Quito. 13 mar 2000. La primera reunión de la Convención sobre el
tráfico de vida silvestre designó al Ecuador como su
representante. La cita mundial será en Kenya.
No existen datos concretos sobre el mercado negro de las especies,
pero se considera que es el segundo después del narcotráfico.
Estimaciones de la Interpol y la Organización Mundial de Aduanas
señalan en 20 billones de dólares anuales el producto del comercio
ilÃcito de animales.
Un ejemplo, de este crimen contra la vida animal, son las cacatuas
brasileñas que se venden en 15 mil dólares en Europa y
Norteamérica, pero que al campesino que la cazó apenas le pagaron
dos. Estos animales generalmente se transportan en pésimas
condiciones como atados y en pequeñas cajas de chocolates, muchas
de ellas se asfixian en el el viaje y mueren la mayorÃa.
Para frenar este tráfico se estableció la Convención sobre el
Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora
Silvestres (Cites). A través de la regulación se busca controlar
la explotación de vida silvestre. Al momento Venezuela tiene un
ejemplo de uso sustentable de los cocodrilos, Argentina con los
guacamayos y Bolivia propone un uso sustentable de la vicuña.
La primera reunión regional de América Central, del Sur y el
Caribe de Cites se realizó en Quito, del 29 de febrero al 2 de
marzo.
A esta cita asistieron 83 delegados de 31 paÃses. En el encuentro
se discutió la posición de la región y conoció los puntos de vista
de los paÃses vecinos como preámbulo de la conferencia mundial que
se desarrollará, en abril, en Nairobi, Kenya.
"El objetivo es fortalecer la región para tener más coordinación
entre las partes y asistir de forma unificada a la conferencia de
Kenya. Este es el primer esfuerzo para mantener una posición como
bloque ya que América del Sur y Central poseen una gran riqueza en
lo referente a la biodiversidad en el mundo. Por esta razón, el
mayor volumen del tráfico de especies se origina en el neotrópico,
y siempre los paÃses consumidores van en bloque", señaló Juan
Carlos Vásquez, analista de polÃticas de tráfico legal de Cites.
Se discutieron 7 propuestas que permitan el comercio de las telas
de lana de vicuñas bolivianas, el transferir al apéndice dos (es
decir, se permite un comercio restringido) al ñandú cordillerano
de Argentina, la tortuga carey de Cuba y dos especies de árboles
de Argentina y Chile. "En todas estas propuestas se lograron
consensos, en unas hubo más discusión que otras, pero pienso que
la región las acogió favorablemente a todas", dijo Vásquez.
Una de las misiones de esta reunión fue que las partes escogieran
sus 3 representantes regionales (con la entrada de Grenada a la
convención, la región tiene derecho a 3 miembros) a los comités
Cites. La Convención tiene 3 comités: el permanente que es el
órgano supremo y los otros dos que son técnicos y se encargan de
la fauna y flora. Estos representantes se elegirán en Nairobi.
En esta ocasión el Ecuador fue designado como representante
regional para la reunión de Kenya. "Dentro del comité permanente
de Cites el Ecuador fue nominado para estar dentro de este
estamento en donde se toman todas las decisiones de polÃticas por
cuatro años. El Gobierno tiene que hacer una nominación dentro de
los funcionarios del ministerio de Turismo y Ambiente", manifestó
Danilo Silva, director ejecutivo del Ministerio.
En el paÃs no solo se apunta a regular el comercio sino a un uso
sustentable de los recursos. "Se hicieron estudios para establecer
parámetros más claros para el control dentro del marco de la
Estrategia de Vida Silvestre. Nos dirigimos a un manejo regulado
de las especies para reducir la presión sobre la vida silvestre".
Un ejemplo de este manejo es el caimán negro de la Amazonia, del
que se capturan individuos para reproducirlos en cautiverio y
luego reponer de 5 a 10 ejemplares.
La Convención integra a 150 paÃses
La Convención sobre el Comercio Internacional de Especies
Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (Cites) entró en vigor en
Washington en 1975. Es un tratado que cuenta con 150 paÃses (que
se los conoce como Estados Partes). Ofrece un marco jurÃdico para
reglamentar el comercio de fauna y flora silvestres. La finalidad
de Cites es velar para que el comercio internacional de vida
silvestre no constituya una amenaza para la supervivencia de las
especies comercializadas.
Cada paÃs designa una autoridad -para el Ecuador es el Ministerio
de Turismo y Ambiente- encargada de administrar la Convención y
una o más autoridades cientÃficas para asesorar sobre cuestiones
técnicas. Las partes deben promulgar una legislación nacional que
prohÃba el comercio internacional de especÃmenes en violación de
la Convención.
Cites clasifica las especies en tres categorÃas de acuerdo a su
vulnerabilidad. En el apéndice I están todas las especies en
peligro de extinción que son o pueden ser afectadas por el
comercio.
En el II están las especies que no están necesariamente en peligro
de extinción, pero que podrÃan llegar a estarlo si su comercio no
se regula. Por último el apéndice III contiene las especies
protegidas por los estados miembros de la Convención
Internacional. (Texto tomado de El Comercio)