Ecuador y Colombia deben restablecer sus relaciones diplomáticas para enfrentar el caos social que estalló en las zonas fronterizas por la quiebra de fondos ilegales de captación de dinero, dijo el líder colombiano de oposición Gustavo Petro, de visita en Quito.
"Hay una hecatombe social, y si las inflexibilidades diplomáticas no permiten una acción estatal común el proceso se puede llevar no solamente la economía colombiana si no a la democracia ecuatoriana", advirtió Petro, senador del Polo Democrático.
Miles de pobladores de los departamentos colombianos fronterizos de Nariño y Putumayo quedaron en la ruina por el colapso de las "pirámides financieras", empresas ilegales captadoras de dinero que pagaban rendimientos de hasta un 300% con el dinero de nuevos clientes, hasta quebrar o huir con los fondos.
El miércoles, al menos 14 personas resultaron heridas durante disturbios protagonizados por una turba que se enfrentó con la Policía y destruyó las sedes de dos financieras ilegales obligando a declarar el toque de queda en Mocoa, capital de Putumayo.
Ecuador desmanteló en pasados días seis de esas oficinas y capturó a nueve personas, tras lo cual pidió a Colombia "una acción firme" para evitar que el caos social se extienda a su territorio.
Tanto en esa zona como en Nariño "hay 250 mil familias afectadas y pérdidas por $1 000 millones", estimó Petro, enfatizando en que si esas "personas no encuentran apoyo en los Estados lo buscarán en los poderes ilegales" que afectan la zona.
Petro agregó que en los grupos paramilitares están expandiéndose por la línea fronteriza aprovechando la falta de cooperación entre Colombia y Ecuador, cuyas relaciones diplomáticas están interrumpidas desde marzo a raíz de un bombardeo colombiano contra una base guerrillera en suelo ecuatoriano.
"La ruptura de relaciones entre Ecuador y Colombia lo único que ha hecho es ayudar a la expansión de los poderes mafiosos en la frontera", declaró Petro, quien intervino en Quito en una conferencia sobre políticas internacionales. (AFP)
"Hay una hecatombe social, y si las inflexibilidades diplomáticas no permiten una acción estatal común el proceso se puede llevar no solamente la economía colombiana si no a la democracia ecuatoriana", advirtió Petro, senador del Polo Democrático.
Miles de pobladores de los departamentos colombianos fronterizos de Nariño y Putumayo quedaron en la ruina por el colapso de las "pirámides financieras", empresas ilegales captadoras de dinero que pagaban rendimientos de hasta un 300% con el dinero de nuevos clientes, hasta quebrar o huir con los fondos.
El miércoles, al menos 14 personas resultaron heridas durante disturbios protagonizados por una turba que se enfrentó con la Policía y destruyó las sedes de dos financieras ilegales obligando a declarar el toque de queda en Mocoa, capital de Putumayo.
Ecuador desmanteló en pasados días seis de esas oficinas y capturó a nueve personas, tras lo cual pidió a Colombia "una acción firme" para evitar que el caos social se extienda a su territorio.
Tanto en esa zona como en Nariño "hay 250 mil familias afectadas y pérdidas por $1 000 millones", estimó Petro, enfatizando en que si esas "personas no encuentran apoyo en los Estados lo buscarán en los poderes ilegales" que afectan la zona.
Petro agregó que en los grupos paramilitares están expandiéndose por la línea fronteriza aprovechando la falta de cooperación entre Colombia y Ecuador, cuyas relaciones diplomáticas están interrumpidas desde marzo a raíz de un bombardeo colombiano contra una base guerrillera en suelo ecuatoriano.
"La ruptura de relaciones entre Ecuador y Colombia lo único que ha hecho es ayudar a la expansión de los poderes mafiosos en la frontera", declaró Petro, quien intervino en Quito en una conferencia sobre políticas internacionales. (AFP)
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