Sepelio, en Quito
Manuel De Guzmán Polanco fue sepultado la tarde de ayer, en Campo Santo Monte Olivo, en medio del quebranto de sus familiares y amigos.
Antes del último adiós, a las 13:30, el padre Mauricio Ontaneda ofreció una misa en su honor. Al altar llegó un arreglo floral con las iniciales del Partido Social Cristiano (PSC). "Era un gran militante apasionado por la política", comentó consternado su amigo Raúl Guerrero.
Durante el acto religioso, sus hijos y demás allegados recordaron varias vivencias, no solo en el ámbito profesional, sino también humano. "Siempre ha tenido un comportamiento intachable. Era un hombre recto en todos los sentidos", recordó Vinicio Pinto, su vecino y amigo de la infancia.
A sus 94 años, era una persona muy activa, añadió. Pero también tenía fascinación por la lectura, sobretodo Historia. Su afición dio frutos. De Guzmán fue elegido director de la Academia Nacional de Historia del Ecuador. También formó parte de la comisión ecuatoriana negociadora de límites con Perú, entre 1995 y 1998, como asesor internacionalista.
Además fue uno de los promotores del Bicentenario de la Independencia. En junio de este año organizó un congreso de la Asociación Iberoamericana de Academias de la Historia y fue miembro correspondiente de academias de Historia de
Argentina,
Colombia, Perú, España y otros países.
El intelectual integró la Asamblea Nacional Constituyente de 1966, fue magistrado del Tribunal de Garantías Constitucionales, subsecretario de Relaciones Exteriores y de Gobierno; formó parte del Tribunal Supremo Electoral, entre otros cargos. (GCA)