Quito. 26.05.95. El tercer paro, en lo que va de este Gobierno,
convocado por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) pasó
prácticamente inadvertido en la capital de la República.
Salvo pequeños incidentes, en Quito todas las actividades se
desarrollaron como si se tratara de un día normal. La banca, el
comercio, el transporte urbano e interprovincial, y otras
actividades operaron sin ningún contratiempo.
Unos pocos brotes de violencia se registraron en las
inmediaciones de la Universidad Central, y en los alrededores de
los colegios Mejía y Montúfar, pero fueron disueltos por la
Policía Nacional, sin que se presenten enfrentamientos.
El ambiente no cambió en las afueras de la ciudad. Tanto en la
Panamericana Norte como en la Sur, donde se encuentra el centro
industrial, se observó una total calma. Los trabajadores
laboraron y no se observó ninguna obstrucción en las vías.
La Policía Nacional se encargó de cerrar una zanja que los
habitantes de San Miguel de Calderón hicieron en la carretera.
Con una vigilancia extrema los manifestantes,tras realizar una
corta marcha pacífica, se tuvieron que retirar a gritar a un
costado de la vía, para no obstaculizar el tráfico.
CORTOS
- En los sectores que otrora se caracterizaron por ser
conflictivos esta vez se vivió una absoluta tranquilidad. Escenas
como la quema de llantas, colocación de obstáculos en las vías,
quedaron atrás, ayer todos trabajaban en sus distintas tareas.
- Durante el recorrido que HOY realizó por la Panamericana Sur se
pudo conocer que a la altura de El Chasqui, en Cotopaxi, un grupo
de campesinos obstaculizaron la vía impidiendo el tránsito
vehicular por breves minutos. La Fuerza Pública llegó al lugar y
limpió los obstáculos permitiendo el libre tránsito.
- Según se pudo conocer tan solo los afiliados al Seguro Social
Campesino acogieron el llamado de sus dirigentes, que convocaron
al denominado "Levantamiento por la Vida" para defender "la
soberanía nacional".
- En el centro sur de la ciudad, algunos colegios secundarios
salieron a las calles a protestar pero fueron rápidamente
despejados por la Policía que utilizó gran cantidad de gases
lacrimógenos.
- En el sector de la plaza Marín, el flujo vehicular fue el
habitual; asimismo en el terminal terrestre se registró un
intenso movimiento de pasajeros y el transporte interprovincial
partió con normalidad.
- Algún transeúnte comentaba ayer, en una parada de bus, que este
paro organizado por el FUT no ha sido "ni Fut ni fa".
- "Estamos bajo la Ley de Seguridad Nacional", manifestó un
oficial al informar que tenían la orden de hacer cumplir la ley y
detener a las personas que alteren el orden.
- En las estaciones de venta de combustible fueron ubicados dos
militares fuertemente armados que custodiaron el sector para
evitar sorpresas.
- Mientras tanto, la Policía se dedicó a dar vueltas por la
panamericana norte entre los sectores comprendidos entre La
Villaflora y Machachi.
El aburrimiento de la jornada contagió a los uniformados que
hicieron un alto a su recorrido para "abordar" a una motera y
practicamente terminar con su canasta.
Algunos quiteños se manifestaron contrarios a la medida de hecho
y "reclamaron mayor trabajo en este momento de crisis que vive la
nación".
TOTAL CALMA EN LA ZONA DE FABRICAS
Un ambiente de total tranquilidad se evidenció ayer durante un
recorrido que realizó HOY al sector fabril ubicado al sur de la
capital de la República, sitio que en anteriores oportunidades se
convertía en un verdadero "campo de batalla".
Esta vez, con sorpresa, se pudo comprobar que todas las fábricas
que se ubican en la Panamericana Sur se encontraban laborando ya
que sus trabajadores no habían acogido el llamado de la
dirigencia del Frente Unitario de Trabajadores a un paro nacional
de actividades.
En las fábricas Aymesa, Ecasa, Edesa, Chaide y Chaide, Muebles
Maestro, Plyawood, entre otras, las actividades laborales se
desarrollaron con total normalidad.
Los habitantes de la zona sur de la capital de la República
transitaron sin ningún contratiempo. El tránsito vehícular se
desarrollo en igual forma sin complicaciones evidenciandose, eso
si, un disminuído tránsito de vehículos de transporte
interporvincial.
El otrora sector conflictivo ubicado a la altura de la fábrica la
Internacional esta vez estuvo abierto al tránsito peatonal y
vehicular.
Escuelas y Colegios que se ubican a lo largo de la panamericana
Sur en los sectores de la Ecuatoriana, Lucha de los Pobres,
Guajaló, Guamaní y las Pesas trabajaron con total normalidad.
