Presidentes de Las Conferencias Episcopales del Ecuador (CEE),
Venezuela (CEV) y
Colombia (CEC) hicieron pública ayer su preocupación por la tensa relación entre la Iglesia católica y el Gobierno de
Hugo Chávez en Venezuela. También, coincidieron con la Unasur en su preocupación por la presencia de bases militares estadounidenses en América Latina.
Así lo manifestaron en una rueda de prensa, al término de la Asamblea Semestral, realizada en Quito, a la que asistieron además unos 40 obispos ecuatorianos.
"Las relaciones son difíciles y tensas y, aunque en ocasiones se han creado mesas de diálogo y producido encuentros circunstanciales, desde hace varios meses estos espacios se han visto enrarecidos. Quizás estamos en un punto muerto, pues las instancias de interlocución no están funcionando", señaló Ubaldo Santana, presidente de la CEV.
Antonio Arregui, presidente de la CEE, informó también que analizaron la preocupación de la Unasur por la presencia de bases militares y por el elevado gasto militar en la región. "Hemos acordado profundizar el estudio de América Latina, pues muchos de los recursos dirigidos al aspecto militar deberían destinarse al ámbito social y a la generación de empleo. Eso resulta cuestionable", enfatizó Arregui.
Los obispos se solidarizaron además con el papa Benedicto XVI, acusado de encubrir en Europa a un sacerdote involucrado en un supuesto caso de pedofilia, antes de ser nombrado sumo pontífice. (SC)