"Cada día bebe agua en cantidad y mucho mejor te sentirás". "Para reponer energía debemos comer alimentos variados con alegría". Son dos de las recomendaciones recogidas en un decálogo de alimentación sana que han elaborado niños españoles de edades entre 8 y 9 años. Pero una cosa es la teoría y las buenas intenciones y otra muy distinta la práctica diaria.
Las cifras más recientes de sobrepeso y obesidad infantil y juvenil (de 2 a 24 años) no son muy esperanzadoras. El hecho de que el 13,9% de la población mundial con estas edades sea obesa y que el 26,3% tenga sobrepeso revela que los jóvenes no siguen unas pautas de alimentación saludables.
"Los niños de ahora comen mal. Cenan muchas cosas precocinadas y no se sientan a la mesa sino que se ponen delante de la tele", explica Lola Abelló, presidenta de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (Ceapa), a elmundo.es.
España ya arrancó con una campaña en contra de la obesidad. El punto de partida es potenciar la educación nutricional en los colegios. También ya se discute sobre la posibilidad de integrar la educación nutricional como materia del currículo escolar". Para Abelló, comer no es solo una cuestión de salud sino también de cultura y se debe trabajar con los niños, aunque sea fuera del horario lectivo a través de talleres".

La alimentación escolar

La recomendación inicial es que los padres estén más atentos de lo que comen sus hijos, para ello es bueno conocer la pirámide alimenticia y saber qué alimentos están en la base y cuáles se pueden consumir con menor frecuencia. Por ejemplo, ¿sabía usted que es preferible que los chicos en los recreos coman más frutas que lácteos? Para facilitar la tarea de padres y educadores, la Federación Mundial de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética da 10 recomendaciones relacionadas con la alimentación y el ejercicio físico en la edad infantil (ver íconos). (LM)







LAS 10 PAUTAS PARA COMER MEJOR


La lactancia materna es vital los seis primeros meses de vida, por sus propiedades como alimento completo.


Establecer un horario regular para las comidas del día y evitar que el pequeño pique entre una hora y otra.


Elaborar menús variados y creativos. Elegir las raciones adecuadas según la edad que tenga el menor de edad.


Comer en familia, siempre que sea posible, y dar ejemplo en este espacio sobre una correcta alimentación.


Es importante enseñarle a no comer frente al televisor ni al jugar Nintendo. Es mejor que se siente a la mesa.


De ninguna manera hay que mencionar a la comida como incentivo, un alivio al aburrimiento o castigo.


Es necesario animar al niño a probar nuevos sabores para aumentar el gusto y la variedad en su alimentación.


Hay que hacerle partícipe a la hora de preparar comidas, así aumenta su interés por alimentarse


Anime a su hijo a hacer ejercicio físico; es el complemento perfecto para una alimentación equilibrada.


Los padres deben preguntar y estar atentos a lo que comen sus hijos en los recreos y a la salida del colegio. (LM)



¡Cuidado! durante clases, los gérmenes contraatacan

Según los médicos es mejor que su hijo se quede en la casa hasta que se sienta bien

Durante el año lectivo, los niños son más sensibles a sufrir resfriados, gripe, catarros y otras infecciones debido a la proliferación de gérmenes en las aulas. Una investigación realizada por el H. Legacy Emanuel Children"s Hospital de Portland (EEUU) dice que 7 de cada 10 aulas no son desinfectadas adecuadamente.
Las infecciones infantiles, explica Paul Horowitz, director médico pediátria y líder del estudio, se concentran en el salón de clases. En promedio, un niño contrae 6,5 resfriados al año que duran hasta cinco días. Además de disminuir sus asistencias y rendimiento, los padres pierden hasta 126 días de trabajo, al año para cuidar a sus niños. En cambio, los maestros no asisten en alrededor de 5,3 días por año escolar.
La principal causa de la proliferación de bacterias se debe a que los niños enfermos asisten a clases: "Cada escritorio, sacapuntas y puerta que toca un niño enfermo se llena de gérmenes y el resto de personas está en contacto".
¿Qué se debe hacer para disminuir el riesgo? Debe indicar a sus hijos que se laven las manos antes y después de comer, no compartir alimentos, tazas, vasos y otros objetos de uso personal. En el caso de los adolescentes y jóvenes, es mejor evitar prestarse ropa y cosméticos. Por último, al momento de toser, tápese la boca con la mano o con un pañuelo. (GCA)




UNA GUÍA PARA REGESAR A CLASES CON BUEN Ánimo

Trucos para tener una "memoria de elefante"

Es común que los chicos no recuerden fechas, fórmulas, nombres, etc. Para eso, cuando el "profe" diga un dato importante, repita varias veces esa palabra, para asociar fácilmente su imagen con el sonido. Si va a estudiar, aléjese del ruido. No es cierto que se concentra cuando oye música.
También realice gimnasia mental: llene crucigramas, memorice las placas de los autos, los números de teléfonos de sus amigos, etc.