Uno que otro camión militar recorría la vía para evitar
"cualquier sorpresa" según señaló un oficial que se encontraba al
mando del pelóton de militares.
TAMPOCO PLIEGAN EN EL NORTE
Casi completamente desapercibido fue el paro de los trabajadores
en el norte comercial de la ciudad.
El comercio y la banca trabajaron con absoluta normalidad y el
tránsito vehicular apenas fue obstruido cerca de los centros
educativos que normalmente hacen manifestaciones como el Mejía,
la Universidad Central y el Montúfar, entre otros pocos.
Muchas personas pudieron haber dudado de que exista un paro de
trabajadores puesto que todas las actividades que normalmente se
desarrollan entre semana, en todo el sector norte, se
desarrollaron con una absoluta normalidad.
La misma cosa ocurrió con el transporte puesto que los buses
hicieron su recorrido normalmente, con la afluencia esperado de
personas.
Además, los colegios y escuelas que generalmente paralizan sus
labores debido a que sus empleados son militantes del Frente
Popular, no plegaron al paro y los alumnos fueron a clases con la
excepción de los niños que pensaron que la Unión Nacional de
Educaciones iban a participar del paro.
Algún transeúnte comentaba ayer, en una parada de bus, que este
paro organizado por el FUT no ha sido "ni Fut ni fa"
ATENCION NORMAL EN LA BANCA Y EL COMERCIO
Inadvertida pasó para los ciudadanos del centro de Quito la
paralización de actividades efectuada a nivel nacional por las
organizaciones que integran el Frente Unitario de Trabajadores
(FUT).
Ayer fue normal el flujo del transporte público y de taxis, la
atención en los bancos y en los establecimientos comerciales, así
como la intensa actividad que usualmente tiene lugar en los
establecimientos de la calle "Ipiales". También la afluencia de
público al centro fue similar a la de los días normales.
Los establecimientos educativos del centro laboraron sin
contratiempos, pues no hubo las tradicionales manifestaciones con
quema de llantas y gases lacrimógenos.
En los edificios que conforman el "complejo de Carondelet" (donde
se ubican la Presidencia, Vicepresidencia y Ministerio de
Gobierno) fue redoblado el número de miembros de seguridad. Igual
ocurrió en otros edificios públicos de la administración central
y el Municipio.
En el sector de la plaza Marín el flujo vehicular fue el
habitual; asimismo en el terminal terrestre se registró un
intenso movimiento de pasajeros y el transporte interprovincial
se movió con normalidad.
Unos pocos brotes de violencia se registraron en las
inmediaciones de la Universidad Central, y en los alrededores de
los colegios Mejía y Montúfar, que fueron sofocados sin mayores
contratiempos por la policía.
A diferencia de ocasiones anteriores, esta vez hubo poca
presencia de elementos de la policía y el ejército en la zona
central de Quito.
UNA PROTESTA DISTINTA
Esta medida organizada por el FUT tiene algunas características
especiales, motivaciones distintas y circunstancias que le
diferencian de anteriores medidas similares.
En primer lugar -lo ha dicho el presidente de turno del FUT,
Fausto Dután- no es un paro ni una huelga, sino una
"movilización". En segundo lugar no busca reivindicaciones
laborales, sino que se inscribe dentro de una lucha ideológica y
política de oposición a la privatización de las áreas
consideradas estratégicas de la economía, como los teléfonos, el
petróleo, la generación eléctrica y la Seguridad Social.
De otro lado, esta medida del FUT se ha llevado a cabo en
circunstancias en que se halla vigente el decreto de emergencia
nacional, dictado por el Gobierno en razón de la confrontación
bélica con el Perú. Para los trabajadores el Gobierno ha mal
usado de esta facultad destinada al riesgo externo. Para el
Gobierno, en cambio, los trabajadores no han sido sensibles con
el espíritu de unidad nacional que surgió del conflicto
territorial.
La movilización se da en momento de recomposición de las fuerzas
sociales y cuando se acerca una campaña electoral, dentro de la
cual los sectores de izquierda buscan una unidad no exenta de
dificultades. El Frente Popular, vinculado al MPD, no participa
en esta ocasión de la protesta y se reserva para más adelante
organizar la suya propia. ¿Medición de fuerzas? ¿En qué medida la
falta de apoyo del MPD a la protesta se inscribe en la
controversia de ese partido con el APRE en materia político
electoral? Muchos dirigentes de la izquierda tradicional
vinculada al FUT están cerrando filas junto a Frank Vargas en el
APRE.
Todas estas consideraciones sitúan a la protesta de ayer en una
coyuntura sui géneris. Para unos será un fracaso derivado de un
momento inoportuno y de la falta de liderazgo y poder de
convocatoria del movimiento sindical. Para otros lo de ayer será
el primer grito de alerta de una confrontación que podría venir
cuando el Gobierno profundice su afán privatizador. (3A)
convocado por el Frente Unitario de Trabajadores (FUT) pasó
prácticamente inadvertido en la capital de la República.
