WASHINGTON.
La OEA observa que cada vez hay más inmigrantes en América Latina que no proceden de la región sino de otros continentes, principalmente de África y Asia, según los resultados preliminares de una encuesta difundida hoy.
En el documento, publicado durante una conferencia de la Comisión Especial de Asuntos Migratorios (CEAM) de la
Organización de Estados Americanos (OEA),
el organismo califica de "nuevo y creciente" el fenómeno de los recientes flujos migratorios extra-continentales en varios países de la región.
Además,
resume las políticas migratorias que naciones como Argentina, Colombia, Costa Rica, Panamá, Ecuador, Guatemala y México han formulado para abordarlo.
Los resultados del sondeo, obtenidos de las respuestas facilitadas por estos países, apuntan a que los inmigrantes de otros continentes en condición irregular provienen principalmente de países africanos como Eritrea, Etiopía, Nigeria y Somalia, y de naciones asiáticas como China, Bangladesh y Nepal.
La CEAM, que ha elaborado el estudio en colaboración con el Programa de Migración y Desarrollo (MiDE) del Departamento de Desarrollo Social y Empleo de la OEA, señala que es difícil contar con cifras reales sobre esta tendencia, pero sí se sabe que es cada vez mayor.
Los resultados de la encuesta también revelan un fortalecimiento de los grupos delictivos internacionales dedicados al tráfico ilícito de inmigrantes, y que los movimientos migratorios provienen de una diversidad creciente de países africanos.
La coordinadora del MiDE, Araceli Azuara, destacó que estos flujos migratorios "deben ser analizados desde una perspectiva integral, teniendo en cuenta el derecho internacional y con miras a fomentar la cooperación a nivel mundial".
Entre los principales problemas que existen en al menos uno de los países encuestados destacan la falta de recursos para la repatriación de los inmigrantes extra-continentales a su lugar de origen.
Otro de los problemas es que de los nacionales africanos a quienes se les reconoció la condición de refugiado, ninguno permaneció en el país y al abandonarlo vendieron o cedieron sus documentos a las redes de tráfico.
En un porcentaje importante, la finalidad de los inmigrantes es llegar a EEUU o a Canadá, por lo que muchos no inician una solicitud de refugio. Otros sí lo hacen pero no le dan continuidad al trámite, y otros venden o ceden sus documentos a las redes internacionales de tráfico ilícito de personas.
La OEA también subraya como problemas la creciente acción de las redes internacionales de tráfico de inmigrantes irregulares y la poca eficacia de las autoridades en responder cuando se trata de menores de edad y de víctimas de delito de trata de personas.
Sin embargo, la encuesta también revela que los países afectados ya han comenzado a responder con rapidez a este creciente fenómeno de la migración extra-continental, con medidas de cooperación internacional, capacitación y reforma a las actuales leyes
migratorias. (EFE)