Los chequeos médicos que no deben faltar

No hay nada mejor que hacerse un "ABC" antes de entrar a clases.
Los chequeos más importantes que ellos necesitan son: de vista, ya que muchas veces los alumnos no pueden hacer los deberes por una falla en la visión, también tienen dolores de cabeza; chequeos estomacales (para eliminar parásitos y lombrices); también deben acudir al dentista y hacerse un chequeo de los oídos y la garganta.


Para despertarlos... regáleles un gran beso

No hay nada más fastidioso que despertarse temprano. Para eso, los chicos deben acostarse más temprano, 10 días antes del primer día de clases. Por ejemplo, si se acostaban a las 11:30, pueden dormir a las 11:00, luego a las 10:00... Si lo difícil es despertarlos, no hay nada mejor que levantarlos con cariño. En lugar de gritar para que despierten deles un beso o hágales cosquillas, a ellos les gusta esos detalles. (GCA)




DESDE EL CONSULTORIO

La obesidad

¿Qué es la obesidad?
Se define la obesidad como un sobrepeso del 20% o más de su peso ideal. Cuarenta millones de norteamericanos son obesos. La gordura aumenta a medida que la gente envejece.
Es una afección grave pues aumenta el riesgo de contraer males como: apoplejía, enfermedad cardíaca, diabetes, algunos tipos de cáncer (de colon, mamas y útero), osteoartritis (endurecimiento y dolor en las articulaciones a medida que se llega a la vejez), entre otras dolencias.
La obesidad dificulta a su médico realizar un buen examen físico.

¿Cómo ocurre?
Las causas de la obesidad no están claras. No siempre es por comer en exceso. La cantidad de energía (calorías) que el cuerpo necesita en estado de reposo puede ser importante. Uno obtiene la energía de los alimentos que come. Si esta no se utiliza, se almacena en forma de grasa. Puede ser que los obesos usen menos energía en estado de reposo que las personas delgadas. Y, queman menos calorías, porque les es más difícil realizar actividades físicas.
Los genes que hereda pueden afectar en su peso. Los hijos de padres obesos son 10 veces más propensos a adquirir sobrepeso. Los hábitos alimenticios no saludables también son la razón. Rara vez, la obesidad se produce por un desequilibrio hormonal.
¿Cómo se diagnostica?
Su médico le pesará. Puede ser que le haga un examen físico y le pregunte sobre su historia clínica. Posiblemente requiera un análisis de sangre para medir las cantidades de azúcar, colesterol y triglicéridos. Si el experto considera que usted puede padecer de hipotiroidismo, le realizarán un análisis de la hormona que estimula a la tiroides. El hipotiroidismo es una afección por la cual el organismo no produce suficiente hormona tiroide, que es la que controla la cantidad de energía que utiliza el cuerpo.
¿Cómo evitar ser obeso?
El exceso de peso se adquiere durante un largo período. Bajarlo, exige motivación y disciplina. Para mantener un peso saludable coma alimentos nutritivos y desarrolle el hábito de mantenerse activo físicamente. Trate de mantenerse lo más cerca de su peso ideal.
Cuando adelgazan, muchas personas obesas tienen dificultades de mantener el peso alcanzado. Y ocurre por problemas emocionales que surgen cuando están tratando de reducir kilos demás. La pérdida de peso puede desencadenar una depresión seria o aún psicosis si fue obeso de niño o ha estado deprimido debido a su sobrepeso.
Si siente la necesidad compulsiva de comer o de "atacar" el refrigerador por la noche, puede estar padeciendo de angustia emocional. Si está estresado, su médico puede determinar que no es conveniente que baje de peso hasta que su vida se estabilice. Tenga en cuenta que luego de bajar de peso, la manera en que se relaciona con los demás puede cambiar, debido a la mejor imagen que tiene de usted mismo.
EXPLORED
en Ciudad Quito

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