Salvo pequeños incidentes, en Quito todas las actividades se
desarrollaron como si se tratara de un día normal. La banca, el
comercio, el transporte urbano e interprovincial, y otras
actividades operaron sin ningún contratiempo.
Unos pocos brotes de violencia se registraron en las
inmediaciones de la Universidad Central, y en los alrededores de
los colegios Mejía y Montúfar, pero fueron disueltos por la
Policía Nacional, sin que se presenten enfrentamientos.
El ambiente no cambió en las afueras de la ciudad. Tanto en la
Panamericana Norte como en la Sur, donde se encuentra el centro
industrial, se observó una total calma. Los trabajadores
laboraron y no se observó ninguna obstrucción en las vías.
La Policía Nacional se encargó de cerrar una zanja que los
habitantes de San Miguel de Calderón hicieron en la carretera.
Con una vigilancia extrema los manifestantes,tras realizar una
corta marcha pacífica, se tuvieron que retirar a gritar a un
costado de la vía, para no obstaculizar el tráfico.
CORTOS
- En los sectores que otrora se caracterizaron por ser
conflictivos esta vez se vivió una absoluta tranquilidad. Escenas
como la quema de llantas, colocación de obstáculos en las vías,
quedaron atrás, ayer todos trabajaban en sus distintas tareas.
- Durante el recorrido que HOY realizó por la Panamericana Sur se
pudo conocer que a la altura de El Chasqui, en Cotopaxi, un grupo
de campesinos obstaculizaron la vía impidiendo el tránsito
vehicular por breves minutos. La Fuerza Pública llegó al lugar y
limpió los obstáculos permitiendo el libre tránsito.
- Según se pudo conocer tan solo los afiliados al Seguro Social
Campesino acogieron el llamado de sus dirigentes, que convocaron
al denominado "Levantamiento por la Vida" para defender "la
soberanía nacional".
- En el centro sur de la ciudad, algunos colegios secundarios
salieron a las calles a protestar pero fueron rápidamente
despejados por la Policía que utilizó gran cantidad de gases
lacrimógenos.
- En el sector de la plaza Marín, el flujo vehicular fue el
habitual; asimismo en el terminal terrestre se registró un
intenso movimiento de pasajeros y el transporte interprovincial
partió con normalidad.
- Algún transeúnte comentaba ayer, en una parada de bus, que este
paro organizado por el FUT no ha sido "ni Fut ni fa".
- "Estamos bajo la Ley de Seguridad Nacional", manifestó un
oficial al informar que tenían la orden de hacer cumplir la ley y
detener a las personas que alteren el orden.
- En las estaciones de venta de combustible fueron ubicados dos
militares fuertemente armados que custodiaron el sector para
evitar sorpresas.
- Mientras tanto, la Policía se dedicó a dar vueltas por la
panamericana norte entre los sectores comprendidos entre La
Villaflora y Machachi.
El aburrimiento de la jornada contagió a los uniformados que
hicieron un alto a su recorrido para "abordar" a una motera y
practicamente terminar con su canasta.
Algunos quiteños se manifestaron contrarios a la medida de hecho
y "reclamaron mayor trabajo en este momento de crisis que vive la
nación".
TOTAL CALMA EN LA ZONA DE FABRICAS
Un ambiente de total tranquilidad se evidenció ayer durante un
recorrido que realizó HOY al sector fabril ubicado al sur de la
capital de la República, sitio que en anteriores oportunidades se
convertía en un verdadero "campo de batalla".
Esta vez, con sorpresa, se pudo comprobar que todas las fábricas
que se ubican en la Panamericana Sur se encontraban laborando ya
que sus trabajadores no habían acogido el llamado de la
dirigencia del Frente Unitario de Trabajadores a un paro nacional
de actividades.
En las fábricas Aymesa, Ecasa, Edesa, Chaide y Chaide, Muebles
Maestro, Plyawood, entre otras, las actividades laborales se
desarrollaron con total normalidad.
Los habitantes de la zona sur de la capital de la República
transitaron sin ningún contratiempo. El tránsito vehícular se
desarrollo en igual forma sin complicaciones evidenciandose, eso
si, un disminuído tránsito de vehículos de transporte
interporvincial.
El otrora sector conflictivo ubicado a la altura de la fábrica la
Internacional esta vez estuvo abierto al tránsito peatonal y
vehicular.
Escuelas y Colegios que se ubican a lo largo de la panamericana
Sur en los sectores de la Ecuatoriana, Lucha de los Pobres,
Guajaló, Guamaní y las Pesas trabajaron con total normalidad.
Uno que otro camión militar recorría la vía para evitar
"cualquier sorpresa" según señaló un oficial que se encontraba al
mando del pelóton de militares.
