El miércoles pasado, Geovy Jaramillo estaba sentado en la cabina de Radio La Luna, al norte de Quito. Era parte del panel del programa de Fedaeps, Aquà estamos. El es un transgénero quien ha formado una familia. Tiene una hija de 10 años, que vive con él y su pareja.
âCuando decidà salir del clóset tenÃa 14 años, fue difÃcil tomar esa decisión (lo fuerte es asumir tu situación ante la sociedad), tuve el apoyo de mi padre, especialmente, y de mis hermanasâ, cuenta Geovy, quien desde hace 3 años ha formalizado una relación con Andrea R, que está a un paso de sacar su doctorado en SicologÃa. Por temor a que le levanten el grado prefiere mantenerse en el anonimato, âtengo profesores que han evidenciado ser homofóbicosâ.
Para Geovy, el asumir la conformación de una familia ha sido todo un reto. âEl convivir con otra persona es algo maravilloso pero difÃcil, como para todas las parejas. Pero la convivencia familiar nos ha ido fortaleciendo como parejaâ.
âEstudiaba en un colegio femenino y fue como abrir la caja de pandora en cuanto a los temas de diversidad el ser transgénero es bastante evidente. El asumir mi opción fue motivo de exclusión, por ello tuve que graduarme en un colegio nocturno. En la Universidad el panorama no cambió, al tercer año de Derecho tuve que abandonar la carrera. Salà de la U cuando tenÃa 23 años. De allà hasta los 27 años me dediqué a trabajarâ.
âLlegué a ser secretario del sindicato de una casa de salud, pero para poder conseguir el trabajo, durante seis meses, tuve que ponerme la faldita, dejarme crecer el pelo, ponerme tacos... Fue la primera vez en mi vida, desde que asumà mi opción, que me sentÃa travestiâ.
âA los 26 años concebà a MarÃa Belén, mi hija, ella ahora tiene 10 años. Su padre falleció. Ahora vivimos, mi hija y yo con mi pareja. Fue MarÃa Belén quien se ganó a Andrea, ella hizo de cupidoâ.
"Lo que en nuestro hogar le inculcamos a MarÃa Belén es el respeto a la diversidad. Evitamos mentirle y hemos sido muy abiertos para escucharle y entenderle", concluye Geovy. (RGC)
ENTREVISTA
"Iglesia debe replantear su acción pastoral"
Enrique Monserrate es párroco de Santa Faz, en Riobamba
¿Qué opina de los matrimonios gay?
El hecho de que se den en algunos paÃses no significa que sean lÃcitos. Hay muchas cosas que no dependen de que haya más o menos gente, sino de principios que rigen la vida humana.
¿Las personas tienen la libertad para acceder a su opción sexual?
Esa es una moral relativista. Yo me pongo de acuerdo conmigo y armo mi moral y el resto no me importa. Cuando eso suceda acabaremos todos contra todos, todos querremos poner normas y leyes.
¿Usted ha conocido de cerca estos casos?
Se busca ayuda muy secretamente. La sociedad los margina. Yo he atendido a chicos, sobre todo, que sufren mucho porque están confundidos, relegados y rechazados.
¿Cree usted que se deberÃan formar grupos de trabajo con gays?
Si, el Papa pide que se asuma eso con una actitud pastoral. Todo lo que es humano no es ajeno a la Iglesia. Por lo tanto, nos toca replantear nuestra acción pastoral. Hay que ver una opción para trabajar con chicos y chicas que tienen problemas de identidad sexual a fin de hacer con ellos una rehabilitación. (JP)
La ficha
Monserrate (44 años), a más de ejercer el sacerdocio, tiene un doctorado en Ciencias de la Educación, se graduó en la Universidad Católica.
ENTREVISTA
"El matrimonio es uno de un colectivo de derechos"
Abelardo Arraya, coordinador de la red nacional GLBT
¿Cuál es la posición que tiene la comunidad GLBT de Ecuador con respecto al matrimonio?
El tema de los derechos civiles se ha debatido ampliamente. El derecho al matrimonio es uno del colectivo de derechos que implican el pleno ejercicio de la ciudadanÃa.
¿En Ecuador existe apertura a la diversidad?
Se puede hablar de una sociedad diversa, pero aspiramos a que todas las personas podamos contar con todos los derechos. Eso incluye el ejercicio y vigencia de los derechos humanos, eso implica la formación de una sociedad mayormente democrática, participativa e inclusiva.
