservadora: la inmovilidad. (PJC)
Diferencias históricas
Francisco Rhon opina que "los indÃgenas entraron dividos con evangélicos y amazónicos a la movilización. Pero, esto proviene de diferencias históricas profundas. Los indÃgenas amazónicos y los evangélicos son proclives a encontrar espacios para un desarrollo capitalista, porque tienen condiciones. Los otros no tienen condiciones. Además, hay acumulación de resentimientos porque solo determinados sectores de la Conaie ocupan puestos públicos. (PJC)
Diálogo con Gutiérrez
Para Miguel Lluco existe desconfianza en torno a retomar el diálogo con el Gobierno. "Los que trabajamos con Gutiérrez sabemos que él no sabe cumplir, ahà está el inconveniente. Pero hay una obligación. Por ejemplo, los dirigentes de Cotopaxi tuvieron que ir a conversar, aunque no sea con el presidente. Yo no veo por qué sentarnos a dialogar, a pesar de los pedidos del presidente, quien oculta una tremenda irresponsalibilidad. (JP)