El embajador de Ecuador en Colombia, Raúl Vallejo, acusó a algunos medios colombianos de crear sentimientos de animadversión hacia su país mediante una cobertura sesgada de la realidad ecuatoriana, según un artículo difundido el jueves por el diario público El Telégrafo.
Vallejo señaló que en las coyunturas recientes, el abordaje de temas referidos a Ecuador por parte de un sector de la prensa colombiana "adolece de falta de veracidad y equilibrio, y ha cultivado sentimientos de animadversión contra el gobierno y el país en general, por la vía de la estigmatización".
Según el diplomático, esos medios han confeccionado sus agendas informativas "casi exclusivamente con representaciones negativas del gobierno, de la realidad que vive el país y de la sociedad en su conjunto, incluso falseando la realidad y negándose a rectificar".
El pasado 14 de junio, la prensa privada colombiana se solidarizó con la ecuatoriana publicando un editorial conjunto en el que criticó una ley de comunicación aprobada ese día por el Congreso, controlado por la mayoría de izquierda.
"Desde hace varios años, el presidente Rafael Correa ha querido silenciar a aquella (prensa) que considera opositora", aseveraron los periódicos colombianos, agremiados en la Asociación Colombiana de Editores de Diarios y Medios Informativos (Andiarios).
Vallejo indicó que con ese editorial, publicado "a pedido de sus colegas ecuatorianos", los periódicos colombianos "decidieron inmiscuirse descaradamente en la política interna del Ecuador".
"Una publicación de esta naturaleza, con el impulso de Andiarios, no se había producido ni siquiera frente a grandes problemas y decisiones de la propia Colombia", cuestionó.
El gobierno del presidente Rafael Correa mantiene una tensa relación con un sector de la prensa ecuatoriana, a la que acusa de estar al servicio exclusivo de intereses privados y de conspirar en su contra.
La ley de comunicación -a la que varios medios tildan de "mordaza"- prevé la creación de un ente regulador con potestad para sancionar con multas a los medios que se nieguen a rectificar informaciones.
Asimismo, establece una redistribución progresiva de las frecuencias de radio y TV para conceder 34% a medios comunitarios, 33% a los públicos y 33% a los privados, mediante la asignación de las licencias disponibles y la reversión de aquéllas obtenidas ilegalmente o por incumplimiento de normas, para lo que aún no hay plazos. AFP
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