Revelación de ex rehén

BOGOTÁ. El ex congresista y ex rehén de las FARC, Óscar Lizcano, quien logró fugar en octubre pasado, señala que la filial en Colombia de la estatal China National Petroleum Corporation (CNPC) apoyó a la guerrilla a cambio de permisos para operar en el oeste del país.

En uno de los capítulos de su libro Años en silencio, que será lanzado la próxima semana, el ex congresista, quien permaneció secuestrado por más de 8 años y logró escaparse con la ayuda de un desertor, escribe que "la China socialista está dispuesta a trabajar con las FARC".

Lizcano relata que fue testigo y conoció de la visita en siete oportunidades, a campamentos de los subversivos, de "un helicóptero perteneciente a la empresa Bureau Geophysical Processing (BGP), una división de CNPC".

Según el ex cautivo, "el propósito no fue otro que acordar el pago de una millonaria vacuna (contribución)" por parte de la multinacional y llevar víveres y asistencia médica al frente Aurelio Rodríguez , encargado de su prolongado cautiverio.

Los contactos entre la multinacional china y las FARC se habrían dado a comienzos de 2006 en una selvática zona de la provincia de Chocó, en el pacífico colombiano (oeste).

Un subversivo conocido como Iván, quien fue fundamental en el plan de fuga que permitió la libertad de Lizcano, habría sido el comisionado para establecer contactos con los chinos.

Allí, según el ex congresista, se pactó la entrega de unos $400 mil, más atención en salud y provisión de víveres. (AFP)
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