TAMPOCO PLIEGAN EN EL NORTE
Casi completamente desapercibido fue el paro de los trabajadores
en el norte comercial de la ciudad.
El comercio y la banca trabajaron con absoluta normalidad y el
tránsito vehicular apenas fue obstruido cerca de los centros
educativos que normalmente hacen manifestaciones como el Mejía,
la Universidad Central y el Montúfar, entre otros pocos.
Muchas personas pudieron haber dudado de que exista un paro de
trabajadores puesto que todas las actividades que normalmente se
desarrollan entre semana, en todo el sector norte, se
desarrollaron con una absoluta normalidad.
La misma cosa ocurrió con el transporte puesto que los buses
hicieron su recorrido normalmente, con la afluencia esperado de
personas.
Además, los colegios y escuelas que generalmente paralizan sus
labores debido a que sus empleados son militantes del Frente
Popular, no plegaron al paro y los alumnos fueron a clases con la
excepción de los niños que pensaron que la Unión Nacional de
Educaciones iban a participar del paro.
Algún transeúnte comentaba ayer, en una parada de bus, que este
paro organizado por el FUT no ha sido "ni Fut ni fa"
ATENCION NORMAL EN LA BANCA Y EL COMERCIO
Inadvertida pasó para los ciudadanos del centro de Quito la
paralización de actividades efectuada a nivel nacional por las
organizaciones que integran el Frente Unitario de Trabajadores
(FUT).
Ayer fue normal el flujo del transporte público y de taxis, la
atención en los bancos y en los establecimientos comerciales, así
como la intensa actividad que usualmente tiene lugar en los
establecimientos de la calle "Ipiales". También la afluencia de
público al centro fue similar a la de los días normales.
Los establecimientos educativos del centro laboraron sin
contratiempos, pues no hubo las tradicionales manifestaciones con
quema de llantas y gases lacrimógenos.
En los edificios que conforman el "complejo de Carondelet" (donde
se ubican la Presidencia, Vicepresidencia y Ministerio de
Gobierno) fue redoblado el número de miembros de seguridad. Igual
ocurrió en otros edificios públicos de la administración central
y el Municipio.
En el sector de la plaza Marín el flujo vehicular fue el
habitual; asimismo en el terminal terrestre se registró un
intenso movimiento de pasajeros y el transporte interprovincial
se movió con normalidad.
Unos pocos brotes de violencia se registraron en las
inmediaciones de la Universidad Central, y en los alrededores de
los colegios Mejía y Montúfar, que fueron sofocados sin mayores
contratiempos por la policía.
A diferencia de ocasiones anteriores, esta vez hubo poca
presencia de elementos de la policía y el ejército en la zona
central de Quito.
UNA PROTESTA DISTINTA
Esta medida organizada por el FUT tiene algunas características
especiales, motivaciones distintas y circunstancias que le
diferencian de anteriores medidas similares.
En primer lugar -lo ha dicho el presidente de turno del FUT,
Fausto Dután- no es un paro ni una huelga, sino una
"movilización". En segundo lugar no busca reivindicaciones
laborales, sino que se inscribe dentro de una lucha ideológica y
política de oposición a la privatización de las áreas
consideradas estratégicas de la economía, como los teléfonos, el
petróleo, la generación eléctrica y la Seguridad Social.
De otro lado, esta medida del FUT se ha llevado a cabo en
circunstancias en que se halla vigente el decreto de emergencia
nacional, dictado por el Gobierno en razón de la confrontación
bélica con el Perú. Para los trabajadores el Gobierno ha mal
usado de esta facultad destinada al riesgo externo. Para el
Gobierno, en cambio, los trabajadores no han sido sensibles con
el espíritu de unidad nacional que surgió del conflicto
territorial.
La movilización se da en momento de recomposición de las fuerzas
sociales y cuando se acerca una campaña electoral, dentro de la
cual los sectores de izquierda buscan una unidad no exenta de
dificultades. El Frente Popular, vinculado al MPD, no participa
en esta ocasión de la protesta y se reserva para más adelante
organizar la suya propia. ¿Medición de fuerzas? ¿En qué medida la
falta de apoyo del MPD a la protesta se inscribe en la
controversia de ese partido con el APRE en materia político
electoral? Muchos dirigentes de la izquierda tradicional
vinculada al FUT están cerrando filas junto a Frank Vargas en el
APRE.
Todas estas consideraciones sitúan a la protesta de ayer en una
coyuntura sui géneris. Para unos será un fracaso derivado de un
momento inoportuno y de la falta de liderazgo y poder de
convocatoria del movimiento sindical. Para otros lo de ayer será
el primer grito de alerta de una confrontación que podría venir
cuando el Gobierno profundice su afán privatizador. (3A)
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