Inteligencia de Colombia señala que detrás del crimen estarÃa Miltón Toncel, que es el reemplazo de Raúl Reyes en las FARC
BOGOTÃ. El asesinato del gobernador del departamento colombiano de Caquetá (sur), Luis Francisco Cuéllar, atribuido por el Gobierno de
Ãlvaro Uribe a la guerrilla de las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), conmovió ayer al mundo entero en vÃsperas de la Navidad.
Cuéllar, quien fue plagiado en su residencia de Florencia, la capital del Caquetá, fue velado ayer en esa ciudad. Sus restos serán llevados hoy a Bogotá para su entierro. El gobernador, elegido con el apoyo del Movimiento Social IndÃgena en octubre de 2007, habÃa sido secuestrado otras cuatro veces antes de asumir como mandatario de esta región con fuerte presencia subversiva.
Su secuestro y posterior asesinato es el más grave ocurrido en
Colombia desde que Uribe asumió la Presidencia en agosto de 2002. Ha levantado crÃticas a la polÃtica de seguridad de su Gobierno. Además, es un baldazo de agua frÃa cuando se esperaba la liberación unilateral de dos militares, la cual fue anunciada por esa guerrilla en abril pasado.
Uribe confirmó la muerte del polÃtico la noche del martes pasado y dijo que habÃa sido degollado por los "terroristas". Pero, las autoridades del Caquetá explicaron que el cadáver de Cuéllar fue encontrado con impactos de bala y rodeado de explosivos.
En tanto, la cadena radial colombiana RCN informó ayer, basada en informes de Inteligencia, que Milton de Jesús Toncel estarÃa detrás del secuestro y asesinato del gobernador.
Toncel serÃa quien sustituye al ex número dos de las FARC, Raúl Reyes, quien murió en un bombardeo del Ejército colombiano en Angostura (Ecuador), en marzo de 2008. A pesar de las acusaciones, las FARC no han reivindicado la ofensiva ni se han pronunciado sobre el tema hasta el cierre de esta edición.
Para el ex rehén de los subversivos , Luis Eladio Pérez, existe un descuido del Gobierno respecto a la protección que brinda a las autoridades de estas zonas conflictivas. Además, criticó la irresponsable declaración de Uribe al ordenar la intervención militar para rescatar a los secuestrados.
Por su parte, la Unión Europea condenó el crimen al que calificó de "cobarde y execrable". Mientras que, la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) expresó su más profundo rechazo a este triste incidente. (EFE-AFP-CRR)