¿El matrimonio es visto como un sÃmbolo de los derechos?
En EEUU se ha convertido en un sÃmbolo. AquÃ, puede ser que alguna persona de la comunidad GLBT opte por esa forma de convivencia, pero otras no querrán.
¿Esta opción es dable en Ecuador?
Creo que sà porque hay en la Constitución ecuatoriana una serie de normas y reglamentos, pero principalmente aludimos al artÃculo 23 numeral 3 que dictamina la no discriminación por orientación sexual. Para ello es necesario generar ciertos mecanismos constitucionales. (RGC)
La ficha
La red nacional de Gay, Lesbianas, Bisexuales y Transgénero (GLBT) cuenta con 14 núcleos provinciales.
"ImplicarÃa revolucionar la cultura"
Para el jurista Ernesto López, la aceptación en Ecuador de los matrimonios gay "implica reformas constitucionales y legales, pero esa posibilidad dependerá de la posición que asuman los congresistas ante este nuevo reto.
Este criterio es ratificado por Manuel MartÃnez, quien forma parte del foro nacional por la niñez y la adolesciencia. MartÃnez agrega que es imposible, con el marco legal existente en el paÃs, que se permitan adopciones a hogares conformados por miembros de la comunidad de Gay, Lesbianas, Bisexuales y Transgénero (GBLT). "En el paÃs no estarÃa permitido porque las legislaciones van por las uniones o matrimonios para hombre y mujer. Nuestra Constitución no es como la de paÃses como Holanda. Con cambios constitucionales y legislativos acompañados de un cambio cultural no habrÃa problema, pero en Ecuador estamos lejos y me parece una cuestión complicada". (RGC)
"Se generan sociedades más inclusivas"
"La gente debe tomar en cuenta que el matrimonio no es la opción de muchos, pero es un ritual que marcarÃa el inicio de una sociedad más equitativa e inclusiva del otro", señala el sociólogo Rodrigo MartÃnez.
Además, expone "que el matrimonio no es la lucha. La pelea debe darse por la inclusión de las comunidades GLBT en la dinámica y construcción de ciudadanÃa. Con ello las sociedades quitarÃan ese velo de hipocrecÃa que nos sume en un rechazo a lo diverso, a los excluidos, a los marginados, quienes han planteado dinámicas de reincorporación a una sociedad que aún mantiene un discurso y un ejercicio de opresión y sometimiento a estos sectores que intentan levantarse con voz propia".
"El matrimonio es tan solo un expresión de la ritualidad y del formalismo legal. Hay que ver que en Ecuador existen cientos de parejas de la comunidad GLBT que han formados familias de hecho", concluye. (RGC)
EN DISPUTA
El presidente de Estados Unidos y candidato a la reelección, Geoge Bush, rechazó los matrimonios homosexuales en su paÃs.
La reinvindicación del matrimonio homosexual abrió una dura disputa en EEUU. San Francisco se convirtió en la capital gay.
Holanda es el primer paÃs de Europa con contar con un registro de parejas homosexuales, desde 1998. Bélgica fue el segundo.
Los holandeses, en diciembre de 2000, aprobaron una ley que permite a las parejas homosexuales casarse y adoptar hijos.
En un documento emitido en julio de 2003, el Vaticano ataca la igualdad de derechos que se intenta conceder a las parejas gay.
En el mismo documento, en las Consideraciones, se pide que se trate con respeto, compasión y delicadeza a los homosexuales.
El primer matrimonio gay que se regristró en Chile fue simbólico, en 1965. En 2002 se retipió esa práctica, en el bar Dionisio
OTRA MIRADA
En 2002, Canadá fue el primer paÃs en América en adoptar este tipo de relaciones gay en su marco jurÃdico.
En agosto de 2003, la ONU revisó sus polÃticas laborales con el objeto de dar a las parejas homosexuales los mismo derechos.
La ONU quiso brindar mayores garantÃas civiles a las comunidades GLBT e hizo un llamado al mundo a no discriminarlos.
Desde 2002 en Alemania, los homosexuales gozan de los derechos del matrimonio, aunque persiste la prohibición de adopción.
Dinamarca admitió las uniones entre homosexuales en 1989. Noruega y Suecia prevén la inscripción de parejas de hecho.
Julio de 2003: en Argentina se registró la primera unión civil gay en América Latina, entre César Cigliutti y Marcelo Suntheim.
En New Jersey (EEUU), en 1997, se autorizó por primera vez la adopción conjunta de un menor por parte de dos hombres.