Con la liberación de cinco guÃas penitenciarios retenidos en el ex penal GarcÃa Moreno y de 53 rehenes de la cárcel de mujeres de Quito, las actividades en los centros carcelarios del paÃs parecÃan normalizarse. Sin embargo, el panorama cambió por la tarde, luego de comprobarse una fuga masiva en Quito.
Ayer, a las 18:00, la PolicÃa comprobó que unos 50 presos se fugaron de la cárcel Nº 3 y del ex penal GarcÃa Moreno. En un operativo en el que participaban más de 700 efectivos, entre ellos varios busos, se buscaba a los fugados en las alcantarillas y sectores aledaños. Hasta las 23:30, tres reos habÃan sido recapturados.
Los presos se habrÃan escapado por uno de los 12 túneles que hicieron por la panaderÃa de la cárcel Nº 3 y que da a una alcantarilla que llega hasta una casa abandonada, en la calle Rocafuerte.
"La situación se nos fue de las manos", dijo Mentor Albán, director del ex penal. "Los guÃas no tienen el control de las cárceles", añadió, al tiempo que solicitó la intervención de la PolicÃa para que los guÃas penitenciarios puedan ingresar para verificar la situación en las cárceles. No descartó la existencia de más vÃctimas mortales al interior.
Según Albán, la PolicÃa ingresarÃa con miembros de la DefensorÃa del Pueblo, de la FiscalÃa y de los DDHH en las próximas horas. Hasta el cierre de esta edición, no habÃa ninguna autorización para que los efectivos intervengan.
Anoche, la PolicÃa interrogaba a los recapturados para determinar cuántos son los reos fugados y cómo planificaron la huÃda y si recibieron ayuda exterior.
En Guayaquil, por su parte, los internos esperaban una orden del Comité de Paro de Quito para levantar la medida.
Los nueve dÃas de amotinamiento dejaron tres muertos. Manuel Oña y Pedro Cueva fueron las últimas vÃctimas registradas ayer. A ellos se suma José Quiñónez, asesinado la semana anterior, además de tres policÃas heridos y varios presos trasladados al hospital Eugenio Espejo y Metropolitano, como consecuencia de las riñas internas. (MAR-AM-PBM)
LAS NEGOCIACIONES
El Plenario no devolverá reformas a la Comisión
El Pleno del Congreso resolvió, ayer, no devolver a la Comisión de lo Civil y Penal el proyecto de reformas al Código de Ejecución de Penas, como pidieron los presos.
Sà aceptó una reconsideración de los artÃculos 1 y 2 que tienen que ver con la administración de las cárceles y con los recursos que les pertenecen. Representantes del Comité de Internos asistieron al Pleno del Congreso para certificar que el acuerdo para liberar a los rehenes se esté cumpliendo
La diputada Cinthya Viteri (PSC) dijo que mientras existan presiones y se cometan delitos, la Comisión no tramitará los pedidos de los presos. Ellos sugieren, entre otras cosas, que se apruebe la Ley del 3 por 1, es decir, que por cada año de sentencia se perdonen cuatro meses de cárcel.
Los reos piden, además, que se determine un presupuesto para las cárceles a través de la creación de una fuente de financiamiento, el respeto al debido proceso, el trámite ágil de prelibertades y libertades, la firma de convenios de repatriación de presos españoles y colombianos, y que se inicie una verdadera rehabilitación social mediante educación, trabajo y capacitación.
Ante dichos pedidos, el Congreso ofreció presentar textos alternativos. (MAR)
Las cárceles de la Costa liberan rehenes
A pesar de que en Quito se liberó a los rehenes de las cárceles y del anuncio de que en las próximas 24 horas se normalizarÃa la situación en el paÃs, varios problemas persistÃan hasta la tarde de ayer, en los centros del Litoral.
En la cárcel de Machala salieron con libertad cuatro menores de edad, pero quedaron 38 adultos, dijo Jorge Espinoza, presidente del Comité de Internos. Lo mismo ocurrió en la granja penitenciaria de El Rodeo, en Portoviejo, en donde habÃa 12 personas tomadas como rehenes.
En el centro penitenciario de Santas Vainas, en Esmeraldas, y en la cárcel pública de Quevedo, los reclamos ayer se concentraron en pedir la reparación de la infraestructura, los servicios básicos y se aumente el presupuesto para la alimentación de los detenidos.
El gobernador del Guayas, Felipe Mantilla, dijo que le corresponde a la Función Judicial iniciar las demandas penales a quienes tomaron rehenes y cometieron actos de violencia en las cárceles del paÃs, al tiempo de añadir que está buscando financiamiento externo para construir tres centros de rehabilitación para esa provincia.
