Dos personas mueren en cinco días de huelga
Las vías permanecen cerradas y empiezan a faltar alimentos y combustible. Los 175 detenidos fueron acusados de terroristas.
Dos personas murieron en incidentes relacionados con el paro nacional agropecuario indefinido en Colombia, que contabilizó ayer su quinto día.
El último deceso se produjo la noche del jueves en Puerto Boyacá (centro). Heberto Díaz, portavoz de la mesa de interlocución agropecuaria y vocero de los huelguistas, informó que la víctima murió de un disparo mientras participaba en una marcha.
La otra persona falleció el jueves pasado al estrellarse con su moto contra alambres que bloqueaban la vía Boyacá-Bogotá, en medio de las protestas campesinas.
En su último reporte, la Policía informó ayer que 175 personas fueron detenidas. Se suman 117 uniformados heridos a consecuencia de choques con los manifestantes.
Los apresados fueron acusados de portar y fabricar material explosivo, de obstruir la vía pública, de causar daños contra bienes ajenos, de ataques a servidores públicos y, además, de actos de terrorismo.
La guerrilla comunista de las FARC, que lleva adelante en La Habana un diálogo de paz con el Gobierno de Juan Manuel Santos, respalda el paro campesino y ayer rechazó el tratamiento militarista que -en su opinión- están dando las autoridades al paro nacional agrario.
Ayer, aunque la Policía Nacional reportó que ha desbloqueado 21 puntos para reactivar la circulación en las carreteras, 37 vías de nueve departamentos permanecían bloqueadas en el quinto día del paro campesino.
Entre ellas, las que comunican Colombia con el norte de Ecuador, de acuerdo con los reportes divulgados por las autoridades.
Desde el inicio de las protestas, cerca 15 mil agentes policiales han sido desplegados en el país para controlar los disturbios protagonizados por alrededor de 200 mil campesinos, según los líderes de la protesta.
Ellos exigen que el Gobierno instale una mesa de diálogo para establecer precios mínimos de sustentación de sus productos y una rebaja de precios de fertilizantes y semillas.
Los huelguistas también piden mayor acceso a la propiedad de la tierras y mejores servicios públicos en las zonas rurales.
Pero, el Gobierno de Juan Manuel Santos no declina su planteamiento de exigir que se deponga la medida de hecho como condición para instalar mesas de negociación por regiones.
Así lo ratificó ayer el ministro de Agricultura, Francisco Estupiñán, ante lo cual las protestas se intensificaron.
Mientras hallan una salida, habitantes de varias regiones sufren por el desabastecimiento de alimentos y de combustible.
La situación se complicó más ayer, luego de que el gremio de taxistas de Tunja se sumara al paro indefinido de los agricultores, lecheros, siderúrgicos y camioneros, trabajdores de la salud y otros sectores.
En Nariño (suroeste) y el Putumayo (sur) se mantienen bloqueados los pasos al vecino Ecuador, a la altura de Ipiales y del Puente Internacional Santa Ana, y en otras vías.
También se presentan cortes en el departamento de Cundinamarca (centro) en las vías Zipaquirá-Sutatausa, Ubaté-Susa y Zipaquirá-Ubate, en puntos cercanos a Bogotá, que empezaron a ser afectados por el abastecimiento de productos.
El alcalde de Bogotá, Gustavo Petro, dijo que, ante un eventual cierre de la Central de Abastos de Bogotá, el Gobierno distrital presentará medidas para mitigar la falta de alimentos.
En la localidad de Usme, en el sur de Bogotá, cerca de 600 campesinos bloquearon el ingreso de productos a la capital; entre ellos la cebolla, el cilantro y la papa.
Otro grupo de campesinos protagonizó obstrucciones intermitentes en la vía que une La Calera con Bogotá.
La mañana de ayer también seguían bloqueados los departamentos de Caldas y Risaralda (centro), Cauca (suroeste) y Santander y Norte de Santander (noreste).
En este último, los campesinos cerraron el paso a Bucaramanga, la capital regional y uno de los centros económicos del país, lo que complica el panorama. (EFE/AFP)
Más en el