San José. 06.02.94. Con cerca del 95 por ciento del electorado,
el bipartidismo está consolidado en Costa Rica, donde
socialdemócratas y socialcristianos, enfrentados en una reñida
disputa electoral, dejan sin opciones a otros cinco partidos
pequeños, sin ideologías definidas.

La reñida disputa entre el socialdemócrata Partido Liberación
Nacional (PLN) y el gobernante Partido Unidad Socialcristiana
(PUSC) polariza las fuerzas y cierra aún más las posibilidades a
otros partidos, que se calcula que difícilmente alcanzarán el 5
por ciento en conjunto en los comicios generales del domingo,
opinan varios comentaristas.

Aparte de las dos agrupaciones mayoritarias -ideológicamente
definidas, aunque con programas económicos muy similares-, de los
otros partidos sólo Fuerza Democrática, que presenta como
candidato presidencial al periodista y escritor Miguel Salguero,
aparece registrado en las encuestas, con cerca del 3 por ciento
de los votos.

Los otros partidos son el Nacional Independiente, Unión General,
el Independiente y la Alianza Nacional Cristiana -sin ideologías
definidas, aunque en general conservadores-, además de varios
grupos que aspiran a elegir diputados o autoridades municipales
en algunas provincias.

El bipartidismo ha sido prácticamente una constante desde 1953,
cuando participó por primera vez el PLN, fundado dos años antes y
producto de las fuerzas que encabezó José Figueres Ferrer en 1948
alegando un fraude electoral en los comicios de ese año.

Figueres, fallecido en 1990, es el padre del candidato
socialdemócrata José María Figueres Olsen, y su principal
adversario durante esa confrontación armada, Rafael Angel
Calderón Guardia (presidente de 1940 a 1944), es el padre del
actual presidente, Rafael Angel Calderón Fournier.

Aunque en las últimas diez elecciones, desde 1953, han surgido
nuevas agrupaciones, el mayor caudal electoral siempre ha recaído
en el PLN, que ha ganado seis, y en las fuerzas que ahora se
encuentran reunidas en el PUSC, fundado en 1983 al fusionarse
varios grupos, que ha triunfado en las restantes.

Todos los estudios de opinión divulgados en las últimas semanas
muestran un virtual empate entre Figueres, de 39 años, y Miguel
Angel Rodríguez, de 54 años, candidato del PUSC, a diferencia de
la mayoría de los procesos electorales anteriores, en los que a
estas alturas se podía prever un triunfador con alguna certeza.

Ante esta incertidumbre, sólo vista en las elecciones de 1966
cuando José Joaquín Trejos derrotó al socialdemócrata Daniel
Oduber, los partidos han redoblado su labor para procurar que no
se pierda "ni un solo voto" el domingo.

Trejos triunfó ante Oduber por poco más de 4.000 votos, el
resultado más estrecho que recuerda la Historia de Costa Rica, y
algunos opinan que esta experiencia se puede repetir, aunque
tampoco se descartan sorpresas.

Sin embargo, algunos comentaristas políticos ponen como
particularidad del actual proceso el hecho de que es la primera
vez que el PLN se ve en peligro de perder unos comicios desde la
oposición, desde donde, en las tres ocasiones anteriores, ha
obtenido triunfos relativamente cómodos.

Desde que ganó las primeras elecciones, el PLN ha sido el partido
que más ha influido en la vida política y económica de Costa
Rica, con el impulso del Estado empresario, ante la dispersión de
fuerzas de la oposición, que se unían cada cuatro años para
participar en la contienda electoral.

Esta participación del Estado como empresario ha venido perdiendo
terreno en los últimos diez años y comenzó con los últimos dos
gobiernos socialdemócratas, el de Luis Alberto Monge (1982-1986)
y de Oscar Arias (1986-1990).

El PLN ha triunfado en 1953, 1962, 1970, 1974, 1982 y 1986,
cuando resultó electo el ahora ex presidente y premio "Nobel" de
la Paz Oscar Arias, quien se ha mantenido alejado de la actual
contienda electoral, a causa, al parecer, de sus discrepancias
con la dirigencia del partido.

Figueres: el más polémico

Con la promesa de "gobernar para el pueblo", José María Figueres,
de 39 años, un controvertido político que desata pasiones
encontradas, disputará el próximo domingo la Presidencia de Costa
Rica, tras una agresiva campaña en la que soportó todo tipo de
acusaciones de sus adversarios, mientras sus seguidores lo
presentaban como un redentor social.

Empresario y político, Figueres, por su gran parecido físico,
hace recordar a su padre José Figueres Ferrer (ya desaparecido),
considerado por los liberacionistas como el arquitecto de la
Costa Rica de la segunda mitad del presente siglo.