Aclaró que en Guayas el único rehén fue el cónsul de Alemania, quien fue liberado en forma inmediata. (AM)
Vecinos del Ex Penal cierran las ventanas
Los reos se tomaron el centro carcelario desde el 5 de abril, tenÃan varios rehenes. Hasta ahora hay tres muertos.
Jacinto Vélez vive en las calles Rocafuerte y La Cantera, a 100 metros del ex penal GarcÃa Moreno, 40 años. "Es la primera vez que pasa algo asà en la cárcel, antes se habÃan paralizado, pero no tanto".
El lunes 5 de abril descubrió que las calles estaban llenas de policÃas, quienes le explicaron que los internos se habÃan tomado el ex penal. Desde entonces está intranquilo. De regreso a su casa lo requisan dos uniformados. Y, "es peor cuando llevo paquetes grandes, me imagino que creen que les voy a dar algo a los presos".
Solo a pie se puede llegar al barrio La Cantera. Los buses se desvÃan, pues la calle Rocafuerte está cerrada en su intersección con la Chimborazo y la Veinticuatro de Mayo, a la altura del puente de la avenida Mariscal Sucre, antes de llegar al mercado de San Roque. Más al sur, en la calle Cumandá, un patrullero impide el paso desde la calle Libertad.
Por todo esto, las tiendas de la zona se quedaron sin productos y los que tienen se están dañando. A Mariana Gálvez, dueña de una tienda, al frente del Centro de Detenciòn Provisional (CDP), le expiró una caja de 24 yogures y de jugos naturales. "Los abastecedores no llegan desde hace una semana. Las ventas bajaron porque nuestros clientes son las visitas de los reclusos".
Mariana vive asustada: "El lunes pasado rompieron los vidrios de mi casa. No puedo ni salir a la calle porque desde la terraza me gritan que les pase comida o trago, y si no lo hago me insultan". Ella tiene miedo por su hija y le pide que se cubra la cabeza para que no le golpeen en la cabeza con los baldes y las fundas que arrojan los presos desde los muros para que pongan ahà comida o dinero.
Por la noche internos juegan con un reflector y alumbran hacia las casas. "Tenemos miedo y por eso cerramos las ventanas".
Pero el mayor temor de los vecinos de la zona es que se produzca una fuga y los presos se refugien en las casas aledañas. Enrique Cabezas, vecino de la calle Rocafuerte, ya sabe cómo defenderse: "Yo tengo unos voladores y al primero que se aparezca le prendo la mecha para que se vaya volando".
Los moradores culpan a los guÃas por dejar a los reos subir a las terrazas. "Hace un año vimos como jugaban libremente voleibol, ping-pong y billar. Creo que fue un error, ahora están tan cerca de esa malla, que se rompió hace tres dÃas. Cualquier rato se caen", cuenta Alba GarcÃa, vendedora ambulante.
La basura se amontona en las calles Rocafuerte, entre Cumandá y La Cantera. La causa: hace nueve dÃas que los carros de la basura no ingresan al barrio. Y como los presos lanzan piedras y desperdicios se acumula: hay moscas y mal olor.
Los niños del sector no pueden pasar ni jugar por los alrededores porque sus padres temen que se enfermen con tanto desaseo. Además, el control policial les obliga a ir por la calle Chimborazo. La prohibición es clara: "No acercase mucho al ex Penal". (PAG)
ACONTECIMIENTOS
Tres centros educativos no tienen clases
Desde el martes 6 de abril están cerrados los tres establecimientos educativos de la zona: la escuela República de Chile, el jardÃn de infantes Ana Paredes de Alfaro y el colegio Nacional Mixto DarÃo Guevara Mayorca, que funciona en la tarde en las instalaciones del la escuela. Están vacÃos y las clases se normalizarán cuando el centro penitenciario vuelva a la normalidad, por la seguridad de los alumnos, informó el conserje de la escuela.
El operativo policial es de 500 policÃas
En los alrederos del centro se encuentran 500 uniformados de la PolicÃa Nacional, quienes en su mayorÃa vigilan la calle Rocafuerte hay un carro antimotines en la calle La Cantera. Mallas a los dos extremos del ex penal. Al pasar por ellas es necesario mostrar una identificación.
Los uniformados son agredidos con piedras cuando no permiten que los transeúntes coloquen comida en los baldes o fundas que arrojan los presos.
"Tenemos miedo de las balas pérdidas"
Los moradores tienen más miedo a un operativo que a los propios delincuentes. "No queremos que salgan heridos pero sà asusta que alguna bala perdida alcance a nuestros hijos". Cuenta Angélica MartÃnez, moradora de la zona. quien ha vivido 40 años en el barrio; dice que la PolicÃa ha quedado en avisarles si llegara a realizarse un operativo especial en la cárcel para que se encierren en sus casas y no salgan. (PAG)