MADRID. El secretario de Estado español para la
Unión Europea,
Diego López Garrido, reconoce que a España le ha tocado una Presidencia "compleja" de la UE, pero está satisfecho del papel desempeñado y del "legado" que dejará: un gobierno económico común que ayude a los veintisiete socios a superar futuras crisis.
En la Presidencia española de la
UE en el primer semestre de 2010,
López Garrido admite que aún falta "redondear" esa tarea con la aprobación en junio de los nuevos objetivos económicos europeos de la Estrategia 2020, pero subraya el éxito logrado con el apoyo unánime a Grecia.
No oculta el protagonismo que tuvieron, en el acuerdo de la semana pasada para respaldar a Grecia, la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, que cuentan con "una voz importante" por representar a grandes economÃas de la UE.
Sin embargo, López Garrido recalca la "determinante" participación en ese acuerdo del jefe del Gobierno español, José Luis RodrÃguez Zapatero, y recuerda que hay 27 socios comunitarios.
Todos los paÃses, apunta, están apoyando la Presidencia española, que desde el primer momento decidió otorgar "la máxima visibilidad, la máxima autoridad y la máxima representatividad" a los nuevos cargos institucionales europeos: el presidente estable del Consejo, el belga Herman Van Rompuy, y la alta representante para la polÃtica exterior y de seguridad común, la británica Catherine Ashton.
Tras la cancelación de la cumbre con
Estados Unidos, cita que, reconoce López Garrido, a España le hubiera gustado organizar, quedan dos importantes reuniones para los próximos tres meses.
En mayo tendrá lugar la cumbre entre la UE y
América Latina, en la que el Gobierno español espera que se firmen los primeros grandes acuerdos de asociación con Centroamérica, Colombia y Perú.
El secretario de Estado no descarta "resucitar" también el "oxidado" diálogo con Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay), conjunto de paÃses con gran importancia en Latinoamérica y que, en su opinión, necesitan una relación preferente con Europa.
La otra gran cita será la cumbre de la Unión por el Mediterráneo prevista para junio en Barcelona, un encuentro que, como todo proyecto en el que participan árabes e israelÃes, puede verse afectado por los acontecimientos en Oriente Próximo.
"Es absolutamente necesario que esa cumbre se celebre y sirva para dar estabilidad a la región", subraya López Garrido, quien asegura que España trabaja a fondo con los paÃses de la región para contar con la máxima participación posible. (EFE)