De fuerte carácter, extrovertido y de gran carisma, Figueres es
una especie de ídolo para sus seguidores, que le han perdonado o
simplemente ignorado, graves acusaciones que le han endosado sus
adversarios.

Sus oponentes del oficialista Partido Unidad Social Cristiana le
acusaron de estar implicado en varias estafas, actos de
corrupción e incluso de haber participado en un "escuadrón de la
muerte" de la policía que, en 1973, habría ejecutado a un
distribuidor de marihuana del bajo mundo.

Pero ello no ha parecido tener el impacto esperado por sus
detractores entre la mayoría de los seguidores liberacionistas,
que precisamente reclaman un liderazgo fuerte para el país.

Criado por su padre en una hacienda ubicada en las montañas del
sur de la capital, Figueres afirma encarnar los mejores valores
del agricultor costarricense, con los que se fraguó en el siglo
pasado el sistema democratico de esta nación centroamericana.

Figueres creció a la sombra del poder y asegura encarnar los
ideales de justicia social de su padre, quien en 1949, tras
resultar general victorioso en la guerra civil que se libró un
año antes, sorprendió al mundo con la abolición del ejército.

Está casado con la historiadora Josette Altman, de 35 años, con
quien procreó a José María (13) y Eugenia (10).

Realizó estudios de ingeniería en la academia militar de West
Point en la década de los setenta y en 1991 obtuvo una maestría
en Administración Pública en la Universidad de Harvard.

Incursionó en la política durante la administración de Oscar
Arias (1986-1990), cuando fungió como ministro de Agricultura.

Luego postuló su nombre como pre-candidato presidencial del PLN
para resultar victorioso en una convención interna, en junio de
1993, que provocó profundas heridas al interior del PLN.

De oratoria sencilla y directa, que suele adornar con frases muy
propias del campesino costarricense, Figueres ha cautivado a sus
seguidores en las reuniones de plaza pública, donde aquellos
suelen pedirle que los deleite con unos pasos a ritmo de "buggie"
o reege, a lo que generalmente accede.

Figueres se muestra seguro de la victoria y no se cansa de
repetir de que el próximo domingo la logrará "con la fuerza del
pueblo", como reza su principal slogan de campaña.

Rodríguez el menos simpático

A sus 54 años, el exitoso empresario y economista Miguel Angel
Rodríguez aspira a ganar la Presidencia de Costa Rica en las
elecciones del próximo domingo, tras una campaña en que se
presentó como un hombre honesto y transparente, aunque sus
negocios fueron cuestionados por los adversarios.

Poco carismático, pero con un amplio curriculum académico y
empresarial, el candidato del gobernante Partido Unidad Social
Cristiana (PUSC) se ha labrado una imagen de "capacidad" y
"confianza" para conducir al país a los umbrales del próximo
siglo, mientras sus enemigos políticos lo tachan de despiadado
"neoliberal".

Rodríguez ha prometido continuar el ajuste económico impulsado
por el actual Gobierno del PUSC, en cuyas filas ha forjado su
carrera política desde hace más de 30 años.

Graduado en la estatal Universidad de Costa Rica como economista
y abogado, obtuvo un doctorado en Economía en la Universidad de
Berkeley, en California, cuando tenía 22 años.

En 1968 fue ministro de Planificación y dos años después titular
de la Presidencia, mientras que también fungió como director del
Banco Agro Industrial y de Exportaciones S.A., del Banco Central
de Costa Rica y de la Refinadora Costarricense de Petróleo
(RECOPE), un monopolio estatal.

Presidió la Asamblea Legislativa en 1986 y actualmente es
vicepresidente de la Organización Demócrata Cristiana de América
(ODECA).

En su campaña lo secunda su esposa Lorena Clare, una secretaria
bilingüe y deportista, con quien tiene tres hijos.

Rodríguez ha prometido emprender en un eventual gobierno suyo una
"revolución de la verdad", al aludir a cuestionamientos que se
han hecho a su rival José María Figueres, del opositor Partido
Liberación Nacional (PLN-socialdemócrata).

El mismo Rodríguez ha sido implicado en presuntos negocios
ilícitos para conseguir la prosperidad de sus empresas ganaderas
y agroindustriales.

El candidato enfrentó cargos ante un tribunal de Estados Unidos
en 1982 por la supuesta exportación de carne sin controles
sanitarios --por la que una de sus empresas fue multada--, ha
sido vinculado a contrabandos de ganado y acusado de haber
ejercido influencias para recuperar dineros depositados en un
banco que quebró, perjudicando a centenares de inversionistas
costarricenses.

De otro lado, la amplia trayectoria académica y política de
Rodríguez ha sido destacada durante la campaña para marcar las
diferencias de su contendedor.(EFE) (8A)
EXPLORED
en Ciudad N/D

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